17 octubre 2015

Comentario al Evangelio de hoy sábado, 17 de octubre



A la paz de Dios:
La Iglesia nos invita en este día a hacer memoria de San Ignacio de Antioquía: Obispo, mártir, Padre Apostólico. Nace entre años 30 al 35 y muere hacia el año 107. San Ignacio de Antioquía fue discípulo directo de San Pablo y San Juan; segundo sucesor de Pedro en el gobierno de la Iglesia de Antioquía; el primero en llamar a la Iglesia "Católica".
Condenado a morir devorado por las fieras, fue trasladado a Roma y allí recibió la corona de su glorioso martirio el año 107, en tiempos del emperador Trajano. En su viaje a Roma, escribió siete cartas, dirigidas a varias Iglesias, en las que trata sabia y eruditamente de Cristo, de la constitución de la Iglesia y de la vida cristiana. Ya en el siglo IV, se celebraba en Antioquía su memoria el mismo día de hoy. Fuego ardiente de amor: la palabra "Ignacio" viene de "ignis" (fuego). El corazón de San Ignacio era un fuego ardiente de amor por Cristo. Decía que Cristo está en el pecho de los cristianos. De sobrenombre "Theophorus" (portador de Dios). Fue ilustre testigo de Cristo por su palabra y por su martirio.
El Emperador Trajano al principio respetó a los cristianos, pero por gratitud a sus dioses tras su victoria sobre los dacios y escitas, comenzó a perseguir a quienes no los adoraban. Hay una relación legendaria sobre el arresto de San Ignacio y su entrevista personal con el emperador. Sin embargo, desde época muy remota nos llega el interrogatorio al que fue sometido:

- ¿Quién eres tú, espíritu malvado, que osas desobedecer mis órdenes e incitas a otros a su perdición?
- Nadie llama a Teóforo espíritu malvado, respondió el santo.
- ¿Quién es Teóforo?
- El que lleva a Cristo dentro de sí.
-¿Quiere eso decir que nosotros no llevamos dentro a los dioses que nos ayudan contra nuestros enemigos?, preguntó el emperador.
- Te equivocas cuando llamas dioses a los que no son sino diablos, replicó Ignacio. Hay un solo Dios que hizo el cielo y la tierra y todas las cosas; y un solo Jesucristo, en cuyo reino deseo ardientemente ser admitido.
- ¿Te refieres al que fue crucificado bajo Poncio Pilato?
- Sí, a Aquél que con su muerte crucificó el pecado y a su autor, y que proclamó que toda malicia diabólica ha de ser hollada por quienes lo llevan en el corazón.
- ¿Entonces tú llevas a Cristo dentro de ti?
- Sí, porque está escrito, viviré con ellos y caminaré con ellos.
Cuando lo mandaron a encadenar para llevarlo a morir en Roma, San Ignacio exclamó: "te doy gracias, Señor, por haberme permitido darte esta prueba de amor perfecto y por dejar que me encadenen por Ti, como tu apóstol Pablo".

http://www.corazones.org/santos/ignacio_antioquia.htm
Leo el evangelio. Leo el testimonio de Ignacio y veo que las palabras se cumplen: porque se puso de parte de Dios y porque sus palabras estaban llenas de sabiduría.
Vuestro hermano y amigo
Óscar Romano, cmf.

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