10 diciembre 2014

Guión Litúrgico 4. Tercer Domingo de Adviento

14 de diciembre 2014 / 3º Domingo de Adviento - Ciclo B

El clima de la Venida definitiva de Jesús se mantiene con un llamado a estar siempre alegres (2a. Lectura).

Pero sin nombrarlo, la liturgia de Adviento nos va acercando al comienzo de la historia humana del Hijo de Dios, a la presencia de Jesús de Nazaret.

Lo presentará un testigo de la luz, un enviado por Dios, un hombre llamado Juan, que no se consideraba digno de desatar la correa de la sandalia de Aquél cuya venida preparaba (Evangelio).

Según el libro de Isaías, el que vendrá tiene el espíritu del Señor y enviado a llevar la buena noticia a los pobres, vendar los corazones heridos, proclamar la liberación a los cautivos, la libertad a los prisioneros y proclamar un año de gracia del Señor. Así germinará la justicia y la alabanza (1a.lectura).

El Salmo es reemplazado hoy por el Canto de la Embarazada de Nazaret. Tampoco se la nombra, pero con ella  se  prepara a la comunidad, alabando la grandeza del Señor, que dispersó a los soberbios de corazón, derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes, colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías (ver Lucas 1,46-55).


La sorpresa está en que los triunfadores y poderosos de aquél entonces y de la sociedad globalizada de hoy son dejados de lado para que los excluidos y abandonados pasen ahora a ocupar el lugar privilegiado.

Isaías, Juan el Bautista y María nos van conduciendo al encuentro del que pronto nacerá.

Bienvenida

Somos invitados a la alegría y a la esperanza.
Juntos con María de Nazaret, la esposa de san José anhelamos la venida del Salvador.
Nos reunimos para cantar las grandezas del Señor, nuestro Dios.
Él levanta a los humildes y a los pobres y derriba a los soberbios y poderosos.

Antes de las lecturas

Las lecturas del libro de Isaías, el Canto de la Virgen María y el testimonio de Juan Bautista son una urgente exhortación a estar preparados porque según la carta a los Tesalonicenses: “El Señor Jesucristo, que nos ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.  

Lecturas bíblicas: Isaías 61, 1-2ª.10-11; Salmo Lc 1, 46-50. 53-54; 1 Tesalonicenses 5, 16-24; Jn 1, 6-8. 19-28

Oración universal

A cada intención respondemos: Ven Señor, Luz del mundo, ven.

-Por la Iglesia para que como el Profeta Isaías anuncie al que es enviado a llevar la buena noticia a los pobres y vendar los corazones heridos. Oremos...

-Por los dirigentes políticos, sociales, económicos y religiosos, para que escuchando el Canto de María estén atentos a los reclamos de los hambrientos y excluidos. Oremos…

-Por los que sufren angustias y necesidades, para que siguiendo el consejo del Apóstol, a pesar de todo, puedan mantener la capacidad de alegría y oración. Oremos…

-Por nosotros, para que como Juan el Bautista, podamos ser testigos de la verdad y de la luz. Oremos…

Presentacion de los dones

Presentamos el pan, el vino, las contribuciones solidarias. Sobre todo, nos presentamos nosotros mismos con la intención de conservarnos irreprochables en todo nuestro ser - espíritu, alma y cuerpo- hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo.

Comunión

Hemos anunciado la muerte del Señor, y hemos proclamado su Resurrección, hasta que vuelva. Ahora también lo compartimos en comunión, alimento de la presencia y la esperanza.

Cantamos...

Envío

Con María cantamos la grandeza del Señor; como Juan el Bautista somos enviados, discípulos misioneros, a dar testimonio de la luz.

Nos despedimos cantando...

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