12 agosto 2015

Domingo 16 de agosto: Moniciones 2



MONICIÓN DE ENTRADA

Una vez más –y como siempre—os deseamos nuestra más cordial bienvenida en este inicio de nuestra Eucaristía. Ayer, nos reuníamos aquí mismo para festejar a la Virgen en su Asunción a los cielos. Y hoy, en este Domingo 20 del Tiempos Ordinario, hemos de abrirnos, muy especialmente, a las palabras de Jesús. Va a decirnos, Jesús de Nazaret, sin rodeos, que Él es apoyo espiritual y físico para nuestra caminar. La Eucaristía es real Cuerpo y Sangre y ello nos hace falta para seguir viviendo. Una vez más, Jesús se detiene cerca de nosotros para pedirnos que le acompañemos. Y nos ofrece un medio muy poderoso para que no flaqueemos en el camino: la Mesa del Pan y de la Palabra.



MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- Hoy, el Libro de la Proverbios –es la primera lectura--nos ofrece ya el banquete del saber y del pan, anticipo del que después nos daría el Señor Jesús. Y como en muchas otras ocasiones la primera lectura es como prólogo adecuado del Evangelio que escucharemos después.

S.- El Salmo 33 es un prodigio para mejor entender la relación con Dios. Y eso no es poco. Estamos leyéndolo en estos domingos y hemos de aprenderle bien, pues es una oración bellísima para glorificar las maravillas de nuestro Señor.

2.- Continuamos, como en domingos anteriores, leyendo la Carta a los Efesios. Hoy, en el breve fragmento que se lee, San Pablo favorece importancia del banquete eucarístico centrando la necesaria moderación en las cosas del cuerpo. Y nos pide que descubramos, de verdad, lo que el Señor quiere.


3.- Continúa el Evangelio de Juan con el discurso del Pan de Vida. Jesús se va a proclamar para siempre alimento para poder caminar por la senda que lleva a la vida feliz, a la Eternidad en la Gloria de Dios Padre.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Una vez más contamos con el padre Leoz para despedir nuestra Eucaristia…



LA FIESTA ERES TU, SEÑOR

Cada  domingo, con la Eucaristía,

nos unimos en un mismo  sentir,

en una misma esperanza.

Brota la alegría de creer

la esperanza del más allá.

Nuestra fiesta, la auténtica  fiesta,

eres Tú, Señor.

Exhortación de Despedida

Jesús nos ha hablado sin rodeos, directamente, sin parábolas… Él es comida y bebida para la felicidad eterna. Es un gran argumento para meditar dentro de un rato, cuando lleguemos a casa. Y el resto de la semana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario