15 septiembre 2014

Moniciones 2. Domingo 25º T.O. 21 de septiembre

Queremos daros, queridos hermanos y hermanas, una muy especial bienvenida a la Eucaristía de este domingo 25 del Tiempo Ordinario. Vamos a aprender hoy algo que es fundamental para nuestras vidas. Y que no es otra cosa que comprender que nuestros caminos no son los de Dios. Y que tenemos que dejar a Dios ser Dios y no una herramienta capirchosa a nuestro servicio. Jesús de Nazaret en la famosa parábola del viñador que sale a contratar sucesivamente obreros nos muestra que la misericordia de Dios está siempre dispuesta a admitir a quien quiera ir a trabajar con Él a la viña, no teniendo especial mérito si se incorporara antes o después.



MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- En la primera lectura, el profeta Isaías nos invita a buscar al Señor, pero para ello nos habla de exigencia y "abandono". Se trata, por tanto, de buscarlo desde la conversión, abandonando nuestras seguridades, nuestros esquemas, nuestras certezas. Creyente, no es el que dice saber quien es Dios, sino el que cada día se arrodilla delante de El para preguntarle: “Señor, ¿Quién eres?” Pues sólo en presencia del Señor, se puede intuir que sus planes no son nuestros planes.

S.- El salmo 144 es de los llamados alfabéticos y es un canto de alabanza a Dios. Su inspiración literaria viene de otros salmos y era considerado por los judíos contemporáneos de Jesús como uno de los grandes poemas de alabanza a Yahvé compuestos por el Rey David. La realidad es que el salmista expresa, con maestría, su gozo ante esa gran realidad que es la grandeza y la ternura de Dios, Nuestro Padre y Padre de la toda la creación.

2.- Pablo en la segunda lectura, sacada de la Carta los Filipenses, afirma lo mismo que el profeta Isaías, con esta hermosa declaración: "Para mí la vida es Cristo" ¿Podríamos decir nosotros, de verdad, que Cristo es lo único que cuenta en nuestra vida? Muchas veces, y aún a pesar nuestro, tenemos que reconocer que lo que cuenta en nuestras vida es todo lo demás, no Cristo. Iniciamos, hoy, la lectura de cuatro fragmentos sucesivos de esta epístola paulina.

3.- En el evangelio de Mateo se nos ofrece el Reino, pero no como un salario, sino como un regalo que Dios ofrece a todos por amor. Al oírlo deberíamos preguntarnos: ¿quiero ir yo a trabajar a la viña del Señor? ¿Qué pienso de los que vienen detrás? ¿Cómo rindo en el trabajo que se me ha encomendado? ¿Lo hago bien, regular, mal? ¿Me hago el distraído para que trabajen los demás? Qué la Eucaristía de hoy nos ayude a responder a esas preguntas.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Breve, brevísima, oración por la paz, compuesta por nuestro gran místico San Juan de la Cruz. Creemos que es especialmente adecuada para estos momentos inmediatamente posteriores a haber recibido a Jesús Sacramentado.

ORACIÓN POR LA PAZ

Oh, Bendito Jesús, 

haz que mi alma 

se aquiete en ti.



Permite que tú poderosa calma 

reine en mí. 

Gobiérname, 

oh, Rey de la Calma, 

Rey de la Paz.

Exhortación de Despedida

La enseñanza de hoy es que hemos de confiar plenamente en Dios y no querer imponerle nuestros planes y deseos. Hemos aprendido hoy el sentido de la frase de Santa Teresa de Jesús: “Dios escribe derecho con renglones torcidos”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario