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04 noviembre 2015

Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 4 de noviembre



Querido amigo/a:
No podemos acapararlo todo, es imposible. Elegir es difícil porque supone dejar atrás otros caminos. Si queremos vivir equilibrados tenemos que centrarnos en nuestras opciones fundamentales para evitar una vida esquizofrénica. Y la renuncia no es un castigo ni un sacrificio, aunque a veces nos pueda parecer tal, sino consecuencia del amor. Como consecuencia de una elección libre, voluntaria y decidida, dejo atrás otros caminos. A esto se refiere Jesús cuando afirma en el evangelio de hoy: si alguno se viene conmigo y no pospone a […] no puede ser discípulo mío. Fijémonos en el verbo “posponer”: del latín postponere 'poner detrás'. El diccionario lo define como: “poner a una persona o cosa después de otra en el orden de prioridad o preferencia”. Jesús no dice anular, odiar, olvidarse de, sino “poner detrás o después”; ¿de quién? De la opción por Él.
En nuestra jerarquía de amores y valores el Dios de Jesucristo debería ser nuestra primera opción. Quizá nos cueste entenderlo y nos siga pareciendo muy radical, pero quien tiene su corazón centrado en Dios, tiene un corazón plantado en el centro del Amor, y por tanto está preparado para dar amor. La opción preferencial por Dios no es un amor excluyente, sino integrador. Desde el amor de Dios podemos amar más y mejor; fuera de él, podremos amar, pero tendremos más dificultades para permanecer en las batallas del amor, porque nos faltará la Gracia, el auxilio de Dios que potencia nuestra capacidad de amar. Por eso hasta de nosotros mismos debemos posponernos: incluso (posponerse) a sí mismo, dice Jesús.

San Pablo nos recuerda hoy en la carta a los Romanos que amar es cumplir la ley entera. Por amor al Señor, posponemos, ponemos detrás de Él. Cada uno verá qué obstáculos nos impiden tener al Señor como opción preferencial y primera del corazón.
San Carlos Borromeo cuya memoria celebramos hoy, se tomó muy en serio aquella frase de Jesús: "Quien ahorra su vida, la pierde, pero el que gasta su vida por Mí, la ganará". Este santo italiano murió relativamente joven porque desgastó totalmente su vida y sus energías por hacer progresar la religión y por ayudar a los más necesitados.
Y yo, ¿qué o a quién debo posponer? ¿Qué me impide seguir al Señor con mayor entrega y generosidad? Pido luz y fuerza en mi oración de hoy para posponer todos los anclajes y estorbos que no me dejan darme y amar con mayor pasión.
Vuestro hermano en la fe.  
Juan Lozano, cmf.

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