Domingo 4 octubre: Misa con jóvenes

Domingo 27° durante el año – 4 de octubre de 2015

1- Entrada:

¡Queridos jóvenes, bienvenidos a la Eucaristía dominical! Hoy somos invitados a descubrir la grandeza con la que Dios nos ha creado y a alabar al Señor en su hermosa creación. Comencemos, entonces, cantando con alegría.

2- Liturgia de la Palabra:

Dios nos ha creado varón y mujer y nos ha llamado a vivir en el amor de la familia. Prestemos atención a la Palabra y dejemos que ilumine nuestra vida.

3- Oración de los fieles:

Dios es nuestro Padre Bueno, sabe de nuestras debilidades y de las dificultades para vivir su Palabra. Por eso, siempre está dispuesto a ayudarnos. Pidámosle con fe, diciendo: abrázanos y bendícenos, Señor.

-      Por el Papa Francisco, en el día de San Francisco de Asís de quien eligió el nombre, para que con su palabra y su ejemplo le muestre a todo el mundo la misericordia de Dios.

-      Por los Obispos que hoy comienzan el Sínodo de la Familia, para que el Espíritu Santo los ilumine y encuentren acciones pastorales que reflejen el amor de Dios.

-      Por las familias, para que todos descubramos la belleza de vivir en el amor recíproco y tengamos fortaleza para superar las dificultades que puedan aparecer.

-      Por los esposos que no han podido mantenerse unidos en el amor, para que Dios sane las heridas y les muestre los caminos a seguir.

-      Por los jóvenes, para que conozcan el plan amoroso de Dios y proyecten sus vidas según sus designios.

-      Por nuestra casa común, para que los seres humanos valoremos, respetemos y cuidemos la hermosa creación que Dios nos regaló.

4- Ofrendas:

Jesús nos ha hecho a todos hermanos. Así, preparemos la mesa del altar llevando nuestras ofrendas, mientras cantamos.

5- Comunión:

Para recibir a Jesús en la Comunión debemos hacernos como niños, disponiendo nuestro corazón con sencillez. Vayamos a Él y dejemos que nos abrace y nos bendiga. ¡Cantemos juntos!

6- Despedida:

Renovados con la gracia de Dios, vayamos a vivir nuestras realidades cotidianas, tratando de llevarlas hacia el ideal cristiano. Cantémosle a María, Mamá de todos.