01 noviembre 2014

Laudes 1 noviembre 2014


1 de noviembre de 2014, sábado de la semana XXX del Tiempo Ordinario. Todos los Santos. (Solemnidad). 
Oración de la mañana (laudes) 


V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
Por los siglos de los siglos. Amén.

HIMNO
Patriarcas que fuiste la semilla
del árbol de la fe en siglos remotos:
al vencedor divino de la muerte,
rogadle por nosotros.

Profetas que rasgasteis inspirados
del porvenir el velo misterioso:
al que sacó la luz de las tinieblas,
rogadle por nosotros.

Almas cándidas, Santos Inocentes
que aumentáis de los ángeles el coro:
al que llamo a los niños a su lado,
rogadle por nosotros.

Apóstoles que echasteis por el mundo
del la Iglesia el cimiento poderoso:
al que es de verdad depositario,
rogadle por nosotros.

Mártires que ganasteis vuestra palma
en la arena del circo, en sangre rojo:
al que os dio fortaleza en los combates,
rogadle por nosotros.

Vírgenes semejantes a azucenas,
que el venado vistió de nieve y oro:
al que es fuente de la vida hermosura,
rogadle por nosotros.

Monjes que de la vida en el combate
pedisteis paz al claustro silencioso:
al que es iris de calma en las tormentas,
rogadle por nosotros.

Doctores cuyas plumas nos legaron
de virtud y saber rico tesoro:
al que es raudal de ciencia inextinguible,
rogadle por nosotros.

Soldados del ejercito de Cristo
santas y santos todos:
rogadle que perdone nuestras culpas
a Aquel que vive y reina entre vosotros.

Antífona 1: Los santos tienen su morada en el reino del Dios, y allí han encontrado descanso eterno. Aleluya.

SALMO 62. El alma sedienta de Dios
Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
Por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 1: Los santos tienen su morada en el reino del Dios, y allí han encontrado descanso eterno. Aleluya.

Antífona 2: Santos del Señor, bendecid al Señor eternamente.

CÁNTICO: Toda la creación alabe al Señor
Criaturas del Señor, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Angeles del Señor; bendecid al Señor,
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganado, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos.

Antífona 2: Santos del Señor, bendecid al Señor eternamente.

Antífona 3: Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido. Es un honor para todos los fieles.

SALMO 149: Alegría de los santos
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey.

Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes.

Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca
y espadas de dos filos en las manos:

para tomar venganza de los pueblos
y aplicar el castigo a las naciones,
sujetando a los reyes con argollas,
a los nobles con esposas de hierro.

Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus fieles.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
Por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona 3: Alabanza de todos sus fieles, de Israel, su pueblo escogido. Es un honor para todos los fieles.

LECTURA BREVE (Ef 1, 17-18)
El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos.

RESPONSORIO BREVE
V/. Alegraos, justos, y gozad con el Señor. 
R/. Alegraos, justos, y gozad con el Señor. 
V/. Aclamadlo, los de corazón sincero. 
R/. Y gozad con el Señor. 
V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 
R/. Alegraos, justos, y gozad con el Señor. 

Antífona Benedictus: Los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Aleluya

CÁNTICO DE ZACARÍAS
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo,
suscitándonos una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
y de la mano de todos los que nos odian;
ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. 
Para concedernos que libres de temor,
arrancados de la mano de nuestros enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días. 
Y a ti, niño, te llamaran Profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados. 
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas,
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.

Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo. 
Como era en el principio, ahora y siempre, 
Por los siglos de los siglos. Amén.

Antífona Benedictus: Los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. Aleluya

PRECES
Invoquemos con alegría a Dios, corona de todos los santos, y digámosle: 
Sálvanos, Señor, por la intercesión de los santos. 
Dios, fuente de santidad, que has hecho brillar en tus santos las maravillas de tu gracia multiforme, 
— concédenos celebrar tu grandeza en ellos. 
Dios providentísimo y eterno, que nos has hecho ver en tus santos las imágenes más acabadas de tu Hijo 
— haz que, por ellos, nos sintamos más eficazmente movidos a la unión con Cristo. 
Rey de los cielos, tú que nos estimulas a desear la ciudad futura, por medio de los fieles seguidores de Cristo 
— haz que aprendamos de ellos el camino más seguro de alcanzarla.
Oh Dios, tú que, por el sacrificio del cuerpo de tu Hijo, nos unes más íntimamente a los moradores del cielo, 
— aumenta nuestra devoción, para que vivamos más de acuerdo con las exigencias de su culto. 

PADRE NUESTRO

ORACIÓN:
Dios todopoderoso y eterno, que nos has otorgado celebrar en una misma fiesta los méritos de todos los santos, concédenos, por esta multitud de intercesores, la deseada abundancia de tu misericordia y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

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