19 septiembre 2014

Oración de los fieles (XXV Domingo de Tiempo Ordinario)

Al acercarnos a ti, Padre, sabemos que tu bondad está mucho más allá de lo que nosotros podemos imaginar. Por eso nuestras palabras y deseos se quedan siempre cortos. Pero confiamos precisamente en esa bondad tuya y nos atrevemos a pedirte con nuestra boca pequeña:
• Por la Iglesia, para que sea siempre mensajera de tu bondad superando la pequeñez del horizonte en el que siempre corre el riesgo de encerrarse. Que abra puertas y ventanas y sepa poner luz en las oscuridades en que nos movemos.
• Por nuestro mundo. Que logremos encontrar un sistema que supere lo que solemos llamar “justicia” y donde cada uno reciba según su necesidad, no según sus limitadas posibilidades.
• Por todos los que padecen la tragedia del paro. Por todas las familias que han agotado sus recursos materiales. Que haya oportunidad de vida para todos. Que todos tengamos un trabajo digno.
• Por nuestras comunidades. Que nuestra espiritualidad no sea un simple contrato laboral contigo, en el que lo que nos interesa es sólo nuestra “paga” y no la viña en la que Tú trabajas.
• Para que cada uno de nosotros, creyentes, recuperemos el deseo de Dios, el deseo de Ti y, simultáneamente vivamos comprometidos con tu Reino en la tierra. Que sepamos compaginar utopía y realismo.
Acoge, Padre, nuestras peticiones y deseos. Que tu bondad ilumine el mundo que entre todos vamos construyendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario