10 diciembre 2014

Reflexión al Evangelio de hoy, 10 diciembre

José Luis Latorre, Misionero Claretiano
Isaías nos presenta la situación del pueblo de Dios que está pasando por la dura y difícil prueba del destierro y está cansado porque se le hace larga la situación. Y le dice: “Alzad los ojos y mirad… El (el Señor) da fuerza al cansado, acrecienta el vigor del inválido…los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas…”

Y Jesús con cariño y confianza nos repite: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados…” Jesús vivió la experiencia de encontrarse con muchas personas cansadas y agobiadas por las dificultades de la vida: la enfermedad, la exclusión, la marginación, la incomprensión familiar; personas que no encontraban un sentido a su vida triste, desesperada… Pero Jesús pensó también en nosotros al pronunciar estas palabras, pues hoy se repiten los mismos problemas, dificultades y situaciones. Y si Él entonces alivió el cansancio y agobio de muchas personas con una palabra, un gesto, una mirada, una sonrisa que devolvía la paz y la esperanza, hoy el Señor quiere hacer lo mismo. ¿Cómo?
Hay una oración que dice: “Jesús, no tienes manos, tienes sólo mis manos; Jesús, no tienes pies, tienes sólo mis pies; Jesús, no tienes boca, tienes sólo mi boca; Jesús, no tienes corazón, tienes sólo mi corazón”. Tú y yo podemos ser hoy el Jesús de Galilea que “pasó haciendo el bien” y acercarnos junto a todo hombre y mujer que sufre y brindarles el aceite del consuelo y el vino de la esperanza.
Qué milagro tan grande es la cercanía, la palabra amable, el gesto sincero, la sonrisa franca… ¿Quién no ha vivido experiencias así? Pero estas expresiones humanas no sólo reportan paz y esperanza a la persona que se la damos, sino a uno mismo “porque hay más alegría en dar que en recibir”. La Beata Madre Teresa decía: “Soñé y vi que la vida era alegría; me desperté y vi que la vida era servicio; serví y vi que el servicio era la alegría”.
En Adviento preparamos la Navidad, no olvidemos la Navidad de tantos “Jesús” que viven cansados, agobiados, marginados… y que están muy cerca de nosotros.

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