Domingo 3° de Adviento
1- Entrada:
Queridos chicos, en este camino del Adviento, Dios no nos dejó sin GPS, nos envió a Juan para que nos indique por dónde seguir… Y ahora lo hacemos celebrando juntos esta Misa, que empezamos cantando.
(En muchos lugares se utiliza una corona con velas para ir marcando el ritmo de este tiempo de preparación. Cada domingo proponemos una oración para encender la vela correspondiente, que puede hacerse luego del saludo inicial).
En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia: el Señor va a llegar.
Preparen sus caminos, porque ya se acerca.
Aclamen de corazón
como una novia se engalana el día de su boda.
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz,
sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya para que brilles,
llama para que calientes.
¡Ven, Señor, a salvarnos,
envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!
2- Liturgia de la Palabra:
¿Quién eres tú? Le preguntaron a Juan. Hoy el mundo también nos lo pregunta a nosotros. Escuchemos cómo responde él para que sepamos responder como verdaderos testigos.
3- Oración de los fieles:
San Pablo nos pide que oremos sin cesar. Presentemos nuestras oraciones al Padre Dios diciendo: que sepamos ser tus testigos, Señor.
- Para que la Iglesia no cese de anunciar la Buena Noticia a los pobres aún en los lugares en que está siendo perseguida.
- Para que los jóvenes no pierdan el rumbo de la vida y puedan dar respuesta a la pregunta por su identidad.
- Para que los niños puedan vivir la infancia llenos de alegría, conociendo a Jesús y anunciándolo con sencillez.
- Para que los pobres, enfermos y marginados reciban la salvación de Dios y la mano concreta de los hermanos.
4- Ofrendas:
Pongamos sobre la mesa del altar nuestras ofrendas de pan y vino y nuestra colecta generosa, mientras cantamos.
5- Comunión:
Acerquémonos ahora a recibir a Jesús, la Luz de nuestra vida. Lo hacemos cantando de corazón.
6- Despedida:
Para que nadie se pierda de celebrar esta Navidad con sentido, vayamos a casa comprometidos a dar testimonio de Jesús. Nos despedimos cantando.
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