03 agosto 2016

Para la catequesis: Domingo XIX de Tiempo Ordinario

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Lecturas: Sabiduría 18: 6-9; Salmo 32; hebreos 11: 1-2,8-19; Lucas 12: 32-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No temas, rebañito mío, porque tu Padre ha tenido a bien darte el Reino.
Vendan sus bienes y den limosnas. Consíganse unas bolsas que no se destruyan y acumulen en el cielo un tesoro que no se acaba, allá donde no llega el ladrón, ni carcome la polilla. Porque donde está su tesoro, ahí estará su corazón.
Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos.

Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen vendrá el Hijo del hombre”.
Entonces Pedro le preguntó a Jesús: “¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por todos?” El Señor le respondió:
“Supongan que un administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre, con el encargo de repartirles a su tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y prudencia. Dichoso este siervo, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene. Pero si este siervo piensa: ‘Mi amo tardará en llegar’ y empieza a maltratar a los criados y a las criadas, a comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más inesperada, llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma suerte que a los hombres desleales.
El servidor que, conociendo la voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá pocos.
Al que mucho se le da, se le exigirá mucho, y al que mucho se le confía, se le exigirá mucho más”. Lucas 12: 32-48
Reflexión
¿Qué querría decir Jesús con eso de que hay que estar vestidos como si fueran a ir de viaje? ¿Cómo te vistes cuando van de viaje? ¿Cómo te preparas? Dile que siempre quieres estar con Él y hacer lo que a Él le gusta. ¿Qué hacen cuando sus padres los dejan solos? ¿Piensan que ellos les tienen confianza?
Si se portaron mal, ¿por qué se sintieron peor por lo que hicieron o por que los mayores los castigaron? Compartir recalcando que debemos pedir a Dios la misma confianza que tuvo Abrahán.
Actividad
Preparar maletas en cartulina para cada niño.
Pedirles que cada niño prepare la suya escribiendo en ella lo que se van a comprometer hacer para esta semana. (Escuchar mejor, portarse bien en la escuela, obedecer a los papas, hacer bien las tareas, ser responsables, etc.) Cada niño coloca su maleta en el altar haciendo su compromiso con Jesús. Al finalizar el grupo se la lleva a su casa para recordarse lo que prometió.
Oración
Señor, las personas que nos precedieron tuvieron una gran confianza en Ti y en tus promesas. Danos esa misma confianza para que vivamos en este mundo serenamente, pero siempre preparados y atentos a tu venida. Amén.

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