03 junio 2016

Domingo 5 junio: Para la catequesis

X Domingo del tiempo ordinario
5 junio 2016
Lecturas: 1 Reyes 17,17-24; Salmo 29; 1 de Gálatas 11-19; Lucas 7,11-17
En aquel tiempo, se dirigía Jesús a una población llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de mucha gente.
Al llegar a la entrada de la población, se encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la que acompañaba una gran muchedumbre. Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: “No llores”.
Acercándose al ataúd, lo tocó, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús dijo: “Joven, yo te lo mando: levántate”. Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre.

Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo: “Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo”. La noticia de este hecho se divulgó por toda Judea y por las regiones circunvecinas. (Lucas 7,11-17)
Reflexión
Lucas es el evangelista que más habla de la relación de Jesús con la mujer. En este pasaje Jesús siente compasión por la viuda que perdió a su único hijo. Meditemos en las emociones de la madre, las acciones de Jesús y la reacción de los acompañantes de la viuda. Aquí podemos ver la gran misericordia de Dios. Se compadece de la misericordia de Dios y trata de remediarlo, sin limitarse solo a expresar su compasión.
Aprendamos a acompañar al que sufre para hacerle la carga más ligera y busquemos la ayuda si es necesario.
Actividades
Formar cuatro grupos entre los niños. Cada uno hará una oración con la palabra compasión
Grupo 1: Haznos compasivos Señor.Grupo 2: Gracias por mostrarnos tu compasiónGrupo 3: Te pedimos perdón por nuestra falta de compasión.
Grupo 4: Ayúdanos a ser compasivos con 
nuestros amigos. Al elaborar las oraciones compartirlas con todos en círculo
Oración
Jesús Tu nos enseñaste que sufrir por amor tiene un valor infinito. Cuando sufrimos con serenidad, paciencia, sin rebeldías y coraje el dolor nos purifica. Ensénanos a saber acompañar al que sufre, hacerle la carga más ligera y buscarle la ayuda que necesita implorando Tu ayuda. Amen.

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