24 febrero 2015

II Domingo Cuaresma: Moniciones




MONICIÓN DE ENTRADA

Recibid, hermanos y hermanas, nuestra más cordial bienvenida en el inicio de la Liturgia de este Segundo Domingo de Cuaresma. Vamos a asistir, junto a Pedro, a Santiago y a Juan, a la Transfiguración. La Transfiguración del Señor es un mensaje de esperanza para todos, entonces los fue para los apóstoles, ante la inminencia de la Pasión, Muerte y Gloria de Jesús. Pero ellos, en ese momento, no supieron comprender tal signo. Y a nosotros nos puede ocurrir lo mismo: pensar que la Transfiguración es sólo un recuerdo del pasado. Pero es el mensaje que nuestro Maestro nos da hoy, aquí y ahora… en este domingo primero del mes de marzo Y es uno más de los muchos que recibiremos dentro de esta cuaresma, tiempo de conversión y de amor. No hemos de desaprovechar ni un minuto de nuestro tiempo para encontrar ese camino de verdad y de vida. Se trata de no perder la menor oportunidad para santificarnos siguiendo los pasos del Señor Jesús. Y a la espera de su gloriosa Resurrección.



MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- La fe de Abrahán era completa, total. Obedecía a Dios por encima de cualquier duda. Es muy fuerte disponerse a sacrificar –a degollar—a su único hijo porque Dios se lo ha mandado. Por Abrahán no puso reparos. Dios –claro está—no iba a permitir ese sacrificio. Era una prueba. Todos vivimos pruebas, algunas muy sencillas o fáciles; otros, mas duras o complicadas. Pero hemos de obedecer a Dios en todo momento porque Él sabe que es lo mejor para nosotros. Esta primera lectura, del capítulo 22 del Génesis, es toda una enseñanza de enorme importancia.

S.- La referencia del Salmo 115 que proclamamos hoy es el Salmo 116 que los judíos utilizaban como uno solo, mientras que la Vulgata y la Biblia griega de “los Setenta” los transformaba en dos. En realidad son distintos según su texto. Pero lo de menos es su construcción literaria original. Lo importante es que tanto nosotros, como los hombres y mujeres que nos precedieron, elevan con los versículos de este salmo la confianza en Dios, en su apoyo y en su justicia. Eso es lo importante.

2.- En el fragmento de la Carta de San Pablo a los Romanos –que es nuestra segunda lectura—Pablo corrobora algo que nos después nos va a decir el Evangelio. Dios permitirá la muerte de su Hijo para la salvación de todos. Y el mensaje de esperanza para los Apóstoles es precisamente ese trozo de gloria que verían en lo alto del monte.


3.- San Marcos nos narra con sencilla brillantez el misterio de la Transfiguración del Señor. Fue, sin duda, algo espectacular. Pero por encima de la calidad del prodigio está que Dios quiere mostrar a tres apóstoles que Jesús es su Hijo y que, por tanto, nada deben temer respecto a lo que vendrá después. Es una ayuda a su débil fe. Pero la gloria que vieron se les olvidó pronto. Nuestros propósitos de seguir al Señor también se nos olvidan a pesar de que los recibimos con la cercanía de una luz que nunca se apaga.



Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Una semana más el padre Javier Leoz compone para nosotros esta bella plegaria para los momentos final de nuestra Eucaristía

SUBIR Y BAJAR



Quiero subir y bajar, Señor,  contigo

y contemplar, cara a cara,

el Misterio de Dios que  –estando escondido-

habla, se manifiesta y te  señala como Señor.



Quiero subir y bajar:

Ascender para contemplar tu  gloria

bajar para dar testimonio de  ella

en la vida de cada día

en los hombres que nunca se  encaminaron

a la cima de la fe, al monte  de la esperanza,

a la montaña donde, Dios, siempre  habla

nunca defrauda y siempre  dice… que nos ama.

Amén
Exhortación de despedida

Salgamos de la celebración con la enorme alegría que nos comunica Nuestro Señor Jesucristo. Quiso transfigurarse para que sus apóstoles supieran antes de su Gloria que de su Muerte... Jesús debe ser la luz única que ilumine nuestro camino.

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