LITURGIA DEL DOMINGO 28 DEL TIEMPO ORDINARIO “A”
12 DE OCTUBRE DE 2014
Donde no se celebra la Virgen del Pilar como Solemnidad.
Liturgia de las Horas – Cuarta Semana del Salterio
R I T O S I N I C I A L E S
CANTO DE ENTRADA.
Esta es tu fiesta, Señor; es nuestra fiesta; esta es la fiesta en el día del Señor, esta es tu fiesta, Señor, es nuestra fiesta; esta es la fiesta que nos une en el amor.
Y cantaremos nuestro gozo y alegría de estar unidos en un mismo corazón. Comulgaremos tu Palabra porque es vida, comulgaremos con tu pan porque es amor.
SALUDO Y MONICIÓN.
ACTO PENITENCIAL.
GLORIA.
ORACIÓN COLECTA.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA.
Lectura del libro de Isaías 25, 6-10a.
Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos.
Y arrancará en este monte el velo que cubre a todos los pueblos, el paño que tapa a todas las naciones.
Aniquilará la muerte para siempre.
El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y el oprobio de su pueblo lo alejará de todo el país. –Lo ha dicho el Señor.
Aquél día se dirá: “Aquí está nuestro Dios, de quien esperábamos que nos salvara; celebremos y gocemos con su salvación. La mano del Señor se posará sobre este monte.”
PALABRA DE DIOS
SALMO RESPONSORIAL. Salmo 22.
Antífona: Habitaré en la casa del Señor por años sin término.
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.
Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.
SEGUNDA LECTURA.
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses 4, 12-14. 19-20.
Hermanos:
Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación. Todo lo puedo en aquel que me conforta. En todo caso, hicisteis bien en compartir mi tribulación.
En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su espléndida riqueza en Cristo Jesús.
A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
PALABRA DE DIOS
ALELUYA.
Antífona: El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama.
EVANGELIO.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 22, 1-14.
En aquel tiempo, de nuevo tomó Jesús la palabra y habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo. Mandó criados para que avisaran a los convidados a la boda, pero no quisieron ir. Volvió a mandar criados, encargándoles que les dijeran: ´´Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda.``
Los convidados no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás les echaron mano a los criados y los maltrataron hasta matarlos.
El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad. Luego dijo a sus criados: ´´La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.``
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: ´´Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin vestirte de fiesta?``
El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los camareros: ´´Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.``
Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.”
PALABRA DEL SEÑOR
HOMILÍA.
CREDO.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
LITURGIA EUCARÍSTICA
OFERTORIO.
Canto:
Bendito seas, Señor, por este pan y este vino que generoso nos diste para caminar contigo, y serán para nosotros alimento en el camino.
Te ofrecemos nuestro barro que oscurece nuestras vidas y el vino que no empleamos para curar las heridas.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.
PREFACIO Y SANTO.
PLEGARIA EUCARÍSTICA.
RITO DE LA COMUNIÓN
PADRE NUESTRO.
RITO DE LA PAZ.
CORDERO DE DIOS.
COMUNIÓN.
Canto:
Donde hay caridad y amor, allí está el Señor, allí está el Señor.
Una sala y una mesa, una copa, vino y pan, los hermanos compartiendo en amor y en unidad. Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor, celebramos su memoria y la entrega de su amor.
Invitados a la mesa del banquete del Señor, recordamos su mandato de vivir en el amor. Comulgamos en el Cuerpo y en la Sangre que él nos da, y también en el hermano si lo amamos de verdad.
Este pan que da la vida y este cáliz de salud nos reúne a los hermanos en el nombre de Jesús. Anunciamos su memoria, celebramos su pasión, el misterio de su muerte y de su resurrección.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.
Gracias, Señor, por quedarte junto a nosotros hecho alimento, para el camino.
Gracias por las llamadas que continuamente nos haces a participar del banquete de la Eucaristía, unidos como hermanos.
Ayúdanos a vivir cada día como verdaderos hijos tuyos, atentos a las necesidades de los que nos rodean y con un corazón abierto a tus llamadas.
Rompe nuestro egoísmo, nuestra comodidad, nuestra tibieza, que muchas veces nos impiden acudir a tus llamadas, de forma que, siempre estemos preparados y dispuestos, para acudir dignamente al banquete definitivo.
ORACIÓN.
RITO DE CONCLUSIÓN.
BENDICIÓN Y DESPEDIDA.
Canto. (EN ESTE DÍA EN QUE SE CELEBRA LA VIRGEN DEL PILAR, PUEDE TERMINARSE CANTANDO EL HIMNO A LA VIRGEN DEL PILAR O UN CANTO A LA VIRGEN.)
Id por el mundo y proclamad la Buena Nueva del Señor: Dios es amor, liberación, y de los hombres salvación. Dios es amor, liberación, y de los hombres salvación.
Cristo nos une en su altar. Él nos ofrece su pan. Su Palabra es verdad y su manjar fraternidad. Su Palabra es verdad y su manjar fraternidad.
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