Oremos a Dios Padre, amigo de la vida, presentándole las necesidades de nuestro mundo.
DANOS, PADRE, ENTRAÑAS DE MISERICORDIA
• Por la Iglesia universal: que en todas sus instituciones prime siempre el principio-misericordia ante el sufrimiento del mundo. Oremos.
• Por nuestro mundo: que, por encima de los intereses de todo tipo, las instituciones políticas se hagan sensibles al sufrimiento de las personas y de los pueblos. Oremos.
• Por todas las personas que lo han perdido todo y dependen de los demás para sobrevivir: que su dolor sea el grito que despierte la indiferencia de la sociedad. Oremos.
• Por las iglesias locales y las comunidades cristianas: que sean comunidades “en salida” ante el sufrimiento de las personas. Oremos.
• Por nosotros: que superemos la insensibilidad, la indiferencia y la rutina ante el dolor de tantas personas. Que consigamos tener un corazón misericordioso. Oremos.
Más que nunca, Padre, necesitamos convertirnos a la misericordia. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
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