19 julio 2015

Descansar en Dios, de José Antonio Pagola

Nuestro corazón está lleno de inquietudes, miedos e inseguridades. El poeta alemán Rainer María Rilke aconseja que hemos de tener paciencia con todo cuanto queda aún por resolver en nuestros corazones, pero lo cierto es que nuestro ser busca un descanso, una serenidad y armonía que difícilmente pueden proporcionar unas buenas vacaciones.
Estoy convencido de que la experiencia de Dios tal como se ofrece y comunica en Jesús puede contribuir a conocer la paz y el descanso, pero esta experiencia es absolutamente personal. Cada uno ha de escuchar la llamada de Jesús: «Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco». Voy a sugerir caminos para «descansar en Dios».
Tal vez, lo primero es detenernos en experimentar a Dios sólo como amor. Todo lo que nace de él es amor. De él sólo nos llega vida, paz y bien. Yo me puedo apartar de él y olvidar su amor, pero él no cambia. El cambio se produce sólo en mi. Él nunca deja de amarme.
Hay algo todavía más conmovedor. Puedo gozar meditando que Dios me ama incondicionalmente, tal como soy. No tengo que ganarme su amor. No tengo que conquistar su corazón. No tengo que cambiar ni crecer ni ser bueno para ser amado por él. Más bien, sabiendo que me ama así, puedo cambiar, crecer y ser mejor.
Puedo ahora pensar en mi vida. ¿Qué me pide Dios?, ¿qué espera de mí? Sólo que aprenda a amar. No sé en qué circunstancias me puedo encontrar y qué decisiones tendré que tomar, pero Dios sólo espera de mí que ame a las personas y busque su bien, que me ame a mí mismo y me trate bien, que ame la vida y me esfuerce por hacerla siempre más digna y más humana para todos. Que sea sensible al amor. Amando acertaré.
Hay algo que no debo olvidar. Nunca estaré solo. Todos «vivimos, nos movemos y existimos» en Dios. El será siempre esa presencia comprensiva y exigente que necesito, esa mano fuerte que me sostendrá en la debilidad, esa luz que me guiará por sus caminos. Él me invitará siempre a caminar y decir «Sí» a la vida
Un día, cuando termine mi peregrinación por este mundo, conoceré junto a Dios la paz y el descanso, la vida y la libertad.
José Antonio Pagola

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