Recursos (Domingo I de Cuaresma)

EN TIEMPO DE DESCONCIERTO, ENSANCHAR EL CORAZÓN.

El mundo que vivimos nos va encogiendo poco a poco el corazón con las “miserables ofertas” que el “diablo” de nuestra sociedad y nuestra cultura nos presenta; consumo, dinero, poder, prestigio, nos presenta.

Son tantas las ofertas, tantas las encrucijadas, que miramos a uno y otro lado ávidamente en busca del auténtico camino de la felicidad. Y el corazón se nos encoge en estrecheces de miras. Estamos desconcertados y vacíos. El corazón se nos queda hueco entre unas y otras andanzas.

Dios nos invita a abrir de par en par “la tienda de la misericordia”. Jesús nos marca un nuevo camino que despeja nuestras perplejidades y nos ensancha el corazón: 1) «No sólo de pan vive el hombre»; 2) «Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto»; 3) «No tentarás al Señor, tu Dios» (Lc 4,1-13). Es una nueva sabiduría que nos libera de la ignorancia. Misericordia y conversión son las dos caras de una misma moneda.

Toda nuestra Cuaresma va a tener como símbolo una tienda de campaña. La podemos tener dibujada –grande- en un panel o físicamente presente como tal tienda de campaña, a ser posible que no tenga la forma de iglú.

Símbolo: Hoy, sencillamente, abrimos las “puertas” de la tienda y las recogemos en los laterales tal como muestra el dibujo.

Salmo: Simultáneamente podemos leer unos versículos del Salmo 50, que iremos orando a lo largo de todos estos domingos:

Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu(Salmo 50, 12-13)

Conversión: Lo tomamos del comentario que el papa Francisco hace de las obras de misericordia en Misericordiae Vultus 15.

«Si acogimos al extranjero y vestimos al desnudo… Si fuimos capaces de vencer la ignorancia en la que viven millones de personas, sobre todo los niños privados de la ayuda necesaria para ser rescatados de la pobreza»

Esta semana y otros días, muestra que ensanchas tu corazón:
• señalando alguna persona extranjera concreta a la que deberías acoger,
• alguna persona cuya necesidad tienes que socorrer,
• alguien concreto cuya ignorancia puedes ayudar a vencer