05 agosto 2014

Guión Litúrgico 2-XIX Domingo del T.O. 10 de agosto

10 DE AGOSTO DE 2014
(Donde no se celebre la Solemnidad de San Lorenzo)
Liturgia de las Horas – Tercera Semana del Salterio.

R I T O S    I N I C I A L E S

CANTO DE ENTRADA.

Juntos cantando la alegría, de vernos unidos en la fe y el amor.  Juntos sintiendo en nuestras vidas, la alegre presencia del Señor.


Somos la Iglesia peregrina que El fundó, somos un pueblo que camina sin cesar.  Entre cansancios y esperanzas hacia Dios, nuestro amigo Jesús nos llevará.


SALUDO Y MONICIÓN.

ACTO PENITENCIAL.

GLORIA.

ORACIÓN COLECTA.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA.
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9a. 11-13a.

En aquellos días, cuando Elías llegó al Horeb, el monte de Dios, se metió en una cueva donde pasó la noche.  El Señor le dijo: “Sal y ponte de pie en el monte ante el Señor.  ¡El Señor va a pasar!”
Vino un huracán tan violento que descuajaba los montes y hacía trizas las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento.  Después del viento, vino un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto.  Después del terremoto, vino un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego.
Después del fuego, se oyó una brisa tenue; al sentirla, Elías se tapó el rostro con el manto, salió afuera y se puso en pie a la entrada de la cueva.
     PALABRA DE DIOS

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 84.
Antífona: Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.

Voy a escuchar lo que dice el Señor: “Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.”  La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará en nuestra tierra.

La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo.

El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto.  La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos. 

SEGUNDA LECTURA. 
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos 9, 1-5.

Hermanos:
Digo la verdad en Cristo; mi conciencia, iluminada por el Espíritu Santo, me asegura que no miento.  Siento una gran pena y un dolor incesante, en mi corazón, pues por el bien de mis hermanos, los de mi raza según la carne, quisiera incluso ser un proscrito lejos de Cristo.
Ellos descienden de Israel, fueron adoptados como hijos, tienen la presencia de Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas.  Suyos son los patriarcas, de quienes, según la carne, nació el Mesías, el que está por encima de todo: Dios bendito por los siglos. Amén.
PALABRA DE DIOS

ALELUYA.
Antífona: Espero en el Señor, espero en su palabra. 

EVANGELIO.
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 14, 22-33.

Después que la gente se hubo saciado, Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
Y, después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar.  Llegada la noche, estaba allí solo.
Mientras tanto, la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario.  De madrugada se les acercó Jesús, andando sobre el agua.  Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, pensando que era un fantasma.
Jesús les dijo en seguida: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!”
Pedro le contestó: “Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.”
Él le dijo: “Ven.”
Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: “Señor, sálvame.”
En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: “¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?”
En cuanto subieron a la barca, amainó el viento.
Los de la barca se postraron ante él, diciendo: “Realmente eres Hijo de Dios.”
                   PALABRA DEL SEÑOR

HOMILÍA.

CREDO.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

LITURGIA EUCARÍSTICA

OFERTORIO.
Canto:
Te ofrecemos Señor, lo que nos diste Tú.

La fe que sembraste en todos los hombres, el amor y la esperanza que llenan la vida.

El pan en las manos de tu sacerdote, el cáliz que ofrece por todos los hombres.   

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.

PREFACIO Y SANTO.

PLEGARIA EUCARÍSTICA.

RITO DE LA COMUNIÓN

PADRE NUESTRO.

RITO DE LA PAZ.

CORDERO DE DIOS.

COMUNIÓN.
Canto:
Si vienes conmigo y alientas mi fe, si estás a mi lado a quien temeré. (Bis)

A nada tengo miedo, a nadie he de temer, Señor, si me protegen tu amor y tu poder.  Me llevas de la mano, me ofreces todo bien.  Señor, Tú me levantas, si vuelvo a caer.

¡Qué largo mi camino! ¡qué hondo mi dolor!  Ni un árbol me da sombra ni escucho una canción.  ¿Será que a nadie puedo mirar ni sonreír?  Señor, Tú solo quedas, Tú solo junto a mí.

En cosas que se mueren yo puse el corazón.  Fue tierra mi tesoro, fue vana mi ilusión.  En cosas que se mueren me voy muriendo yo, Tú solo vives siempre, Tú solo mi Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.

Gracias, Señor, por estar siempre a nuestro lado.  Ahora ya no puedes estar más cerca, te llevamos en el corazón.

Señor, como Pedro, somos frágiles.  Tú nos conoces bien.  Ante cualquier adversidad tenemos muchas dudas, nos tambaleamos.

Te buscamos con frecuencia, pero no te reconocemos.  Te esperamos en acontecimientos importantes y te muestras en el silencio...  Nos desconciertas.

Pero también como los apóstoles queremos confesar: «Realmente eres Hijo de Dios».

Desde nuestra pequeñez, queremos seguir remando en la barca de tu Iglesia, con la confianza de que Tú nunca nos abandonas

ORACIÓN.

RITO DE CONCLUSIÓN.

BENDICIÓN Y DESPEDIDA.

Canto:
Id amigos por el mundo, anunciando el amor, mensajeros de la vida, de la paz y el perdón, sed amigos, los testigos de mi resurrección, id llevando mi presencia, con vosotros estoy. 

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