09 diciembre 2014

Comentario al Evangelio de hoy, 9 diciembre

Adviento es tiempo de espera y esperanza. Hoy Isaías dice: “Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios… Hablad al corazón de Israel…”
Amigo/a, estas palabras son también para ti estés en la situación que estés e interiormente te encuentres en aflicción, duda, pecado, o alegría, paz, tranquilidad… Son palabras que Dios dirige al corazón de sus hijos para que comprendamos que Él está con nosotros en cada momento y circunstancia de la vida; que Él nos acompaña de cerca y está a nuestro lado como un padre con su hijo. No hay mayor y más grata experiencia que sentirse consolado y protegido por alguien en todo momento y situación. Ese amor da seguridad, confianza y firmeza para vivir, luchar y seguir adelante a pesar de todo.

Y termina la lectura presentándonos a Dios como el pastor que apacienta su rebaño, lo reúne, lleva en brazos los corderos y cuida de las madres. ¡Qué  ternura, cariño y delicadeza para con sus ovejas (nosotros)! Al fin de cuentas todos somos sus hijos, ¡y eso es lo fundamental e importante! Para Dios como pastor las ovejas es lo verdaderamente importante.
Jesús en el Evangelio de hoy nos vuelve a hablar del pastor que sale a buscar la oveja perdida y al encontrarla se alegra más por ella que por las noventa y nueve que dejó en el redil. Y termina “Lo mismo vuestro Padre del cielo, no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños”.
Dios nos quiere a todos, cierto, pero hay una predilección especial por “los pequeños”, es decir los necesitados, los pobres, los excluidos, los marginados… El amor de Dios es más tierno y cariñoso con los que más carencias tienen. Y esto lo he vivido yo durante mis años de Misionero en Paraguay, viendo la Providencia de Dios en cada momento del día y cómo actuaba Dios en medio de tanta miseria y pobreza.
En América hoy celebramos a San Juan Diego Cuauhtlatoalzin, el indio santo. Que él y la Virgen de Guadalupe intercedan por toda América en estado de Misión Continental.
José Luis Latorre, Misionero Claretiano

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