Misa de Familia 1. Domingo 15 febrero

Domingo VI Tiempo Ordinario
LOS QUE CURAN COMO JESÚS
15 de febrero de 2015

Para Preparar: Manto roído, campanilla y manchas de lepra pegadas en la cara y brazos; Power Point con fotos de diferentes tipos de gente ayudando a los hambrientos (Tercer Mundo, residencias, orfanatos, leprosería…)

1.- Monición de entrada:
Buenos días. Último domingo antes de Cuaresma. Día de carnaval y de disfraces. Jesús no juega a disfraces, pero va a cambiar el aspecto exterior de un hombre deformado por la lepra y lo va a vestir de salud y de alegría. A Jesús no le importa el vestido exterior: sólo le importa aquello que hace sufrir al hombre. A todos viste de salud interior, cuando quita el mal y el pecado del corazón; y de salud exterior, cuando cura a tantas personas de sus enfermedades y dolencias. Así pues, una vez más el telón de fondo de hoy va a ser el Jesús que pasa curando. Con ese pensamiento, vamos a comenzar cantando al Señor.

2.- Saludo del sacerdote
¿Cuántos de aquí habéis preparado un disfraz para carnaval?… Nos gusta jugar a disfraces, pero hay algo mucho más importante que el disfraz: la salud de nuestro cuerpo y la salud de nuestro corazón. Y de eso Jesús es el mejor modisto del mundo. Comenzamos la Eucaristía en el nombre del Padre… Y le decimos que vista nuestro corazón de perdón y de cariño.

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3.- Peticiones de perdón
• Señor, perdona porque muchas veces cuidamos por fuera nuestra ropa, pero no nos cuidamos de vestir nuestro interior. Te pedimos que vistas nuestro corazón de perdón y de alegría. Señor, ten piedad.
• Señor, tendríamos que preocuparnos más de ayudar y hacer el bien como Tú. Por eso te decimos, Cristo, ten piedad.
• Señor. A veces se nos olvida dar las gracias por tantas personas que, como Tú, nos ayudan y se preocupan por nosotros con cariño. Por eso te decimos. Señor ten piedad. 


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4.- Evangelio: Mc 1, 40-45
Representación
Narrador: Los leprosos estaban muy mal vistos en tiempos de Jesús. Nadie se acercaba a ellos. Vivían en descampados, fuera del pueblo y alejados de sus familiares y amigos. Eran como seres malditos. Ellos, cuando se cruzaba alguien en su camino, se apartaban a un lado gritando ¡Contaminado, contaminado! Solían llevar también una campanilla o una carraca para meter ruido y avisar a la gente para que no se acercara. Incluso sus familiares les dejaban la comida a distancia.
Sale un leproso con una campanilla unos pegotes de lepra en el cuerpo, y se cruza con uno que, al verle, se aparta y él también salta al otro lado, gritando.
Leproso: ¡Contaminado, contaminado!
Narrador: Pero un día sucedió que pasó Jesús con sus amigos y al verlo, en lugar de saltar alejándose del camino, corrió hacia Jesús y se puso de rodillas ante Él.
Discípulos: ¡Cuidado, es un leproso! (Retroceden)

Leproso: ¡Jesús, si quieres, puedes curarme!
Discípulos: ¡Cuidado, Jesús, que te vas a contagiar! (Jesús le sonríe y le pone las manos sobre la cabeza)
Jesús: Quiero, queda limpio. (Le quita los pegotes de la lepra. Él se palpa todo el cuerpo, se mira a los brazos, la cara, las piernas…)

Leproso: ¡Lo sabía, lo sabíaaaa! ¡Gracias, Jesús! (Le abraza. Luego va a los amigos y también les abraza y da la mano. Por último, dirigiéndose al pueblo dice levantando los brazos con voz potente):
Leproso: ¡¡¡Gracias, Padre Dios!!! (Luego se pone de rodillas en mitad del presbiterio de cara al pueblo rezando con las manos juntas y la cabeza agachada, mientras lee el narrador)
Narrador: Luego, Jesús le mandó que no fuera por ahí, contándoselo a todo el mundo. Pero fue imposible. No podía callar y se acercaba a todo el mundo gritando como un loco. (Se levanta y baja a los bancos gesticulando delante de unos cuantos como loco de alegría)

Leproso: ¡Me ha curado, me ha curado! ¡¡¡Me ha curadooo!!! (Y se va por el fondo de la iglesia).

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5.- Comentario niños y mayores:
• Qué hace la gente y qué hace Jesús ante los leprosos y malditos de aquel tiempo.
• ¿Conocéis gente que hace como Jesús? (cuidado de huérfanos, ancianos, hambrientos, etc.) 
Ellos son los brazos y el corazón de Jesús. En todos los rincones del mundo también podemos ser brazos y corazón de Jesús.
(Poner el Power Point con imágenes de gente ayudando. Puede solicitarse a la dirección de la revista).
• ¿Qué imágenes hemos visto? ¿Qué hacían? (Hay muchos tipos de lepra: los “tirados” de nuestras calles, los drogodependientes,… Y frecuentemente los marginamos. No perder nunca de vista, que son los predilectos de Jesús. Bien lo sabéis los padres, cuando tenéis un hijo que necesita más que otro. Hoy los marginados no andan con campanilla, simplemente los borramos del mapa, como si no existieran).
• ¿Qué hacen los que quieren ser como Jesús? (No esperar a que salten al camino. Hay que salir hacia ellos, como el pastor en busca de la oveja pedida). ¿Lo hacéis los papás alguna vez? ¿Cuándo y cómo? 


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6.- Oración en silencio, como siempre, se trata de una oración “dirigida”. Se pide a todos que cierren los ojos, se pone una música suave, y se tiene ese tiempo breve de silencio acompañado… 
Que vista nuestro corazón de salud y de alegría. Que sintamos cariño por los más marginados. Que sepamos pasar haciendo el bien a los demás como Jesús. 


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7.- Peticiones
• Toda la iglesia, empezando por el Papa y los obispos, que tienen que esforzarse en hacer el bien a quien lo necesite y sanar el corazón de los hombres. Para que sepamos imitar el ejemplo de Jesús. Roguemos al Señor.
• Hace falta mucha gente como Jesús para curar y alimentar al mundo. Para que haya muchos que sigan su ejemplo. Roguemos al Señor.
• Por todos los que padecen hambre, enfermedades, dolores y marginación. Roguemos al Señor.
• Hace falta muchos que tengan un corazón tan bueno como el de Jesús. Para que nuestro corazón sea 
bueno como el de Jesús. Roguemos al Señor.

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Avisos: el próximo miércoles será el Miércoles de Ceniza 


8.- Acción de gracias

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>Gracias, Jesús, por enseñarnos

a vivir como hermanos.
Gracias por enseñarnos a perdonar
y reconstruir nuestras relaciones humanas.
Gracias por enseñarnos cómo amar,
y darnos el ejemplo del mayor amor.
Gracias por tu Palabra

tan clara, tan sencilla, tan llena de vida.
Gracias por invitarnos a seguirte
construyendo el Reino de Dios en la tierra.
Gracias por confiar en nosotros
e invitarnos a colaborar con tu misión.
Gracias por enseñarnos

a vivir en comunidad.
Gracias por la madre Iglesia,
que es nuestra gran familia.
Por todo, gracias Señor.