03 diciembre 2014

Misa familiar. Festividad de La Inmaculada, 8 diciembre

Prepara: Javier Leoz

*Idea: María nos ayuda a profundizar en el adviento. A encontrar a Jesús

*Gesto: penitencial, evangelio escenificado, ofrenda de flores, 12 estrellas

1. SALUDO

Muy buenos días a todos. ¡Sed bienvenidos a la fiesta de la Madre! Hoy, la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, nos empuja a vivir con más intensidad y entusiasmo el Adviento.

¿Quién sino Ella, vivió con emoción la llegada de Jesús? Hoy, con esta Eucaristía, damos gracias a Dios por tantos dones o regalos con los que hizo grande a María: la pureza, la obediencia, la sencillez, la pobreza y muchos más.

Además, al mirar a María, queremos agradecer a nuestras madres su esfuerzo y trabajo para ayudarnos a entender y comprender la vida, la fe en Jesús o el sentido cristiano de la próxima Navidad.

Iniciemos esta celebración: con María hacia la Navidad.


2. PENITENCIAL

a) Por los momentos en los que, en nuestras oraciones, olvidamos el dirigirnos a María. Señor ten piedad (mientras un niño o un joven muestra en alto un rosario o una hoja donde ponga “DIOS TE SALVE MARIA”)

b) La Virgen nos invita a seguir a Jesús imitando lo que en abundancia tuvo Ella: amor, paz, alegría. No siempre lo hacemos. Cristo ten piedad. (Un niño o un joven presenta contravalores: violencia, pesimismo, guerra, odio)

c) La Inmaculada nos enseña el valor de la limpieza de cuerpo, de alma y de espíritu. La sociedad nos acostumbra a lo contrario. Señor ten piedad (Un niño puede presentar en alto un detergente donde ponga “María”)

3. ORACIÓN DE LOS FIELES

1. No olvidemos a la Iglesia presidida por el Papa Francisco. Que, a pesar de las dificultades, nos enseñe a buscar y cumplir lo que Dios quiere para nosotros: las virtudes de María. Roguemos al Señor.

2. En este día de la Inmaculada, tengamos un recuerdo especial por nuestras madres. Ellas, en muchas ocasiones, representan la alegría, la esperanza, la ilusión y el futuro de nuestras familias. Que María les ayude. Roguemos al Señor.

3. En el mundo falta fe. En la tierra existen muchos cristianos que viven como si no lo fueran. Pidamos a María para que, el Espíritu Santo, remueva los corazones de esas personas que se han enfriado espiritualmente. Roguemos al Señor.

4. Vamos caminando hacia la Navidad. María nos lleva de su mano al encuentro del Señor. Para que la Inmaculada nos enseñe que el tesoro de la Navidad es descubrir, ver y adorar a Jesús. Roguemos al Señor.

5. En este Año de la Vida Consagrada tenemos un recuerdo especial por todos los consagrados, religiosos y religiosas. Que sean firmes y valientes en sus decisiones. Roguemos al Señor.

4. OFRENDAS

a) Con esta jarra de agua limpia y transparente queremos simbolizar la pureza y el ser virgen de María. Sólo Dios es capaz de hacer posible lo que el mundo no puede entender o comprender.

b) Con este ramo de 12 rosas (o claveles) llevamos hasta el altar la belleza que vemos y que pregonamos de la Virgen María. Nadie como Ella supo enamorar a Dios. Su belleza era la grandeza del corazón.

c) Finalmente, con el pan y el vino, acercamos hasta el altar nuestra inquietud y preocupación: Ayúdanos María a despertar en nosotros el apetito por la Eucaristía. Sin el pan de Dios nos faltarán fuerzas para continuar el camino de la fe y del amor que Jesús nos enseña.

5. ACCIÓN DE GRACIAS

Dios te hizo grande María; ¡haznos  colosales en el amor!

Dios te quiso pura, María;  ¡ayúdanos a ver con ojos limpios!

Dios se fijó por la  hermosura de tu corazón: 

¡Ayúdanos a mejorar el  nuestro!



Dios entró dentro de Ti por  tu obediencia:

¡Abrenos a Jesús!

Dios gimió y lloró en tus brazos: 

¡Que seamos solidarios con  los demás!



Dios te buscó por tu  pobreza: 

¡Enséñanos el valor del  sacrificio!

Dios, por Ti, se hizo amor: 

¡Que por nosotros otros  descubran a Jesús!

Dios, creció en tu interior: 

¡Que nuestras almas sean el  hogar de Jesús!



Dios, admiró tu fe y tu  entrega:

 ¡Que no olvidemos que somos cristianos!

Dios, te dejó santa e  inmaculada: 

¡Que no malgastemos nuestra  vida!

6. NOTAS

a) Convendría, en el momento del ofertorio, que un grupo de personas (no solamente niños o jóvenes) presentarán una flor en nombre de toda la comunidad. Para ello, sería bueno, poner delante de la imagen de la Virgen, un jarrón con agua.

b) El evangelio puede ser preciosamente representado. Con el fondo del Ave María de Schubert, se logrará hacer un ambiente de recogimiento y de oración.

c) En las parroquias o lugares donde se realiza el símbolo de la Corona de Adviento, queda muy bien colocar la imagen de la Virgen justo detrás de la Corona: María nos ayuda en los pasos hacia la Navidad.

d) En la postcomunión, si se quiere representar el agradecimiento a Dios, por las grandes cualidades que dio a María, es muy sugestivo que 12 niños o jóvenes hagan un círculo en torno a la Virgen María, levantando con sus manos 12 estrellas en las que, por ejemplo, puede señalarse: amor, disponibilidad, dulzura, obediencia, entrega, pobreza, ¡sí!, alegría, fe, Dios, Jesús, Espíritu (u otras apropiadas a las circunstancias)

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