07 enero 2015

Misa con jóvenes. Bautismo del Señor, 11 enero

Fiesta del Bautismo del Señor


1- Entrada:

Con la fiesta del Bautismo del Señor, cerramos hoy el tiempo de Navidad. Este acontecimiento marca el inicio de la vida pública de Jesús; comienza, después de aquel día, la predicación del Reino y su camino hacia la Pascua. Es el Hijo muy querido del Padre. Celebrémoslo. Comencemos la Misa cantando.

Es común que en esta Misa, en el acto penitencial, el sacerdote realice la aspersión con agua bendita sobre la comunidad, como recuerdo de nuestro propio Bautismo. Se puede acompañar el momento cantando.

2- Liturgia de la Palabra:

La Palabra nos sigue insistiendo en la manifestación del misterio de Dios, como lo hizo en Navidad y Epifanía. Hoy, al ser bautizado Jesús en el Jordán, se revela la Trinidad. Prestemos atención, escuchemos bien.


3- Oración de los fieles:

Respondiendo a la Palabra escuchada, elevemos nuestras intenciones, diciendo: renová nuestro Bautismo, Señor.

-      Por la Iglesia, para que, ofreciendo las fuentes de la salvación, viva abierta a todos los que quieran entrar, y en salida, buscando a los más alejados.
-      Por los poderosos del mundo, para que como Juan Bautista, sean humildes ante la presencia de Dios y reconozcan a Jesús como el único Señor.
-      Por la comunidad de creyentes, bautizados en la Trinidad, para que sepamos que también nosotros somos hijos muy amados del Padre.
-      Por los que aún no han recibido el Bautismo, para que descubran que también a ellos los ama Dios y les quiere regalar su gracia y su salvación.
-      Por los que andan por caminos equivocados, especialmente tantos jóvenes, para que no malgasten su vida en cosas que no sacian, sino que encuentren la plenitud de la vida que sólo Jesús nos da.

4- Ofrendas:

El Bautismo nos hace capaces de ofrecer nuestra vida a Dios, pongámosla ahora en su altar con sus luces y sus sombras. Llevemos también el pan y el vino que luego serán nuestra comida espiritual. Hagámoslo cantando.

 

5- Comunión:

En la Comunión Cristo se nos da gratuitamente y nos hace más parecidos a Él. Agradecidos, vayamos a su encuentro cantando.

6- Despedida:

Vayamos a vivir nuestra vida cotidiana como verdaderos hijos de Dios, pidiéndole que su Palabra no quede estéril en nosotros. Terminemos la Misa cantando con alegría.
 


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