15 octubre 2014

Hoy es 15 de octubre, miércoles de la XXVIII semana de Tiempo Ordinario, festividad de Santa Teresa de Jesús.

Hoy es 15 de octubre, miércoles de la XXVIII semana de Tiempo Ordinario, festividad de Santa Teresa de Jesús.
Señor, seréname por dentro. Ayúdame a descubrir la verdad de tus palabras. Tú puedes hacerme crecer cada día con tu evangelio. Dame una mente abierta y lúcida. Dame un corazón humilde y valiente. Te lo pido, Señor.
La lectura de hoy es del evangelio de Lucas (Lc 11, 29-32):
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.»

Señor, hoy te veo dolido por la incredulidad de la gente. Te veo removiendo los corazones duros que no quieren creer. Llevas tiempo anunciando la buena noticia, curando enfermos y sin embargo, tu pueblo sigue sin creer. A mí también me cuesta creer. Me cuesta fiarme y pido signos. Me cuesta creer sólo en ti, en tu palabra, en tu vida.
Jonás y Salomón son personajes pasados. Uno es profeta, el otro es rey. Tú eres más que ellos. Tu lógica es distinta. Eres profeta y no haces signos cuando te los pides con arrogancia. Eres rey y no te impones con poder. Señor, me gustaría comprender tu modo de hacer las cosas. Me gustaría conocerte internamente para seguirte más de cerca.
Vuelvo a leer el texto y me dejo remover por tus palabras. Ayúdame a creer en ti, en tu palabra desnuda. Enséñame a no exigirte sino a seguirte con gratuidad y confianza.
Hoy la iglesia conmemora a Santa Teresa de Jesús. Ella supo encontrar en Jesús lo único necesario. No pedía más signos. Tomando sus palabras, puedo desear con todo el corazón: sólo Dios basta.
Nada te turbe
Nada te turbe,
nada te espante
todo se pasa,
Dios no se muda,
la paciencia todo lo alcanza,
quien a Dios tiene
nada le falta
sólo Dios basta.
Teresa de Jesús
Gloria al Padre,
y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

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