18 julio 2014

Reflexión para el Domingo 20 de julio

Los valores del Reino:
(3) LA TOLERANCIA
¿Podemos decir que Jesús fue “tolerante”? Por supuesto, lo fue con sus mismos discípulos, que no acababan de entender (Mc 8, 14-21), con Santiago y Juan 10, 35-40), pero también con los pecadores (Jn 8,1-11), porque Dios –decía Jesús- hace salir el sol sobre buenos y malos, y llover sobre justos e injustos... (Mt 5, 45). Por eso Jesús nos habló también de la paciencia, del trigo y la cizaña y del esperar un año más para ver si la higuera da frutos...(Lc 13,6-9). Y nos habló de la inclusión de aquellos que, precisamente, eran excluidos por la sociedad de aquel momento: Mateo (Mt 9, 9-13), el leproso (Mc 1,40-45), la pecadora (Lc 7, 36-50; Jn 8, 1-11), etc. 
LA ROSA Y EL SAPO
Había una vez una rosa roja muy bella; se sentía de maravilla por saber que era la rosa más bella del jardín. Un día comprendió que la gente la miraba sólo de lejos y no se acercaba a ella. Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro, y que por eso nadie se acercaba a verla de cerca.
Indignada ante lo descubierto, le ordenó al sapo que se fuera de inmediato. El sapo, muy obediente, dijo:
- Está bien, si así lo quieres.
Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al verla totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. Le dijo entonces:
- ¡Vaya! ¡Qué mal te veo! ¿Qué te pasó?
La rosa contestó:
- Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual.
El sapo sólo contestó:
- Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín.

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