14 junio 2016

Domingo 19 de junio: Guión Litúrgico 1

19 DE JUNIO DE 2016
Liturgia de las Horas – Cuarta Semana del Salterio

R I T O S    I N I C I A L E S

CANTO DE ENTRADA.
Cuando estamos reunidos en tu nombre, en medio de nosotros, en medio de nosotros, en medio de nosotros estás tú.

En medio de vosotros, aliviando las penas, llenando de esperanza, el trabajo y la cruz, el trabajo y la cruz.   
   
SALUDO Y  MONICIÓN.

ACTO PENITENCIAL.

GLORIA.

ORACIÓN COLECTA.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA.
Lectura de la profecía de Zacarías 12,  10‑11;  13, 1

Así dice el Señor: 
«Derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de perdón y oración, y volverán sus ojos hacia mí, al que traspasaron.
Le harán duelo como de hijo único, lo llorarán como se llora al primogénito.
Aquel día, el duelo de Jerusalén será tan grande como el de Hadad‑Rimón, en los llanos de Meguido.» 
Aquel día brotará una fuente para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, remedio de errores e impurezas.
     PALABRA DE DIOS

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 62.
Antífona: Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío. 

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma esta sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré como de enjundia y de manteca, y mis labios te alabarán jubilosos.

Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo. Mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. 

SEGUNDA LECTURA. 
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 3,  26‑29

Hermanos: 
Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. 
Cuantos habéis sido bautizados en Cristo, os habéis revestido de Cristo. 
No hay judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. 
Y si sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán y herederos según la promesa.
PALABRA DE DIOS

ALELUYA.
Antífona: Mis ovejas escuchan mi voz —dice el Señor—, y yo las conozco, y ellas me siguen.

EVANGELIO. 
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 18‑24

Una vez que Jesús estaba orando solo, lo acompañaban sus discípulos y les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»
Ellos contestaron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas.» 
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» 
Pedro respondió: «El Mesías de Dios.» 
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Porque decía: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.» 
Entonces decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.»  
PALABRA  DEL SEÑOR

HOMILÍA.

CREDO.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

LITURGIA EUCARÍSTICA

OFERTORIO.
Canto:
En este mundo que Cristo que nos da, hacemos la ofrenda del pan.  El pan de nuestro trabajo sin fin y el vino de nuestro cantar.  Traigo ante Ti nuestra justa inquietud: Amar la justicia y la paz.

Saber que vendrás, saber que estarás, partiendo a los pobres tu pan.  Saber que vendrás, saber que estarás, partiendo a los pobres tu pan. 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.

PREFACIO Y SANTO.

PLEGARIA EUCARÍSTICA.

RITO DE LA COMUNIÓN

PADRE NUESTRO.

RITO DE LA PAZ.

CORDERO DE DIOS.

COMUNIÓN.
Canto:
Libertador de Nazaret, ven junto a mí, ven junto a mí, Libertador de Nazaret, ¿qué puedo hacer sin ti?

Yo sé que eres camino, que eres la vida y la verdad; yo sé que el que te sigue sabe a donde va; quiero vivir tu vida, seguir tus huellas, tener tu luz; quiero beber tu cáliz, quiero llevar tu cruz.

Quiero encender mi fuego, alumbrar mi vida y seguirte a Ti; quiero escucharte siempre, quiero luchar por Ti; busco un mensaje nuevo, te necesito, Libertador; no puedo estar sin rumbo, no puedo estar sin Dios. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.

Gracias, Señor, por venir a nosotros en esta comunión.  Gracias por ser el alimento que nos fortalece y da vida.

Señor, a nosotros también nos espanta la dificultad y tratamos de apartar la cruz de cada día, que nos incordia y nos hace hacer lo que a veces no nos apetece.

Danos la fuerza del Espíritu, para ser tus discípulos de verdad.  Para llenarnos de tu Palabra y que ella pueda más que las cosas fáciles que el mundo nos ofrece y con las que nos rodea.

Gracias por dar tu vida, para darnos vida a todos los hombres.  Ayúdanos a hacer lo mismo con nuestros hermanos.

ORACIÓN.

RITO DE CONCLUSIÓN

BENDICIÓN Y DESPEDIDA

Canto:
Te damos gracias, Señor, de todo corazón.  Te damos gracias, Señor, cantamos para ti.

A tu nombre daremos gracias, por tu amor y tu lealtad, te llamé y me escuchaste, aumentaste el valor en mi alma. 

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