23 junio 2016

Domingo 26 de junio: Moniciones 3

XIII Domingo: Libres en Cristo para amar

Monición de entrada:


Muy buenas noches (días, tardes), hermanas y hermanos, Estamos celebrando el décimo tercer domingo del ciclo litúrgico a través del año. Cristo, como los profetas, nos invita a seguirle. Su camino hacia Jerusalén fue camino hacia su muerte. Nuestro camino no es fácil. Para seguir a Cristo el único camino hacia la libertad perfecta es la Cruz. Respondamos a Cristo con todo nuestro corazón. Pónganse de pie, para que empecemos esta eucaristía cantando todos a una voz el canto de entrada.


Primera lectura: I Reyes 19, 16b.19-21 (El profeta Elías llama a Eliseo)

La vocación de Eliseo es semejante a cualquier llamada de Dios. Eliseo respondió a su vocación y continuó la misión de Elías. Escuchemos.


Segunda lectura: Gálatas 5, 1.13-18 (Su vocación es la libertad)

Cristo nos ha liberado. La libertad se expresa y alcanza su plenitud en el amor, es la disponibilidad para la gracia de Dios que supera la ley. El pecado esclaviza; la gracia nos hace libres para amar. Pongan atención a san Pablo en su carta a los Gálatas.


Tercera lectura: Lucas 9, 51-62 (Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén)

Los que quieran seguir a Cristo, tal como lo propone el evangelio de hoy, tienen que desprenderse de bienes materiales, romper las ataduras con el pasado, incluyendo lo que más amamos, en caso que esto fuese obstáculo. Sólo así estaremos disponibles y seremos libres para anunciar el Reino de Dios. De pie, por favor, para entonar el Aleluya.


Oración Universal:



  • Por la Iglesia, para que sea fiel a Cristo y a su Evangelio. Roguemos al Señor.
     
  • Por todos los misioneros y por todos los evangelizadores que sufren por el Reino de Dios, para que reciban el consuelo y el premio de Dios. Roguemos al Señor.
     
  • Por los que gobiernan las naciones, para que respeten la libertad de los Hijos de Dios. Roguemos al Señor.
     
  • Por los jóvenes, para que respondan con generosidad a la llamada del Señor a servir a la iglesia como sacerdotes y religiosos. Roguemos al Señor.
     
  • Por cada uno de nosotros y por nuestras intenciones (una pausa), para que nos sintamos animados a caminar siempre con Cristo en este mundo. Roguemos al Señor.


    Exhortación Final

    (Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 533)

    Con la alegría que tu Espíritu infunde en nuestros corazones
    te alabamos a boca llena, Padre nuestro, porque nos llamaste
    a la libertad y a la confianza que nos da tu amor, mediante
    la comunión de destino con Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor.

    Concédenos tú, Señor Jesús, hambre y sed de fidelidad
    para seguirte resueltamente y caminar fielmente a tu lado
    win perder el paso, hasta la meta final de la pascua eterna.
    Para eso, fortalécenos con tu Espíritu y purifícanos con su fuego
    que consuma nuestra escoria, nuestros miedos, nuestros egoísmos.

    Haznos, Señor, testigos de tu evangelio en un mundo difícil
    que sufre vacío de espíritu de amor y de esperanza.

    Amén.

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