08 abril 2014

Moniciones 2, Domingo de Ramos, 13 abril

MONICIÓN DE ENTRADA

La procesión de los Ramos nos ha servido de entrada en el templo. Y ha sido una entrada alegre, como fue la de Jesús en Jerusalén. En este momento del comienzo propiamente dicho de la Eucaristía no queremos dejar de daros nuestra más cordial bienvenida como todos los domingos. Hoy comenzamos la Semana Santa. Vamos a celebrar la Misa de la Pasión. En ella escucharemos el relato evangélico completo de la pasión según San Mateo.
Contrasta, sin duda, con las horas felices de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Él sabe muy bien a qué se compromete con esta opción que ha tomado; pero, Él ha venido a cumplir una misión y la llevará hasta el final. Deja que en su entrada lo aclamen los que lo han seguido. Quiere dejarles un mensaje muy claro. Él tan sólo quiere reinar en el corazón de cada hombre, y de cada mujer. Y eso es lo que Jesús ha venido a buscar. Pidámosle su gracia para seguirlo durante estos días lo más cerca posible. Todos estos momentos que nos taladrarán el corazón son necesarios para llegar a la Pascua.

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- La primera lectura sacada del Libro de Isaías, nos muestra al Señor, siempre cerca del que sufre. Para él tiene una palabra de aliento, una mano tendida, una ayuda crucial. Es un relato crucial del Antiguo Testamento para mejor entender la Pasión de Cristo. Es el tercer cántico del Siervo del Señor.

S.- Al Salmo 21 se le considera, como en el caso de la profecía del Siervo de Yahvé, una anticipación profética de lo que iba a ser el sufrimiento de Jesús de Nazaret para salvarnos a todos. Jesús, en la cruz, reza estos versos al Padre en un momento tan significado e importante para la redención del género humano.

2.- Un fragmento de la Carta a los Filipenses, conforma la segunda lectura. San Pablo nos reclama para realizar estas acciones desde la más profunda humildad. Y como ejemplo: Cristo. Él lo hizo todo sin hacer alarde de su categoría de Dios.

3.- Como evangelio La Pasión. Cualquier palabra sobraría para llegar a comprender que fue el mayor acto de amor que pueda conocer la historia. Tras la alegría de la entrada en Jerusalén que hemos celebrado con la Procesión de los Ramos, la liturgia de este día lee completa la Pasión de Nuestro Señor que en el presente ciclo --el A-- corresponde a San Mateo. El relato de Lucas es completo y, rico en matices. Es ya difícil saber por qué Jesús tiene que morir. Y, sobre todo, admitir que ha de morir y en la Cruz.

Exhortación de Despedida

Hoy, Jesús, ha entrado triunfador en Jerusalén, pero dentro de tres días el mundo --nosotros mismos-- pedirá su muerte. Tengámoslo en cuenta y sepamos que hay que estar con Cristo –y con los hermanos—cuando el tiempo es bueno y amable, y cuando llegan las grandes borrascas. No lo olvidemos.

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