24 marzo 2014

Guión Litúrgico 4, IV Domingo Cuaresma, 30 marzo

MONICIÓN DE ENTRADA:  
      Estamos ya en el cuarto domingo de Cuaresma, y, poco a poco, paso a paso, vamos acercándonos al final de nuestra preparación que comenzamos con el Miércoles de Ceniza.
    Hoy rememoramos lecturas y pasajes relacionados con la LUZ, y con la mirada de Dios que nada tiene que ver con la mirada de los hombres, porque el hombre mira las apariencias, pero el Señor mira el corazón.

    Comencemos nuestra celebración pidiéndole al Señor que nos ilumine con su luz y podamos ver lo que nuestros hermanos necesitan, y podamos ayudarles.
MONICIÓN DE ENTRADA:  
           Ven, Jesús, búscame, busca la oveja perdida. Ven pastor. Deja las noventa y nueve y busca la que se ha perdido. SEÑOR TEN PIEDAD.
           Ven hacia mí. Estoy lejos. Me amenaza la batida de los lobos. Búscame, encuéntrame, acógeme, llévame. CRISTO TEN PIEDAD.
                Ven y llévame sobre tus huellas. Ven Tú mismo. Habrá liberación en la tierra y alegría en el cielo. SEÑOR TEN PIEDAD.
 MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA (1 Sam 16,1b.6-7.10-13a):
     Saúl, primer rey de Israel, se dejó embriagar por el poder. Rechazado por Dios, muere loco, siendo reemplazado por el último representante de la familia de Jesé, por aquel a quien nadie le hacía caso. Ungido por Samuel, a quien el Espíritu ilumina, David se convertirá en la luz de su pueblo.
 MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA (Ef 5, 8-14):
  Elevado por el Espíritu Santo, el cristiano es un ser iluminado. Como ve claro con la luz de la fe, sabe distinguir los verdaderos verdaderos y es capaz de desenmascarar la mentira del mundo. Por Jesucristo, que le ha comunicado su luz, escapa a la muerte que reina por todas partes.
MONICIÓN AL EVANGELIO (Jn 9,1-41)
   La curación del ciego de nacimiento es una buena noticia para los cristianos.
   El ciego de nacimiento vivió un proceso significativo: pasar de las tinieblas a la luz. Reconoció en Jesús de Nazaret la verdadera Luz. Esta lectura nos sumerge preciosamente en el misterio de nuestro Bautismo. Escuchemos atentamente la proclamación del Santo Evangelio.
  PETICIONES:
     1.- Por los que no conocen el amor de Dios, por los que viven sin Dios, por los que sienten la insatisfacción de una vida cerrada al amor de Dios. Roguemos al Señor.
       2.- Por la Iglesia, por todos los creyentes, para que sean testigos de la misericordia de Dios, para que se conmuevan por las miserias humanas. Roguemos al Señor.
       3.- Para que en las relaciones humanas se destierren la intolerancia, la intransigencia, el puritanismo y el fanatismo. Roguemos al Señor.
       4.- Por nosotros mismos, para que nos abramos a la misericordia de Dios y  aceptemos con misericordia a los hermanos. Roguemos al Señor.
        5.- Para que el Señor nos conceda la lluvia que tanto necesitamos. Roguemos al Señor.
         6.- Por los miembros de nuestra Parroquia y todas las actividades que tenemos emprendidas.  Roguemos al Señor.
 OFRENDAS:
PAN: Señor, éste es el pan que nos sirva de alimento. Tómalo tú y transfórmalo en pan del  cielo.
VINO: Señor, este vino significa la alegría de vivir en amistad. Tómalo y transfórmalo en el vino de tu eucaristía.
BIBLIA: Señor, esta Biblia es la Palabra de Dios. Que ella nos alimente siempre.
VELAS: Señor, estas velas van a iluminar tu altar. Que ellas sean expresión de nuestra vida como luz del evangelio a través de nuestro testimonio.
PADRE NUESTRO:
            Jesucristo  quiso que orásemos cada uno por todos. ¡Cuán importantes son los misterios que encierra la oración que nos enseñó el Señor Jesús, tan breve en sus palabras y tan rica en eficacia espiritual!
    Ella nos ofrece una enseñanza completa de todo lo que hemos de pedir.
    Rezamos con humildad la oración que nos enseñó Jesús:
 PAZ:
Lo mismo que hay instrumentos para la música, hay instrumentos paz. Digamos con San Francisco de Asís: “Haz de mí, Señor, un instrumento de tu paz”.
MONICIÓN A LA COMUNIÓN:
Llegamos al momento más deseado. Tenemos el corazón preparado para recibirte, Jesús....
Entra en nuestro corazón y santifica con tu presencia nuestra vida. Haznos templos santos del Espíritu por tu presencia.
  MEDITACIÓN.
Déjame que te diga: Mi pastor.
Déjame que te sienta, mi Señor.
Déjame que te mire, dulce luz.
Déjame que te escuche, fuerte voz.
Eres buen Pastor, Dios de las aguas,
me conduces hacia las fuentes vivas,
aguas purificadoras, maternales,
que me renuevan y reparan mis fuerzas.

Eres buen Pastor, lucero sin ocaso,
me guías por senderos de justicia:
son caminos difíciles, cañadas peligrosas,
pero nada temo, porque tú vas conmigo.
Eres buen Pastor, rey del amor más fuerte,
nadie podrá separarme de tu amor,
ni siquiera la muerte,
por eso quiero hablar contigo, mi Señor,
por años sin término.

  Pautas de la Homilía.
INICIO.:
1.-La Cuaresma es una peregrinación hacia la Pascua y un tiempo privilegiado de gracia y de conversión.
 2.-Solo seremos auténticos cristianos en la medida que respondamos al verdadero amor que Dios nos tiene y reconozcamos el verdadero rostro de Dios.
3.-La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, y pretende iluminar nuestra vida y llenarla de Cristo, la Palabra eterna del Padre.
DESARROLLO:
1.-hemos leído en la primera lectura un trozo del Primer libro de Samuel:
a) Saúl, primer rey de Israel, se dejó embriagar por el poder.
b) Rechazado por Dios, Samuel es enviado a la casa de Jesé para encontrar allí al futuro rey de Israel.
c) Será elegido por el  último representante de la familia de Jesé, “porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón”.
d) Iluminado por el  Espíritu ilumina, David se convertirá en la luz de su pueblo. Efectivamente, Dios se sirve de los pequeños para realizar su obra.
2.-En la segunda lectura, San Pablo escribe a los cristianos de Éfeso: 
a)   Elevado por el Espíritu Santo, el cristiano debe buscar lo que le agrada al Señor (la bondad, la justicia y la verdad)
b)  Como ve claro con la luz de la fe, sabe distinguir los valores verdaderos y es capaz de desenmascarar la mentira del mundo.
c) Somos invitados a ser luz en medio de nuestros ambientes, sabiendo que Cristo es la LUZ DEL MUNDO.
3.-El evangelio de San Juan nos presenta la curación del ciego de nacimiento:
a)   La curación del ciego de nacimiento es una buena noticia para los cristianos al reconocer el gran don de la fe y el reconocimiento de Jesucristo como la Luz verdadera.
b) El texto tiene grandes resonancias bautismales: el paso de las tinieblas a la luz de la fe.
c) Somos invitados a entrar en el proceso de fe: “saber ver” la vida y la historia desde Dios.
FINAL:    
 1.-Que el Espíritu nos ayude a no mirar las apariencias, sino el corazón.
2.-Que podamos como cristianos buscar lo que le agrada al Señor (la bondad, la justicia y la verdad).
3.-Que reconozcamos a Jesucristo como la verdadera LUZ DEL MUNDO y podamos leer la historia desde él con sus entrañas de misericordia.
4.-Que aprendamos de María la verdadera respuesta a un Dios que se comunica en claves de amor, fidelidad, misericordia y radicalidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario