21 octubre 2014

Guión Litúrgico 2. Domingo 30º T.O. 26 de octubre

DOMINGO 26 DE OCTUBRE DE 2014
DOMINGO XXX DURANTE EL AÑO

PREPARACIÓN: 
Antes de la salida del celebrante

Celebramos hoy el domingo trigésimo del tiempo ordinario, y nos reunimos para la celebración del misterio de nuestra salvación. El misterio de Cristo, verdadero Dios que, ocultó su gloria en la oscuridad de la pobreza y de la cruz y, hasta su retorno mantiene oculta su gloria en la persona de los pobres y humillados, en quienes queda presente entre nosotros de una manera singular.

AMBIENTACIÓN: 
Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

El Señor nos recuerda la ley fundamental que tenemos como Pueblo de Dios: el amor a Él y al prójimo por amor a Dios. Y su palabra nos dice hoy muy claramente, que es nuestro deber el preocuparnos para que el mundo no olvide a Dios, aceptándolo y amándolo por encima de todo; pero para que tampoco se olvide de cada uno de los hijos suyos, sobre todo de los más pobres y necesitados.

1ª. LECTURA:  ((Ex 22, 10-26)     (Ver texto)

Ya en el Antiguo Testamento, Dios se muestra severo en cuanto al amor al prójimo, amor que debe hacerse servicio y ayuda generosa.


SALMO RESP.:      (17,  2-4.  47. 51ab)    (Ver texto)

                    R.     Yo te amo, Señor, mi fortaleza.

2ª. LECTURA:     (1 Tes 1, 5c-10)     (Ver texto)

San Pablo elogia a la comunidad de los tesalonicenses, poniendo su ejemplo de vocación misionera para todas las comunidades de todos los tiempos.

EVANGELIO:    (Mt 22, 34-40)    (Ver texto)

Escuchemos en el santo Evangelio, al mismo Jesús que nos habla y nos manifiesta que el amor al prójimo no es otra cosa, sino el mismo amor a Dios.

ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Y ahora queridos hermanos, siguiendo las palabras del mismo Jesús, que nos enseña que debemos orar siempre, sin desanimarnos, presentemos al Padre nuestras peticiones.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"POR CRISTO, ESCÚCHANOS SEÑOR"

v Padre, te pedimos por tu Iglesia y el Papa Francisco, para que imitando su ejemplo descubramos que el camino a tu Reino pasa por el amor a ti, y por ti el amor a cada uno de nuestros hermanos, oremos…

v Padre, te pedimos para que nuestra comunidad diocesana asuma el nuevo estilo de vida, con valores nuevos que nos lleven a vivir en comunión con los excluidos, los marginados, los preferidos tuyos, oremos, oremos…

v Padre, te pedimos por nuestra patria, para que todos trabajemos decididamente para que en esta tierra ya nunca más haya quien tenga hambre, no encuentren trabajo o no tenga techo, oremos…

v Padre, te pedimos por los que sufren, para que tomemos conciencia que tú eres el enfermo, el hambriento, el que pasa frío, y que el amor hacia nuestro hermano necesitado es el amor hacia ti, oremos…

v Padre, te pedimos por nuestra comunidad, para que dejando de lado nuestros ídolos, y volviéndonos hacia ti, que eres amor, te amemos en cada uno de nuestros hermanos, oremos…

CELEBRANTE:

Padre bueno, agradeciéndote tu amor, te pedimos que acojas favorablemente nuestras súplicas, y siendo siempre fieles a tu amistad, vivamos permanentemente según tu voluntad de amor universal. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Este es el momento preciso en que, junto al pan y el vino, debemos presentar al Padre, nuestro sincero compromiso a amarlo por sobre todo, y amarlo especialmente en cada hermano necesitado.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Iniciamos ahora la gran plegaria de acción de gracias; es el momento más importante de la Misa, porque ahora proclamamos, dando gracias, el amor de Dios vivo, presente en nuestras vidas.

COMUNIÓN:

Recibamos ahora el Cuerpo del Señor, por el que entramos en una íntima comunión con Él y con cada uno de nuestros hermanos que participan de este mismo alimento, que nos anticipa ya, el banquete eterno.

DESPEDIDA:


Concluyamos nuestra celebración con un compromiso: amar a Dios por encima de todo, convirtiendo nuestras vidas para poder transformar la injusticia en justicia, la ausencia de solidaridad en solidaridad, la desigualdad en fraternidad.

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