Jesús nos ha dicho que quien busca, encuentra y quien pide, recibe. Así nos presentamos ante ti, Padre, como pedigüeños confiados, para expresarte nuestros deseos:
• Que la Iglesia se mantenga en la alegría o la recupere si la perdió, para que pueda anunciar el Evangelio como una noticia buena para el mundo.
• Por todas las personas que viven en la resignación y han dejado de buscar, vencidos por el fatalismo. Quer recuperen la capacidad de soñar.
• Para que nosotros, los creyentes en Jesús, no perdamos la capacidad de sorprendernos y vivamos abiertos a la novedad del Reino que se hace presente en cualquier momento, en medio de la vida de cada día.
• Para que realmente hagamos la experiencia del encuentro con Jesucristo y sea éste el tesoro en función del cual vivamos todo lo demás.
• Que seamos unos cristianos alegres y esperanzados, sin falsos optimismos ni pesimismos, testigos creíbles para una nueva evangelización.
Te presentamos, Padre, estos nuestros deseos y ponemos toda nuestra confianza en ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario