30 octubre 2014

Misa familiar 2. Domingo 2 de noviembre

MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días a todos y bienvenidos a la Eucaristía. Hoy vamos a recordar a todos nuestros seres queridos, familiares y amigos, que han muerto. A lo mejor son nuestros abuelos, o nuestros tíos o tías, o algún familiar cercano, o algún amigo nuestro. Le pedimos a Dios que les abra las puertas de su casa para que puedan estar a gusto con Él. Empezamos nuestra celebración con el canto inicial.

PETICIONES DE PERDÓN

1. Señor, te pedimos perdón porque perdemos la esperanza cuando nos pasan cosas malas. Señor, ten piedad.

2. Jesús, te pedimos perdón porque no nos acordamos de que Tú resucitaste para que todos tengamos Vida Eterna. Cristo, ten piedad.

3. Padre, te pedimos perdón porque pensamos mal de Ti cuando alguien se muere. Señor, ten piedad.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

Esta primera lectura que vamos a leer ahora nos dice que a Dios no se le quitan las ganas de vernos nunca y que su misericordia y su compasión no se acaban, así que tenemos que tener mucha esperanza y poner toda nuestra confianza en Él. Vamos a escucharla con atención.


LECTURA DEL LIBRO DE LAS LAMENTACIONES

Me han arrancado la paz, y  ni me acuerdo de la dicha;

me digo: «Se me acabaron las  fuerzas y mi esperanza en el Señor.»

Fíjate en mi aflicción y en  mi amargura, en la hiel que me envenena;

no hago más que pensar en  ello, y estoy abatido.



Pero hay algo que traigo a  la memoria y me da esperanza:

que la misericordia del  Señor no termina y no se acaba su compasión;

antes bien, se renuevan cada  mañana: ¡qué grande es tu fidelidad!



El Señor es mi lote, me digo,  y espero en él.

El Señor es bueno para los  que en el esperan y lo buscan;

es bueno esperar en silencio  la salvación del Señor.

PALABRA DE DIOS

SALMO RESPONSORIAL

R.- Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

Desde lo hondo a ti grito,  Señor: 

Señor, escucha mi voz; 

estén tus oídos atentos 

a la voz de mi súplica. R.



Si llevas cuenta de los  delitos, Señor, 

¿quién podrá resistir? 

Pero de ti procede el perdón 

y así infundes respeto. R.



Mi alma espera en el Señor, 

espera en su palabra; 

mi alma aguarda al Señor, 

más que el centinela la  aurora. R.



Aguarde Israel al Señor, 

como el centinela la aurora; 

porque del Señor viene la  misericordia, 

la redención copiosa; 

y él redimirá a Israel 

de todos sus delitos. R.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA Y AL EVANGELIO

En esta segunda lectura, San Pablo nos dice que, cuando Jesús murió y resucitó, le ganó la batalla a la muerte por Él y por nosotros, para que podamos también nosotros resucitar y estar con Él para siempre.

Precisamente Jesús nos dice en el evangelio que en su casa hay sitio para todos nosotros y que no le cierra la puerta a nadie que quiera entrar. Vamos a escuchar estas lecturas con mucha atención.

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS

Hermanos:

Los que por el Bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte.

Por el Bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva.

Porque, si nuestra existencia está unida a él en una muerte como la suya, lo estará también en una resurrección como la suya.

Comprendamos que nuestra vieja condición ha sido crucificada con Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecadores y nosotros libres de la esclavitud al pecado; porque el que muere ha quedado absuelto del pecado.

Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él.

PALABRA DE DIOS

PETICIONES

1. Por la Iglesia, para que no deje de anunciar con alegría que Jesús ha resucitado y que es una Buena Noticia para todos nosotros. Roguemos al Señor.

2. Por todos los hombres y mujeres de buena voluntad, por todos los que quieren vivir la vida con generosidad y espíritu abierto a los demás. Roguemos al Señor.

3. Por nuestros familiares y amigos difuntos, por todas las personas queridas que nos han dejado, para que estén muy felices con Dios en el cielo. Roguemos al Señor.

4. Por nosotros, niños y niñas de todo el mundo, para que nos acordemos de rezar siempre por nuestros familiares que han muerto, y para que no perdamos nunca la esperanza y la confianza en Dios. Roguemos al Señor.

5. Por todos los que hemos venido hoy a esta misa, para que tengamos fe en que en Jesús está la resurrección y la vida, y amor para ser sus testigos en medio del mundo. Roguemos al Señor.

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