28 enero 2015

Moniciones. Domingo 1 febrero

MONICIÓN DE ENTRADA

Sed todos bienvenidos a esta asamblea de hermanos que se aman en el Señor. La Eucaristía de hoy nos va a mostrar la realidad completa del Reino de Dios. Y es que Jesús nos enseñará como el mal y la enfermedad pueden ser doblegados. Jesús de Nazaret va a producir un profundo asombro entre los asistentes al culto de la sinagoga de Cafarnaún. Su autoridad está incluso por encima de su poder para expulsar demonios. Su autoridad se palpa por ser Rey de todo lo creado. Pero dicha autoridad no tiende al abuso, como la que ejercían, y ejercen ahora mismo, muchos. Su autoridad cura y devuelve la felicidad a los enfermos y oprimidos. Y hoy, entre nosotros, es Jesús nuestro apoyo y camino para conseguir la paz y la felicidad.




MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura, que procede del capítulo 18 del Libro del Deuteronomio, Moisés anuncia la futura llegada, por decisión de Dios, de un gran profeta que, influido muy directamente, por el Padre hablará con sus palabras. Pero Moisés anuncia también que ese profeta tendrá el destino de otros hombres de Dios: la incomprensión y hasta la muerte.

S.- El Salmo 94 es uno de los muchos que reconocen en Dios el creador de todo. El salmista se asombra ante la magnificencia de la creación e irrumpe con un canto vibrante y lleno de esperanza. Pero también el autor del salmo 94 recuerda la obstinación del género humano ante la misericordia permanente del Señor. Y así evoca los episodios de Meribá y Masá cuando el pueblo se rebeló contra el camino marcado por Dios. Los salmos tienen siempre su traducción a nuestros tiempos y tampoco nosotros hemos de ser desagradecidos con un Padre que siempre es amoroso y tierno con sus criaturas.

2.- El párrafo que vamos a escuchar de la Primera Carta de San Pablo a los fieles de Corinto –que es nuestra segunda lectura de hoy—sólo se puede entender desde el contexto que escribía el Apóstol. Se esperaba la segunda venida del Señor y no parecía muy oportuno cambiar en esos tiempos de provisionalidad. De todos modos, no dejan de ser las palabras de Pablo un buen argumento para la doctrina del celibato eclesial. Eso no significa –de manera alguna—que el Apóstol de los gentiles sea contrario al matrimonio.

3.- La autoridad en la enseñanza de Jesús contrasta con la palabrería habitual de escribas y doctores acostumbrados a hablar mucho y a decir poco. En el Evangelio de Marcos que se proclama hoy se advierte la especial percepción de la gente sencilla que ve en Jesús de Nazaret una capacidad de enseñanza directa, fuerte y asequible. Por otro lado, el ejemplo puesto por el reconocimiento de esa misma autoridad por parte de los demonios pone en primer plano la existencia del demonio frente a la hay muy polémica tendencia que la niega. El Evangelio nos enseña a creer en la suprema autoridad de Jesús, nuestro maestro.



Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Una semana paz, el padre Leoz nos presenta esta oración para los momentos finales de nuestra Eucaristía. Escuchemos:

¡HABLA CON AUTORIDAD, MI SEÑOR!

Pues bien lo sabes

que necesito una palabra  salvadora

una fuerza que me reanime de  mis males

una luz que me saque de mis  noches

un mandato que se imponga y  venza

sobre lo que me impide ser  libre

para ponerme a tus pies y  poder servirte.



¡HABLA CON AUTORIDAD, MI  SEÑOR!

Pues sabes que soy débil en  el camino

y que otros dioses intentan

convertirse en dueños de mi  destino

Amén.
Exhortación de despedida

Salgamos con la alegría de saber que hoy pude acontecer un clima personal de libertad y sanación si confiamos en Jesús de Nazaret.

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