11 septiembre 2014

Vuestras reflexiones...Muerte que vence a la muerte de Antonio Martínez

MUERTE QUE VENCE A LA MUERTE
“Estar al lado.../ del hermano que no tiene fuerzas,/ del que avanza triste y cargado,/ del que se queda caído en la orilla,/ del que no puede curar sus heridas,/ del que no sabe hacia dónde camina./ Estar al lado, aunque no lo sepamos./ Estar al lado.../ de la situación que nos abruma,/ de la emergencia que surge cada día,/ de lo inesperado que nos desborda,/ de lo que todos dejan pasar de largo,/ de lo que se esconde para que no se vea./ Estar al lado.../ de este mundo que es el nuestro,/ de esta realidad que es la nuestra,/ de este momento que es el nuestro,/ de esta Iglesia que es la nuestra,/ de este proyecto que nos hace hermanos./ Estar al lado.../ de lo que está desfigurado,/ de lo que no tiene voz ni peso,/ de lo que clama abatido,/ de lo que es rechazado por todos,/ de lo que se siete perdido./ Estar al lado.../ de lo que Tú sabes y conoces,/ de lo que Tú quieres tiernamente,/ de lo que Tú buscas a cualquier hora,/ de lo que Tú nos propones,/ de lo que Tú estás siempre./ Estar al lado.../ humildemente, como nos enseñaste,/ sin arrogarnos privilegios,/ con el corazón tierno y atento,/ como el último de tus amigos,/ pero sintiéndonos tus elegidos./ Estar al lado.../ como hermanos solidarios,/ como anónimos creyentes,/ como hijos queridos,/ como aprendices de discípulo,/ como compañeros de camino./ Estar siempre a tu lado,/ sin importarnos si es a la derecha,/ a la izquierda, detrás o centrados;/ hacer lo que Tú nos digas,/ y si es preciso beber el cáliz, beberlo./ por defender la dignidad de todas las personas./ Hacer oídos sordos a las sirenas/ que nos cantan y alaban,/ y a las madres todas que nos defienden/ y nos llevan todavía en la entrañas;/ salir de nuestras pequeñas cuevas/ y exponernos a tu palabra clara y llana./ Estar a tu lado, aunque no lo sepamos.” (Florentino Ulibarri)

Su muerte fue consecuencia inevitable
de su vida,
compromiso por mantener en nuestros caminos
las mismas actitudes
que le llevaron a su muerte
dando vida;


Muerte cruel, sin duda,
como tantas muertes  que nos cercan
día a día,
recordando sus agonías en la suya,
a la cruz le llevó
su manera de ser y actuar;

su padre, ¿qué papel jugó?:
no la planeó,
no fue el pago de un rescate por nuestros pecados,
ni la permitió, ni la esperó,
no tuvo nada que ver
y, al mismo tiempo,
fue causa de su muerte,
al ser motor de toda su existencia:
en compromisos y decisiones,
en rupturas con los antiguos preceptos y sus injusticias;

En su muerte
quedó vencida la muerte,
ganó la vida,
mató el egoísmo
al entregarse a los demás
hasta la misma muerte.

Denunciemos a los “crucificadores” actuales:
poderosos, en tantas ocasiones las mismas religiones,
algunas ONGs corruptas en sus potestades y dignatarios,
todos ellos utilizan los sentimientos más íntimos
y sagrados de las personas o su buena voluntad
para seducir, manipular e incluso explotar a la gente.

¿Quién es un corruptor corrompido?:
aquell@s que utilizando
benéficos principios
los trastocan en beneficio propio
bajo el sello de cruces carmesí
(Antonio Martínez. A los crucificados por algunas ONGs con fines sociales)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario