10 febrero 2015

Oración de los fieles (Domingo VI de Tiempo Ordinario)

Te presentamos nuestras peticiones, Padre, que quisiéramos expresarlas con la misma convicción de fe que el leproso del evangelio:
• El Reino de Dios llega hasta los rincones más oscuros del corazón de las personas y de la sociedad. Que la Iglesia abra siempre sus brazos a quienes nadie acoge y todos desprecian.
• Hemos construido un mundo lleno de fronteras, de muros de separación entre los “puros” y los “impuros”, los “presentables y los “impresentables”. Sopla, Señor, tu Espíritu de hermandad para que nadie se sienta ni se vea excluido de la sociedad.
• Por todas las personas que hoy, como aquellos leprosos de la antigüedad, están “marcadas” y son “intocables”: las prostitutas, los enfermos de SIDA, los expresos, los gays, los que padecen “enfermedades raras”… Que logren encontrar manos solidarias que las integren en la sociedad.
• Que nuestras comunidades asuman sus propias responsabilidades con todos los excluidos sin dejarlo sin más en manos de otras instituciones. Que se conviertan de verdad en la casa de todos, y especialmente aquellos que otros llaman “indeseables”.
• Por nosotros: que Jesús “toque” también nuestro corazón y nos convierta en criaturas nuevas que demos gloria a Dios con un corazón abierto, sin prejuicios, generoso y compasivo.
Escucha, Padre, nuestras súplicas. Conviértenos y haznos creadores de fraternidad.

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