19 noviembre 2014

Guión Litúrgico 2. Domingo 23 de noviembre

23 DE NOVIEMBRE DE 2014  
Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.                         
Liturgia de las Horas – Segunda Semana del Salterio

R I T O S    I N I C I A L E S

CANTO DE ENTRADA.
Tu reino es vida, tu reino es verdad; tu reino es justicia, tu reino es paz; tu reino es gracia, tu reino es amor: venga a nosotros tu reino, Señor; venga a nosotros tu reino, Señor.

Que su nombre sea eterno, que su fama dure como el sol; que sea bendición para los pueblos; que las naciones lo proclamen dichoso.  Bendito eternamente su nombre, que su gloria llene la tierra. 

SALUDO Y MONICIÓN.

ACTO PENITENCIAL.

GLORIA.

ORACIÓN COLECTA.

LITURGIA DE LA PALABRA
 PRIMERA LECTURA.
Lectura de la profecía de Ezequiel 34, 11-12. 15-17.

Así dice el Señor Dios: “Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro.
Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones.
Yo mismo apacentaré mis ovejas, yo mismo las haré sestear –oráculo del Señor Dios-.
Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido.
Y a vosotras, mis ovejas, así dice el Señor: Voy a juzgar entre oveja y oveja, entre carnero y macho cabrío.” 
                                     PALABRA DE DIOS

SALMO RESPONSORIAL.  Salmo 22.   
Antífona: El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar.

Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas; me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. 
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.

SEGUNDA LECTURA.
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Corintios 15, 20-26. 28.

Hermanos:
Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos. 
Si por un hombre vino la muerte, por un hombre ha venido la resurrección. Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida.
Pero cada uno en su puesto: primero Cristo, como primicia; después, cuando él vuelva, todos los que son de Cristo; después los últimos, cuando Cristo devuelva a Dios Padre su reino, una vez aniquilado todo principado, poder y fuerza.
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies.  El último enemigo aniquilado será la muerte. 
Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo.
Y así Dios  lo será todo para todos. 
PALABRA DE DIOS

ALELUYA.
¡Aleluya, Aleluya,! el Señor es nuestro rey.  ¡Aleluya, Aleluya,! el Señor es nuestro rey.
Antífona: Bendito el que viene en nombre del Señor.  Bendito el reino que llega, el de nuestro padre David.

EVANGELIO.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 25, 31-46.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha: ´´Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme.``
Entonces los justos le contestarán: ´´Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?``
Y entonces dirá a los de su izquierda: ´´Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.  Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.``
Entonces también éstos contestarán: ´´Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?``
Y él replicará: ´´Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo.``
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” 
PALABRA  DEL SEÑOR

HOMILÍA.

CREDO.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

LITURGIA EUCARÍSTICA

OFERTORIO.
Canto:
En este mundo que Cristo que nos da, hacemos la ofrenda del pan.  El pan de nuestro trabajo sin fin y el vino de nuestro cantar.  Traigo ante Ti nuestra justa inquietud: Amar la justicia y la paz.

Saber que vendrás, saber que estarás, partiendo a los pobres tu pan.  (Bis)

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.

PREFACIO Y SANTO.
RITO DE LA COMUNIÓN

PADRE NUESTRO.

RITO DE LA PAZ.

CORDERO DE DIOS.

COMUNIÓN.
Canto:
Jesucristo nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre.

A Él la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Amén.

Jesucristo nos ha enviado a los pobres y hecho mensajeros de paz y gracia.

Jesucristo nos ha liberado en su sangre y hecho pregoneros de amor y vida.

Jesucristo nos ha reunido en un pueblo y hecho constructores de un mundo nuevo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.

Gracias, Señor, por esta comunión.  Gracias por quedarte a nuestro lado para alentar nuestra esperanza y ser alimento que nos ayude a recorrer el camino.
Señor, Tú le das la vuelta a todo.  Tú rompes nuestro diccionario,  Para ti reinar consiste en servir, en atender al necesitado.  Quien más sirve y se entrega, es más parecido a Ti

Tu manera de valorar las cosas es muy distinta a la nuestra, pero queremos cambiar. Ayúdanos a ser coherentes, a hacer de nuestra vida un servicio a los más débiles y necesitados, a los que mejor te hacen presente en el mundo.

Gracias, Señor, por descubrirnos cómo es tu Reino. Ayúdanos a amarlo y hacerlo presente entre los hombres.

ORACIÓN.

RITO DE CONCLUSIÓN.

BENDICIÓN Y DESPEDIDA.

Canto. 
Anunciaremos tu reino, Señor, tu reino, Señor, tu reino.

Reino de paz y justicia, reino de vida y verdad.  Tu reino, Señor, tu reino.

Reino de amor y de gracia, reino que habita en nosotros.  Tu reino, Señor, tu reino.


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