Domingo 30° durante el año
1-
Entrada:
Reunirnos para
celebrar la Misa es celebrar a Dios y llenarnos de su amor. Así podremos vivir
lo que Él nos enseña y nos pide. Abrámosle nuestro corazón y comencemos
cantando alegremente.
2-
Liturgia de la Palabra:
Hoy Dios nos enseña a
través de las lecturas que el amor a Él y al prójimo van estrechamente unidos.
Dejemos que la Palabra toque nuestro corazón.
3-
Oración de los fieles:
Sabiendo que Dios
escucha el clamor de los que acuden a Él, digámosle con fe: Señor, enséñanos a amar.
- Por
todos los ministros de la Iglesia, para que, como Jesús, enseñen siempre la
centralidad del amor.
- Por
los gobernantes de las naciones, para que prioricen la atención y promoción de
los marginados, ayudándolos a salir de la situación de precariedad con
educación y trabajo.
- Por
los poderosos del mundo, para que no se aprovechen de los débiles, sino al
contrario, los ayuden a progresar.
- Por nuestra
comunidad, para que nuestra vida esté siempre centrada en el doble mandamiento
del amor.
- Por
tantos jóvenes que se pierden en caminos de drogas y delitos, para que
experimentando el amor de Jesús, se conviertan al Dios vivo y verdadero.
4-
Ofrendas:
Como gesto de amor
a Dios y a los hermanos, llevemos al altar las ofrendas del pan y el vino y de
nuestra colecta generosa. Cantemos juntos.
5- Comunión:
Dios es amor y para
amar necesitamos de Él. Recibamos a Jesús en la Comunión y Él nos ayudará a
amar más. Cantemos de corazón.
6-
Despedida:
Queridos jóvenes,
habiéndonos llenado del amor de Dios, vayamos a la vida cotidiana a vivir lo
que Él nos pide. Nos vamos cantando.
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