Deshojando la margarita de Dios

Aquí está la esclava del Señor, que me suceda según dices (Lc 1, 38)

Amiga, amigo: Cuando el ángel Gabriel visitó a María y la anunció que era la elegida para concebir al Hijo de Dios, no se puso a cantar ni sacó una botella de champagne para celebrarlo… A la Virgen María, al igual que tú y que yo, ante la llamada de Dios, le surgieron dudas y temores. Sin embargo Ella se puso en las manos de Dios, pues sabía que para Él nada hay imposible…

Amigo, amiga: Dios, cada día, a través de personas y acontecimientos, te llama, aporrea las puertas de tu corazón… ¿Cuál es tu respuesta? Te invito a hacer el siguiente test y a comprobar los resultados. Marca con una X la respuesta que das a Dios en tu vida diaria, en tu colegio, en tu barrio, en tu parroquia, cuando Dios te llama a través de tus padres, profesores, catequistas, amigos y, en especial, aquellas personas más necesitadas.

TU RESPUESTA	SÍ	TU RESPUESTA	NO
¡Ahora mismo! Ya haré esto en otro momento.		Lo siento, estoy muy ocupado, tal vez más tarde.
No tengo ninguna duda: Dios me está llamando a través de mi hermano.		¡Vamos, faltaría más! A través de ese que no pisa por la iglesia.
Lo veo muy complicado, pero contigo a mi lado lo conseguiré.		Mejor que lo haga otro, yo no valgo para eso.
Tengo que cambiar los planes, pero seguro que merece la pena.		Pufff, si me lo hubieras dicho con antelación… ¡Mira mi agenda!
Es un regalo, una bendición.		Es un “marrón”, una maldición.
Tengo mis dudas, pero confío en Ti.		No quiero defraudarte, mejor lo dejamos como está.
Tú sabes cómo soy y “sabes dónde te metes” ¡Adelante!		Te has equivocado, si tú supieras cómo soy yo… “Revisa otra vez”.
Gracias por elegirme a mí…		Yo no, pero te voy a decir a quién se lo puedes decir…
He aquí tu amigo, que se cumpla siempre tu voluntad.		He aquí tu amigo, el de los domingos.

Por cada SÍ que hayas dicho, pinta de color azul un pétalo; igualmente, por cada NO, pinta de color negro un pétalo. ¿Cuál es el resultado?

• Si tu margarita aparece muy azulada, eso quiere decir que respondes afirmativamente a la llamada de Dios.

• Si por el contrario tu margarita “sale muy oscura”, eso quiere decir que sigues dando largas al Señor; recuerda que de tu decisión depende el grado de felicidad que alcances en tu vida…

Como María, te invito a decir sí al Señor o, lo que es lo mismo, a apostar por la Felicidad con mayúsculas, la felicidad auténtica.

J. M. de Palazuelo