27 noviembre 2015

Pregón de Adviento 2015

“Estad siempre despiertos… manteneros en pie ante el Hijo del Hombre”

1. AMBIENTACIÓN  
2. ACOGIDA  
Bienvenidos/as a este Pregón del Adviento. Nuestras calles están adornadas con las luces de la Navidad. Los comercios se engalanan con motivos navideños. Ya nos han preparado la Navidad. Pero ¿qué Navidad?  
El Espíritu nos hace intuir que la Navidad es otra cosa muy distinta: El Nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios. Y para prepararnos a ello, la Iglesia nos regala el tiempo de Adviento. ¡Qué tiempo tan hermoso para todo creyente! Si el deseo es la antesala del encuentro, el Adviento es el deseo que crece para el abrazo entre Dios y la humanidad en Jesús. En el Adviento se nos dilata el corazón para la esperanza, se ensancha nuestra interioridad por las promesas de Dios, se abren todas las heridas de las gentes y los pueblos a la ternura entrañable de nuestro Dios humanado.  

¡Qué alegría contemplar a nuestra comunidad reunida para vivir intensamente este tiempo de gracia! ¡Qué alegría ver así a la humanidad, en camino, con todos los pobres y (a)doloridos en primera fila! Miramos más allá de nosotros… Salimos del yo y nos ponemos en camino. Una estrella nos guía y acompaña. Un Niño con la fuerza de su fragilidad y el poder de su ternura, nos espera. Somos el grupo que busca al Señor… Somos el grupo al que el Señor busca… Su proyecto es la comunión, el abrazo, la vida en plenitud desbordando todo límite.  
Canto: PREPAREMOS LOS CAMINOS          
Preparemos los caminos ya se acerca el Salvador        
y salgamos, peregrinos, al encuentro del Señor.        
 
Ven, Señor, a libertarnos, ven tu pueblo a redimir;        
purifica nuestras vidas y no tardes en venir.        
 
El rocío de los cielos sobre el mundo va a caer,        
el Mesías prometido, hecho niño, va a nacer.        
 
Te esperamos anhelantes y sabemos que vendrás;        
deseamos ver tu rostro y que vengas a reinar.                
 
Consolaos y alegraos, desterrados de Sión,        
que ya viene, ya está cerca, Él es nuestra salvación.
 
3. PREGONEROS DEL ADVIENTO         
“¿QUÉ VES EN LA NOCHE?”, DINOS CENTINELA (este canto se repite antes del testimonio de cada uno de los pregoneros).  
(Se oscurece la sala. Proyección de imágenes: dos por personaje (una presentando lo que ven, otra recogiendo lo que nos regalan. Después de la palabra de cada pregonero, entra una persona en la sala con una vela encendida).  
Los centinelas tienen los ojos preparados para ver en la noche. A ellos, a los de ayer y a los de hoy, les pedimos que nos ayuden a caminar hacia el Misterio en medio de la noche de la humanidad.    
⊗ JUAN BAUTISTA: Veo la justicia. Por ella he dado la cara y la palabra. Por ella me han encarcelado. Por ella, me han quitado la vida. Pero no han podido apagar el resplandor de su luz.  Os regalo la luz de la justicia.  
⊗ MARÍA: Veo el amor. Lo siento dentro de mí. No es cosa mía, es del Espíritu. Día a        día noto cómo me crece por dentro. Sé que es un amor para todos. Os regalo la luz del amor.  
⊗ JOSÉ: Veo la confianza. Miro a María y me alegro. El Señor es grande. Se disiparon mis dudas. El Sol alejó la niebla. Confío en Dios. Os regalo la luz de la confianza.  
⊗ JUAN DE LA CRUZ: Veo la fe. La veo en la noche como una luz que arde en el corazón. La oigo como un murmullo de fuente que calma la sed de amor que llevo dentro.  Os regalo la luz de la fe.  
⊗ MISIONEROS: Vemos la luz del Evangelio. Hemos sentido la llamada a darla a conocer al mundo. Cada vez que lo hacemos, nuestro corazón se llena de alegría.   Os regalamos la luz del Evangelio anunciado.  
⊗ VOLUNTARIOS: Vemos la mirada de los refugiados, pobres entre los pobres. Es una mirada que no hace ruido, pero que se mete en el alma y te cambia la vida.  Os regalamos la luz de la mirada de los refugiados.  
⊗ PAPA FRANCISCO: Veo este mundo roto y quiero construir puentes. Veo a muchas personas heridas y quiero ser misionero de la misericordia. Os regalo la luz del mundo nuevo que trae Jesús.     
4. EL MISTERIO DE DIOS EN MEDIO DE LA VIDA  
Gesto: Una persona lleva la Palabra y el grupo se coloca alrededor de Ella. Los que han llevado la luz se ponen también junto a la Palabra. Canto:
La Palabra se hizo Humanidad 
y acampó en la tierra de los hombres.  
Desde entonces, todo ser humano  
lleva dentro la semilla del amor.  
¡La Palabra se hizo Humanidad! (3 veces)  
Lectura de la Palabra:  
“En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del espíritu Santo y dijo a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá” (Lc 1,39-45)  
Canto: LA PALABRA DE HIZO HUMANIDAD                
Procesión de la Palabra hasta dejarla en lugar destacado  
5. ¿CÓMO RESPONDEREMOS EN EL ADVIENTO?  
a)  Cultivando la interioridad           
Gesto: Ojos cerrados (Música suave)        
Texto: Elegir tres o cuatro estrofas y leerlas  
  • Dios quiere comunicarse. Su Palabra se hace humanidad. Busca un diálogo de Amigo con nosotros. Nos busca en medio de la vida.  
  • Dios quiere nacer en nuestra tierra. Viene a su casa. Quiere ver a todos. Nos pregunta:“¿Dónde está tu hermano?”
  • Dios quiere cumplir sus promesas. Se acerca con signos sorprendentes. Utiliza lenguajes nuevos. Su deseo es dar vida a manos llenas.  
  • Dios quiere dar buenas noticias Envía mensajeros, viene Él mismo. ¡Que todos se alegren! También los pobres, los pequeños, los que sufren.  
  • Dios levanta a los pequeños de la tierra; Él mismo viene envuelto en fragilidad. Recoge nuestros llantos. Nos regala su bienaventuranza.  
  • Dios viene como bondad. Se le asoma a los ojos la ternura. Llama a nuestra puerta. Desea morar en nuestro corazón.  
  • Dios Trinidad nos coloca en el centro. El Padre nos mira con amor, Jesús nos levanta compasivo, El Espíritu pone música en el alma.  
  • Dios es gratuito viene ofreciéndose, dándose desde abajo. ¿Entenderemos este lenguaje? ¿Sabremos hacerle sitio en nuestra vida?  
b)  Cultivando la mirada contemplativa a Jesús en María  
Proyección de dos imágenes de María Momento de silencio para mirar a Jesús en María 
c)  Cultivando la comunión con los hermanos y hermanas de la comunidad cristiana  
Gesto: Nos damos la mano  
Canto: Tened la paciencia de Jesús           
con el hermano que vive a vuestro lado.           
Tened la paciencia de Jesús,       
sed su palabra y la fuerza de su abrazo.           
Tened la mirada de Jesús...           
Tened la ternura de Jesús...  
d)  Cultivando la compasión solidaria.  
Gesto: Varias personas, de diferentes países, razas y culturas, unen sus manos y forman un corro.         
Oración dicha por todos: SOÑEMOS JUNTOS EL SUEÑO DE DIOS  
Soñemos juntos, hermanos y hermanas.
Soñemos juntos el sueño de Dios.
Soñemos la riqueza de los pobres.
Soñemos la fuerza de los débiles.
Soñemos un mundo que se despierta
sostenido por la fuerza de la fragilidad,
y el por el poder de la ternura.  
 
Canto: Marana tha… Ven, Señor, Jesús (Se canta después de cada estrofa)  
 
Soñemos en el Adviento caminos hacia la Navidad.
Soñemos un encuentro con Jesús, que nos espera.
Soñemos el mundo nuevo de Dios,
con más comunión y más servicio,
con más gratuidad y ternura.   
 
Con nuestros faros encendidos en la noche,
soñemos juntos el proyecto de vida de Dios.
Soplemos sobre la brasa de la esperanza,
que han despertado en nosotros las promesas de Dios
y las presencias alentadoras de los profetas y de María.  
 
Soñemos juntos el sueño de Dios.
Preparemos el callado amor en el corazón para el encuentro.
Que nada estropee la novedad que se acerca.
Que el deseo de ver a Jesús dé alas a nuestros pies.
Cuidemos la vida en el Adviento.
Jesús nos espera. El amor y la vida nos esperan.
Preparemos el corazón.
Que se prepare nuestra comunidad con el gozo.
¡Ven Señor, Jesús!

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