10 noviembre 2014

Guión Litúrgico 1. Domingo 16 noviembre

16 DE NOVIEMBRE DE 2014
DIA DE LA IGLESIA DIOCESANA
Liturgia de las Horas – Primera Semana del Salterio.

R I T O S    I N I C I A L E S

CANTO DE ENTRADA.
Juntos cantando la alegría, de vernos unidos en la fe y el amor.  Juntos sintiendo en nuestras vidas, la alegre presencia del Señor.

Somos la Iglesia peregrina que El fundó, somos un pueblo que camina sin cesar.  Entre cansancios y esperanzas hacia Dios, nuestro amigo Jesús nos llevará.  
   
SALUDO Y  MONICIÓN.

ACTO PENITENCIAL.

GLORIA.


ORACIÓN COLECTA.
 LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA.
Lectura del libro de los Proverbios 31, 10-13. 19-20. 30-31.

Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Vale mucho más que las perlas.
Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas.
Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida.
Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos.
Extiende la mano hacia el uso, y sostiene con la palma la rueca.
Abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre.
Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza.
Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza. 
     PALABRA DE DIOS

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 127.
Antífona: Dichoso el que teme al Señor.

Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos.  Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien.

Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa; tus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de tu mesa.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.  Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida.  

SEGUNDA LECTURA. 
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 5, 1-6.

En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitáis, hermanos, que os escriba.
Sabéis perfectamente que el día del Señor llegará como un ladrón en la noche.  Cuando estén diciendo: “Paz y seguridad”, entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar.
Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas.
Así pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y despejados.
PALABRA DE DIOS

ALELUYA.
Antífona: Permaneced en mí, y yo en vosotros –dice el Señor-; el que permanece en mí da fruto abundante.   

EVANGELIO.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 25, 14-30.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: “Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco.  El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: ´´Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.``
Su señor le dijo: ´´Muy bien.  Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.``
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: ´´Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.``
Su señor le dijo: ´´Muy bien.  Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.``
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: ´´Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra.  Aquí tienes lo tuyo.``
El Señor le respondió: ´´Eres un empleado negligente y holgazán.  ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses.  Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez.  Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene.  Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.``” 
                   PALABRA DEL SEÑOR

HOMILÍA.

CREDO.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

LITURGIA EUCARÍSTICA

OFERTORIO.
Canto:
Te ofrecemos, Señor, este pan y este vino, que en tu cuerpo y tu sangre quedarán convertidos.

Con el vino y el pan, te ofrecemos el fruto de nuestro trabajo, la ilusión de vivir, el placer y el dolor, la alegría y el llanto.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.

PREFACIO Y SANTO.

PLEGARIA EUCARÍSTICA.

RITO DE LA COMUNIÓN

PADRE NUESTRO.

RITO DE LA PAZ.

CORDERO DE DIOS.

COMUNIÓN.
Canto:
Todos unidos, formando un solo cuerpo, un pueblo que en la Pascua nació. Miembros de Cristo en sangre redimidos, Iglesia peregrina de Dios. Vive en nosotros la fuerza del Espíritu que el Hijo desde el Padre envió. Él nos empuja, nos guía y alimenta, Iglesia peregrina de Dios.

Somos en la tierra semilla de otro reino, somos testimonio de amor. Paz para las guerras y luz para las sombras, Iglesia peregrina de Dios.

Rugen tormentas, y a veces nuestra barca parece que ha perdido el timón. Miras con miedo, no tienes confianza, Iglesia peregrina de Dios. Una esperanza nos llena de alegría: Presencia que el Señor prometió. Vamos cantando, él viene con nosotros, Iglesia peregrina de Dios.

Todos nacidos en un solo bautismo, unidos en la misma comunión. Todos viviendo en una misma casa, Iglesia peregrina de Dios. Todos prendidos en una misma suerte, ligados a la misma salvación. Somos un cuerpo, y Cristo es la cabeza, Iglesia peregrina de Dios.  

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.

Señor Dios, Padre de todos, que eres la fuente de todo amor y de toda vida, que nos has hecho hijos tuyos, hermanos unos de otros y miembros de tu familia: la Iglesia. Tú nos invitas a caminar unidos, ¡Camina con nosotros!
Señor Jesús, Hijo de Dios, enviado del Padre y amigo de los pequeños.  ¡Dirige y acompaña nuestros pasos!  Que tu presencia inspire nuestras iniciativas al servicio de los hombres.  Que tu fuerza anime nuestros compromisos.

Señor Espíritu Santo.  Espíritu del Padre y del Hijo que habitas en el corazón de todo hombre y llenas el Universo.  Ven a purificar, a animar, a unir, y a fecundar nuestra Iglesia de Huesca. 

Virgen María, Madre del Señor.  Acompaña nuestro quehacer diocesano, ayúdanos a ser testigos claros de Jesús ante el mundo.  Danos la alegría y la paz, y haz que nuestra Iglesia diocesana sea fraterna y misionera.  Amén. 

ORACIÓN.

RITO DE CONCLUSIÓN.

BENDICIÓN Y DESPEDIDA.

Canto:
Nos envías por el mundo a anunciar la Buena Nueva. Nos envías por el mundo a anunciar la Buena Nueva.  Mil antorchas encendidas y una nueva primavera. Mil antorchas encendidas y una nueva primavera.
Si la sal se vuelve sosa ¿quién podrá salar el mundo? Si la sal se vuelve sosa ¿quién podrá salar el mundo?  Nuestra vida es levadura, nuestro amor será fecundo. Nuestra vida es levadura, nuestro amor será fecundo. 

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