01 octubre 2015

Domingo 4 de octubre: Para la catequesis con niños

XXVII Domingo del Tiempo Ordinario 4 de Octubre, 2015
Lecturas: Genesis2, 18-24; Salmo 127; Hebreos 2, 9-11; Marcos 10, 2-16
Jesús habla sobre el divorcio
Algunos Fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron si al esposo le está permitido divorciarse de su esposa. El les contesto: ¿Qué les mando a ustedes Moisés? Dijeron: Moisés permitió divorciarse de la esposa dándole un certificado de divorcio. Entonces Jesús les dijo: Moisés les dio ese mandato por lo tercos que son ustedes. Pero en el principio de la creación, “Dios los creo hombre y mujer.” Por esto el hombre dejara a su padre y su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona. Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido. Cuando ya estaban en casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre este asunto. Jesús les dijo: El que se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera; y si la mujer deja a su esposo y se casa con otro, también comete adulterio.” Llevaron unos niños a Jesús, para que los tocara; pero los discípulos comenzaron a reprender a quienes los llevaban.

Jesús, viendo esto, se enojo y les dijo: Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos. Les aseguro que el que no acepta el reino de Dios como un niño, no entrara en el. Y tomo en sus brazos a los niños, y los bendijo poniendo las manos sobre ellos. (Marcos 10, 2-16)
Reflexión
Lo que Dios quiere para las parejas es el amor y la fidelidad. A veces los problemas de la vida obligan a separarse, pero eso no es el plan de Dios. ¿Alguno tiene experiencia de familia desunida o matrimonios rotos? ¿Cómo les afecta?
¿Se sienten importantes en sus casas o andan sus familiares demasiado ocupados para prestarles atención?
Jesús invita a los niños acercarse a El ¿Te acercas con confianza a Jesús para hablarle de tus cosas? Poner aquí el texto.
Oración
Señor, enséñanos que cuando compartimos nuestras alegrías y tristezas y cuando nos ofrecemos respeto y cariño, fortalecemos nuestra unión. Que siempre permanezcamos unidos según tu plan de amor. Amen

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