Inicial.
Nos encontramos reunidos en torno al altar, para celebrar la Eucaristía en el domingo, el Día del Señor, en el que hoy celebramos el Domingo Mundial de la Propagación de la Fe, “el DOMUND”, bajo el lema “Misioneros de la Misericordia”.
En cada Eucaristía hacemos memoria de la entrega de Jesús hasta la muerte, pues como nos dirá luego el Evangelio, “el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos”. Este es el camino, la ruta que Jesús nos marca a todos.
Y este es el camino elegido por los misioneros, que dispuestos a seguir a Jesús, han partido por los caminos del mundo a servir a los pobres y a dar la vida para que todos lleguen a conocer y amar a Jesús.
Primera Lectura.
El profeta Isaías anuncia en la antigüedad unas palabras proféticas, que nosotros vemos realizadas en Jesús, que fue fiel a Dios hasta la muerte y resucitado vive para siempre.
Segunda Lectura.
En la Iglesia, el auténtico sacerdocio no es una situación de privilegio, es un ministerio y por tanto un servicio. Volvemos los ojos a Jesús, sumo y eterno sacerdote, que vivió nuestra vida llena de debilidades y ahora nos ofrece su salvación.
Evangelio.
Jesús contrasta los valores de la sociedad civil con el Evangelio, y nos marca el camino del servicio a los hermanos como pauta de vida para el cristiano. Él vino a servir hasta dar la vida.
Puestos de pie cantamos aleluya.
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