02 febrero 2023

Moniciones 5 febrero 2023

 

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos a esta Eucaristía, que es la última, por ahora, correspondiente al Tiempo Ordinario. El próximo Miércoles de Ceniza comienza la Cuaresma, tiempo de preparación y de cambios personales. Por eso hoy Jesús nos recomienda que seamos luz del mundo y sal de la vida y, ante ello, hemos de alumbrar a nuestros hermanos con nuestro ejemplo de cristianos, que no es otro que el camino de amor que Jesús nos muestra. Esa es nuestra sal para dar mejor sabor a la vida.


MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura el Profeta Isaías avanza el futuro mensaje de Cristo. Ser luz del mundo es compartir con los hermanos, no oprimir, no perseguir. Siendo así, lo dice el profeta, Dios estará con nosotros. Es una gran promesa.

S.- Es como un reflejo del primer salmo de Salterio. Este salmo 111 se parece mucho al primero y es, en definitiva, un himno de alegría y gozo que describe la felicidad de los que aman al Señor.

2.- San Pablo, en la segunda lectura que corresponde a su primera carta dirigida a los fieles de Corinto, condensa su doctrina sobre que Dios actúa por medio de nuestra debilidad y que el poder de la fe, sin duda, hace milagros.

3.- El Evangelio de San Mateo nos dice que por mandato de Cristo todos los discípulos tienen una misión primordial y universal, dar sentido a la vida de todos mediante el amor y las buenas obras. Hemos de ser luz del mundo. Tengámoslo en cuenta y escuchemos con mucha atención.

 


Lectura de Postcomunión


Proponemos como lectura de post-comunión esta bella plegaria del sacerdote, peregrino, fundador y escritor francés, Carlos de Foucauld, hoy en vías de beatificación. Será muy útil para este momento de meditación. Se recomienda leer el texto muy despacio.

EL PADRENUESTRO DE CARLOS DE FOUCAULD

"Padre mío, me abandono a Ti,
haz de mi lo que quieras.
Lo que hagas de mi te lo agradezco.

Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo.

Con tal de que tu voluntad se haga en mí.
y en todas tus criaturas,
no deseo nada más, Dios mío.

Pongo mi vida en tus manos,
te la doy, Dios mío,
con todo el amor de mi corazón,
porque te amo,
y porque para mi, amarte es darme,
entregarme en tus manos sin medida,
con infinita confianza.

Porque tu eres mi Padre"


EXHORTACIÓN DE DESPEDIDA

Feliz Día del Señor. Salgamos a las calles, a las plazas, a las encrucijadas de los caminos y seamos luz para nuestros hermanos. Ellos nos necesitan, aunque no lo sepan o no quieran reconocerlo. Seamos sal del mundo, para dar el auténtico sabor a nuestras vidas y a las de todos.

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