05 septiembre 2014

Érase una vez... El ciego



Érase una vez un ciego muy hábil para reconocer al tacto cualquier animal al alcance de su mano, diciendo de qué especie era. Le
presentaron un día un lobezno, lo palpó y quedó indeciso.
- No acierto - dijo -, si es hijo de una loba, de una zorra o de otro animal de su misma cualidad; pero lo que sí sé es que no ha nacido para vivir en un rebaño de corderos.

Moraleja: La naturaleza de la maldad se puede notar en una sola de sus características.

Autor del cuento: Fábula de Esopo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario