25 agosto 2015

Domingo 30: Moniciones 2



MONICIÓN DE ENTRADA

Sed, hermanos y hermanas, bienvenidos a la Eucaristía. Recordaros que este es el último domingo de agosto y que muchos tendrán que viajar, volver a sus hogares o iniciar vacaciones. Pues pidamos al Señor Jesús –y la fuerza de su Eucaristía—nos proteja a todos contra todo mal. Hoy, todos, incluso aquellos que, en el hemisferio sur no han vivido el verano, estamos presentes un domingo más, a nuestra cita con el Señor. La mesa de su Cuerpo y de su Palabra está a nuestra disposición. Jesús nos va a pedir limpieza de corazón y ojos limpios para ver al mundo y a los hermanos. Que, nunca, nuestro Maestro y Amigo, nos vea sucios por dentro como encontró a los fariseos.



MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura, del capítulo cuarto del Libro del Deuteronomio, se habla de la entrega de la ley a los judíos, la que luego en tiempos de Jesús seria tan mal interpretada e, incluso, desvirtuada respecto a la verdadera enseñanza de Dios.

S.- Los versículos del salmo 14 que cantaremos hoy son un excelente reflejo de la conducta que hemos de llevar y que difiere en profundidad de lo que los fariseos hicieron con su religión oficial. Este salmo 14 tenía el mismo sentido en tiempos de Jesús: eran auténticos fieles los que se entregaban a Dios sin condiciones, con humildad, con sencillez.


2.- Se inicia hoy la lectura de la interesante Carta del Apóstol Santiago, que nos acompañará durante varios domingos. En ella el apóstol nos pide que aceptemos dócilmente la Palabra de Dios.

3.- Tras varios domingos de leer en el Evangelio de San Juan las palabras de Jesús sobre su entrega en la Eucaristía, volvemos a San Marcos, autor que ilustra este ciclo B del Tiempo Ordinario. Jesús acusará de perversión e hipocresía a los fariseos por adulterar la Ley de Moisés.

MONICIÓN

Escuchemos, todos, con mucha atención la plegaria que nos ha escrito esta semana el sacerdote Javier Leoz



PORQUE TÚ ERES MI LEY

Porque tú eres mi ley,

ayúdame a que ningún otro  precepto

esté por encima de Ti.

Que ley alguna suprima tu  nombre

Que interesadas leyes se  conviertan

en un muro que me impidan el  verte

que me impidan el  encontrarte.

Y si algún día ocurriera,  Señor,

que la letra fuera más  grande que tu presencia

ayúdame a borrar de mi  memoria

todo aquello que me  obstaculiza

amarte y entregarme a ti con  todo el alma.

Amén

Exhortación de Despedida

Hay algo muy importante que nos ha enseñado hoy Jesús de Nazaret: hemos de ser sinceros y sencillos, y no hipócritas y malos hermanos como eran los fariseos. La sinceridad nos hace más felices porque con ella se demuestra que confiamos en el hermano.

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