11 abril 2014

Moniciones 2. Jueves Santo

MONICIÓN DE ENTRADA

Nos reunimos esta tarde para celebrar la fiesta del amor. Y hemos de, antes de empezar, dejar nuestras rencillas o diferencias. Debemos ir a reconciliarnos con nuestro hermano antes de poner la ofrenda sobre el altar, esto nos lo dice la Escritura.
Tenemos que admitir, y grabarlo fuertemente, en nuestras almas y nuestros corazones que Jesús nos ama inmensamente a todos y elige el día de Jueves Santo para declararnos su amor. Jesús no puede guardar más tiempo ese amor sin que nadie lo conozca. Tiene que gritarlo a los cuatro vientos para que no le estalle el corazón. El lugar que elige para ello es la mesa. Como alimentos, el pan y el vino. No hay lujos, no hay ostentación. Lo más cotidiano, lo más sencillo, lo menos costoso, lo más asequible a todos los hombres. En esta sencillez se revela, se declara, abre su corazón... y nos entrega su amor. Por eso, en la mesa del Cenáculo, se hace pan: para saciar el hambre de todos los hombres, para acompañar tantas soledades, para que todo el que lo necesite pueda disponer de Él. La vida de Cristo: entregada, ofrecida, puesta al servicio de todos... Imposible entender la eucaristía con un corazón egoísta. Y unido a todo ello, una súplica. Vivid, amad, trabajad, esforzaos por hacer la voluntad de mi Padre. Porque, cuando hagáis esto, entenderéis lo que os pido: "Que os améis unos a otros como yo os he amado”.Y él que lo sabe nos lava los pies a todos.

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- La primera lectura esta sacada del Libro del Éxodo nos habla de las prescripciones que Moisés dio a los judíos para celebrar la Cena Pascual y donde se da especial importancia a la “Víctima sin mancha”. Y así Moisés profetiza sobre Jesús.

S.- El Salmo 115 es un cántico de alabanza para el Señor que nos ha salvado. Originariamente los judíos lo utilizaban como plegaria de acción de gracias por las enfermedades curadas. Nosotros hoy debemos esperar la curación de manos de Jesús que ha instituido la Eucaristía para nuestra salud eterna.

2.- El breve texto de la Carta de la Carta de San Pablo a los Corintios –que es nuestra segunda lectura—contiene el texto más antiguo sobre la institución de la Sagrada Eucaristía. Y sus palabras son hoy parte del rito de la Consagración. Importante texto que hemos de escuchar con especial atención y recogimiento.

3.- Jesús, según narra el Evangelio de Juan, en la escena del lavatorio de los pies lo que hace es ofrecer amor sin límite y quiere decirnos algo nuevo a nosotros que nos hemos reunido con Él para celebrar la pascua. “Mirad, yo no sólo vine para dar pan a los hambrientos, he venido a ser pan para todos; por eso quiero hacerme pan, para entrar en cada uno de vosotros a daros fuerza para que no os desborde lo que vendrá mañana. Al mundo de hoy todo esto le resulta difícil entenderlo, pero sólo éste es el verdadero amor. Para amar en serio hay que despreciar los puestos de honor, hay que doblar las rodillas para servir, hay que levantar las manos para dar. “Sabed que Yo os he amado hasta el extremo. Haced vosotros lo mismo”

MONICIÓN ANTES DEL LAVATORIO

Hemos escuchado las lecturas y hemos escuchado muy atentamente la homilía del sacerdote. Hemos oído como Jesús de Nazaret, haciendo una gran prueba de amor, lavó los pies a sus discípulos. En tiempos de Jesús solo lavaban los pies a otros los esclavos. Y Jesús ha querido dar esa lección a sus discípulos. Hoy quien preside la Eucaristía toma la jofaina y la toalla y se dispone a la lavar los pies a estos hermanos nuestros que representan al pueblo de Dios. Ojalá entendamos bien este signo y nos dispongamos a imitar a Jesús sirviendo a nuestros hermanos. Él vino a servir y no a que le sirvieran. ¿Y nosotros…?

MONICIÓN ANTES DE LA RESERVA

Hemos dispuesto un lugar hermoso, en el mejor sitio de nuestra iglesia, para reservar el Cuerpo de Cristo. Nos servirá para recibirle en el acto litúrgico de mañana Viernes Santo. Y podremos acompañar a Jesús en estas horas difíciles que se avecinan. Las luces, los símbolos, que hemos preparado son para que nosotros recordemos como ha sido la Cena del Señor. Vamos a iniciar ahora el traslado en procesión de Jesús Sacramentado… Después, le acompañaremos un rato esta noche. Él nos lo agradecerá. Nosotros necesitamos estar con Él. Seguir con Él….

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Ya nos vamos a marchar. Han pasado muchas cosas esta tarde-noche, aquí en el templo. Esta oración de la Liturgia de las Horas puede servirnos para concienciarnos del gran momento que hemos vivido

HIMNO DE VÍSPERAS

Libra mis ojos de la muerte;

dales la luz que es su destino.

Yo, como el ciego del camino,

pido un milagro para verte.



Haz de esta piedra de mis manos

una herramienta constructiva;

cura su fiebre posesiva

y ábrela al bien de mis hermanos.



Que yo comprenda, Señor mío,

al que se queja y retrocede;

que el corazón no se me quede

desentendidamente frío.

Guarda mi fe del enemigo

(¡tantos me dicen que estás muerto!...)

Tú que conoces el desierto,

dame tu mano y ven conmigo.

Exhortación de Despedida

El gran misterio salvador del género humano está punto de volver a ocurrir: nuestra redención por Jesús en la Cruz. Es tiempo de quietud y de meditación. Lo que hemos empezado aquí en el templo debemos continuarlo en casa. Es tiempo de oración, de estar junto al Señor Jesús y no abandonarle.

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