30 julio 2013

Discurso del Papa a los voluntarios de la JMJ 2013

Queridos voluntarios, buenas tardes.
No podía regresar a Roma sin haberles dado las gracias personal y afectuosamente a cada uno de ustedes por el trabajo y la dedicación con que han acompañado, ayudado, servido a los miles de jóvenes peregrinos; por tantos pequeños gestos que han hecho de esta Jornada Mundial de la Juventud una experiencia inolvidable de fe. Con la sonrisa de cada uno de ustedes, con su amabilidad, con su disponibilidad para el servicio, han demostrado que “hay más dicha en dar que en recibir” (Hch 20,35).
El servicio que han prestado en estos días me ha recordado la misión de san Juan Bautista, que preparó el camino a Jesús. Cada uno de ustedes, a su manera, ha sido un medio que ha facilitado a miles jóvenes tener “preparado el camino” para encontrar a Jesús. Y éste es el servicio más bonito que podemos realizar como discípulos misioneros: Preparar el camino para que todos puedan conocer, encontrar y amar al Señor. A ustedes, que en este período han respondido con tanta diligencia y solicitud a la llamada para ser voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud, les quisiera decir: Sean siempre generosos con Dios y con los otros. No se pierde nada, y en cambio, es grande la riqueza de vida que se recibe.
Dios llama a opciones definitivas, tiene un proyecto para cada uno: descubrirlo, responder a la propia vocación, es caminar hacia la realización feliz de uno mismo. Dios nos llama a todos a la santidad, a vivir su vida, pero tiene un camino para cada uno. Algunos son llamados a santificarse construyendo una familia mediante el sacramento del matrimonio. Hay quien dice que hoy el matrimonio está “pasado de moda”. ¿Está pasado de moda? [No…]. En la cultura de lo provisional, de lo relativo, muchos predican que lo importante es “disfrutar” el momento, que no vale la pena comprometerse para toda la vida, hacer opciones definitivas, “para siempre”, porque no se sabe lo que pasará mañana. Yo, en cambio, les pido que sean revolucionarios, les pido que vayan contracorriente; sí, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional, que, en el fondo, cree que ustedes no son capaces de asumir responsabilidades, cree que ustedes no son capaces de amar verdaderamente. Yo tengo confianza en ustedes, jóvenes, y pido por ustedes. Atrévanse a “ir contracorriente”. Y atrévanse también a ser felices.
El Señor llama a algunos al sacerdocio, a entregarse totalmente a Él, para amar a todos con el corazón del Buen Pastor. A otros los llama a servir a los demás en la vida religiosa: en los monasterios, dedicándose a la oración por el bien del mundo, en los diversos sectores del apostolado, gastándose por todos, especialmente por los más necesitados. Nunca olvidaré aquel 21 de septiembre –tenía 17 años– cuando, después de haber entrado en la iglesia de San José de Flores para confesarme, sentí por primera vez que Dios me llamaba. ¡No tengan miedo a lo que Dios pide! Vale la pena decir “sí” a Dios. ¡En Él está la alegría!
Queridos jóvenes, quizá alguno no tiene todavía claro qué hará con su vida. Pídanselo al Señor; Él les hará ver el camino. Como hizo el joven Samuel, que escuchó dentro de sí la voz insistente del Señor que lo llamaba pero no entendía, no sabía qué decir y, con la ayuda del sacerdote Elí, al final respondió a aquella voz: Habla, Señor, que yo te escucho (cf. 1 S 3,1-10). Pidan también al Señor: ¿Qué quieres que haga? ¿Qué camino he de seguir?
Queridos amigos, de nuevo les doy las gracias por lo que han hecho en estos días. Doy las gracias a los grupos parroquiales, a los movimientos y a las nuevas comunidades que han puesto a sus miembros al servicio de esta Jornada. Gracias. No olviden lo que han vivido aquí. Cuenten siempre con mis oraciones y estoy seguro de que yo puedo contar con las de ustedes. Una última cosa: recen por mí.

Domingo 4 de agosto: Acumula un gran tesoro

Recursos para el domingo 4 de agosto



Fuente: Las Melli

Recursos: La Confirmación


Fuente: Las Melli

Érase una vez... Un ciego con luz

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.

Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice: -¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? ¡Si tú no ves! 
Entonces, el ciego le responde: - Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi... No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.

Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno mismo y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.

Evangelio del día, 30 julio


Evangelio según San Mateo 13,36-43. 
Entonces, dejando a la multitud, Jesús regresó a la casa; sus discípulos se acercaron y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña en el campo". 
El les respondió: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; 
el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno, 
y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles. 
Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo. 
El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal, 
y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes. 
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos, que oiga! 


29 julio 2013

Fotos campamento de verano 2013

Queridos padres:
Se os ha enviado un link a vuestro correo electrónico con las fotos del campamento de verano 2013. ¡¡Feliz verano!!

Santos del día, 29 de julio

SANTA MARTA. Era hermana de María y de Lázaro, la familia de Betania amiga de Jesús, en cuya casa el Señor se encontraba muy a gusto. San Juan nos dice que «Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro» (Jn 11,5). Dos escenas del evangelio nos lo evidencian. Marta acogió en su casa a Jesús; éste se entretenía con María; Marta se quejó de la falta de colaboración de su hermana, y entonces escuchó el dulce reproche de Señor que establece la jerarquía de valores: «Marta, Marta, una sola cosa es necesaria» (Lc 10,41-42); Marta hospedó al Señor y le sirvió con esmero. No menos emotivo es el episodio de la resurrección de Lázaro, y el diálogo que la precede entre Jesús y Marta cuando ésta sale a su encuentro y acaba confesando: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al mundo» (Jn 11,27). -Oración: Dios todopoderoso, tu Hijo aceptó la hospitalidad de santa Marta y se albergó en su casa; concédenos, por intercesión de esta santa mujer, servir fielmente a Cristo en nuestros hermanos y ser recibidos, como premio, en tu casa del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
SAN LÁZARO Y SANTA MARÍA DE BETANIA. Son los hermanos de Marta y formaban la familia de Betania tan querida y tan frecuentada por Jesús. El Evangelio de san Juan (Jn 11) narra extensamente la resurrección de Lázaro realizada por Cristo. Ante la muerte de su amigo, Jesús lloró, y los judíos comentaron: «Mirad cómo le quería» (Jn 11,36). A lo que nos dicen los evangelios, se han añadido multitud de leyendas, como la de hacerlo obispo de Marsella, u obispo y mártir de Chipre. Sobre María de Betania los evangelios traen momentos de gran intensidad espiritual, como su diálogo con Jesús momentos antes de la resurrección de Lázaro (Jn 11,28ss), o cuando María ungió los pies de Jesús en Betania antes de la Pasión (Jn 12,1ss), o la escena en que María, también en Betania, estaba sentada a los pies del Señor escuchando su palabra y, cuando Marta se quejó de que su hermana no la ayudaba, Jesús acabó diciéndole: «María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán» (Lc 10,38ss).
BEATOS LUIS MARTIN Y CELIA GUÉRIN . Esposos y padres de santa Teresa del Niño Jesús. Él nació en Burdeos en 1823 y ella en Gandelain en 1831. Los dos eran descendientes de familia militar y se educaron en centros religiosos; él era relojero y ella artesana del «punto de Alençon», un encaje de los más famosos. En su juventud los dos quisieron en vano abrazar la vida religiosa, él en los Agustinos, ella en las Hijas de la Caridad. La relación entre ellos comenzó en Alençon. Tres meses después de su primer encuentro, contrajeron matrimonio el 13 de julio de 1858. Llevaron una vida matrimonial ejemplar: misa diaria, oración personal y comunitaria, confesión frecuente, participación en la vida parroquial. Tuvieron nueve hijos, cuatro de los cuales murieron prematuramente. A los 45 años, Celia recibió la noticia de que tenía un tumor en el pecho y pidió a su cuñada Celina que ayudara a su marido en la educación de los más pequeños. Murió el 28 de agosto de 1877. Luis se encontró solo para sacar adelante a su familia. Se trasladó a Lisieux, donde residía la tía Celina. Luis acompañó a cuatro de sus hijas al Carmelo y a una a la Visitación. El sacrificio mayor fue separarse de Teresa, la pequeña, que entró en el Carmelo a los 15 años. Luis tenía una enfermedad que lo fue invalidando hasta llegar a la pérdida de sus facultades mentales. Fue internado en el sanatorio de Caen. Murió en La Musse (Eure) el 29 de julio de 1894. Fueron beatificados los dos juntos el año 2008 y se celebra la memoria de los dos juntos el 13 de julio, aniversario de su boda.

Érase una vez... Construir el puente


No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto. Este fue el primer conflicto serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.
Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.
Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.

Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso".
"Sí", dijo el mayor de los hermanos, "tengo un trabajo para usted.
Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor".

"La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y él tomó su bulldozer y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros".
"Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?"
"Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más."
El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación.
Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho."

El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo.
El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando.
Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.

El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó. ¡¡¡No había ninguna cerca de dos metros!!! En su lugar había un puente . ¡¡Un puente que unía las dos granjas a través del arroyo!!- Era una fina pieza de arte, con todo y pasamanos.
En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: "Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho!!".
Estaban en su reconciliación los dos hermanos,cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas. "No, espera!", le dijo el hermano mayor. "Quédate unos cuantos días. Tengo muchos proyectos para ti", le dijo el hermano mayor al carpintero.
"Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes por construir".

La familia

Reflexión: Tres llamadas de Jesús

“Yo os digo: Pedid y se os dará. Buscad y hallaréis. Llamad y se os abrirá”. Es fácil que Jesús haya pronunciado estas palabras cuando se movía por las aldeas de Galilea pidiendo algo de comer, buscando acogida y llamando a la puerta de los vecinos. Él sabía aprovechar las experiencias más sencillas de la vida para despertar la confianza de sus seguidores en el Padre Bueno de todos.
Curiosamente, en ningún momento se nos dice qué hemos de pedir o buscar ni a qué puerta hemos de llamar. Lo importante para Jesús es la actitud. Ante el Padre hemos de vivir como pobres que piden lo que necesitan para vivir, como perdidos que buscan el camino que no conocen bien, como desvalidos que llaman a la puerta de Dios.
Las tres llamadas de Jesús nos invitan a despertar la confianza en el Padre, pero lo hacen con matices diferentes. “Pedir” es la actitud propia del pobre. A Dios hemos de pedir lo que no nos podemos dar a nosotros mismos: el aliento de la vida, el perdón, la paz interior, la salvación. “Buscar” no es solo pedir. Es, además, dar pasos para conseguir lo que no está a nuestro alcance. Así hemos de buscar ante todo el reino de Dios y su justicia: un mundo más humano y digno para todos. “Llamar” es dar golpes a la puerta, insistir, gritar a Dios cuando lo sentimos lejos.
La confianza de Jesús en el Padre es absoluta. Quiere que sus seguidores no lo olviden nunca: “el que pide, está recibiendo; el que busca, está hallando y al que llama, se le abre”. Jesús no dice que reciben concretamente lo que están pidiendo, que encuentran lo que andan buscando o que alcanzan lo que gritan. Su promesa es otra: a quienes confían en él, Dios se les da; quienes acuden a él, reciben “cosas buenas”.
Jesús no da explicaciones complicadas. Pone tres ejemplos que pueden entender los padres y las madres de todos los tiempos. “¿Qué padre o qué madre, cuando el hijo le pide una hogaza de pan, le da una piedra de forma redonda como las que pueden ver por los caminos? ¿O, si le pide un pez, le dará una de esas culebras de agua que a veces aparecen en las redes de pesca? ¿O, si le pide un huevo, le dará un escorpión apelotonado de los que se ven por la orilla del lago?
Los padres no se burlan de sus hijos. No los engañan ni les dan algo que pueda hacerles daño sino “cosas buenas”. Jesús saca rápidamente la conclusión: “Cuánto más vuestro Padre del cielo dará su Espíritu Santo a los que se lo pidan”. Para Jesús, lo mejor que podemos pedir y recibir de Dios es su Aliento que sostiene y salva nuestra vida.
José Antonio Pagola

Aviso parroquial

El próximo viernes, día 2 de agosto, celebramos los franciscanos  el día de LA PORCIÚNCULA o del  “Perdón de Asís”.
Para obtener las gracias de la indulgencia, se seguirán los requisitos habituales visitando una iglesia franciscana y orando por la Iglesia y por las intenciones del Papa.

Evangelio del día, 29 de julio


Evangelio según San Juan 11,19-27. 
Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano. 
Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa. Marta dijo a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas". Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará". Marta le respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día". Jesús le dijo: "Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?" Ella le respondió: "Sí, Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo". 


28 julio 2013

Conoce al Papa!!

Vigilia Río 2013

Foto: Palabras del #PapaFrancisco en su discurso de la Vigilia #JMJ #Rio2013.
Aquí puedes leer el TEXTO COMPLETO y ver el VIDEO de su discurso: http://bit.ly/13lBuIM 

#JMJ #Rio2013

La Fe como camino de Oración

La fe se alimenta en la oración, como una relación personal con el Padre. Desde el silencio y la escucha, nos abrimos en una conversación confiada como “un amigo que habla con otro amigo”, entrando en intimidad. La fe es relación personal con Dios.
UN TEXTO
¿Estamos solos o existimos ante Alguien?; ¿podemos confiar en ese Alguien o sólo temerlo?; ¿el último fundamento de las cosas, y por lo tanto también su futuro, es el Amor o la soledad?; ¿redimirá Alguien tanto amor entregado y tanto sufrimiento padecido o tendremos que acostumbrarnos definitivamente a no formular ya más esas preguntas sobre los cadáveres de las víctimas y de la gente que amamos y ya no están?
Para preguntas de ese calado Jesús no cuenta con recetas. Lo que sí puede ofrecernos es su modo personal de situarse ante ellas: de padecerlas primero y de procesarlas después (...) Es la memoria lo que salva a Jesús. Jesús había hecho tanta y tal acumulación de memorias sobre Dios como Padre suyo y Padre del mundo... que en el trance supremo de la Cruz es esa memoria la que impone su fuerza sobre la oscuridad que amenaza destruirlo. La memoria del Amor vence definitivamente al ataque brutal del contrasentido, del abandono. (...) Por eso Jesús morirá entregando su vida y su causa a Dios.
Lo que diferencia a Dios de nosotros en este punto concreto es que su libertad coincide siempre con su amor, es decir, que nunca la utilizará en nuestra contra. Nosotros “tenemos” amor y por eso podemos dejar de tenerlo. Dios “es” amor y por eso no puede dejar de serlo nunca. Nunca su libertad será ejercida en contra nuestra.
Saberse siempre en las manos de Dios, ésa es pues la formulación exacta de la fe en la Providencia, por más que no siempre pueda ser una experiencia sensiblemente verificada. (...) Porque Dios está en todas las cosas, por eso es Padre accesible. Porque está más allá de las cosas, por eso es Dios libre. Porque esa libertad es siempre Amor, por eso es un Dios siempre bueno y providente. (José Antonio García, S.J. Ventanas que dan a Dios, Ed. Sal Terrae, Santander 2012)
UNA ORACIÓN
Padre, Me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras.
Sea lo que fuere.
Por ello te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo.
Lo acepto todo,
con tal de que se cumpla
con infinita confianza.
Tu voluntad en mí
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te encomiendo mi alma,
te la entrego con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
porque tu eres mi Padre.
Charles de Foucauld
 UNA CANCIÓN:
2) “Padre, me pongo en tus manos” (Kairoi, Álbum “Jesús es el Señor”)http://www.youtube.com/watch?v=NBOcvEidWTA

Padre, padre, padre,
me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras, sea lo que sea,
te doy las gracias.
Lo acepto todo con tal que tu voluntad
se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
No deseo nada más Padre,
no deseo nada más.
Yo te ofrezco mi alma y te la doy
con todo el amor de que soy capaz
porque deseo darme,
ponerme en tus manos
sin medida
con infinita confianza
porque tú eres mi Padre.

UN GESTO
Hoy subrayamos, de un modo especial, la oración del Padre nuestro:
  1. Hacemos una “monición” especial aludiendo al evangelio del día e invitando al silencio motivando su contenido oracional.
    Tras la monición, hacemos un tiempo de silencio
    Rezamos juntos el Padre nuestro con los brazos alzados como símbolo de que nos ponemos confiadamente en brazos de Dios.
  2. Cantamos el Padre nuestro
  3. Podemos concluir la oración del Padre nuestro con una paráfrasis del embolismo:
No te pedimos, Padre, que nos libres de todos los males sino que sepamos asumirlos como parte de la vida sin que ello nos quite la paz, la alegría ni las ganas de vivir.
Pero concédenos la paz en nuestros días, allí donde se vive la guerra y la violencia, fruto de la injusticia, la codicia o el ansia de poder.
Para que, ayudados por tu misericordia, el pecado no nos haga sentirnos lejos de ti sino protegidos por tu mano llena de cariño y de bondad, porque tú bien conoces lo débiles que somos.
Y mientras vivimos, esperamos activamente la gloriosa y definitiva venida de Nuestro Señor Jesucristo.
Fuente: Alforjas de Pastoral

Orar al Padre

La oración es la expresión espontánea de la experiencia de Dios en todas las religiones. ¿Cómo se explica que nosotros digamos que no sabemos orar o que nos resulta muy difícil hacerlo? El tema de la oración es tan extenso, que aquí tenemos que limitar nuestro comentario a los principios fundamentales que se deducen del evangelio de hoy, un pequeño tratado sobre la oración, que Jesús expone en tres partes: la oración del Padrenuestro (11,1-4), la parábola del amigo inoportuno (11,5-8), y la exhortación final a la confianza (11,9-13).
Mientras Jesús estaba orando, esa es la ocasión que provoca la petición de los discípulos: Señor, enséñanos a orar. Efectivamente, nuestra oración ha de integrarse en la experiencia oracional de Jesús para poder reproducirla. Lucas nos lo presenta con frecuencia en íntima comunicación con Dios y nos ofrece literalmente muchas de las oraciones que brotan de sus labios con toda espontaneidad al filo de los acontecimientos: su bautismo, su transfiguración, la elección de los Doce, la formación de sus discípulos, su agonía en Getsemaní, su muerte incluso (cf. Lc 3,21; 6,12; 9,28s; 10,21s; 22,41-44; 23,46).
Estos actos de oración se repiten en su vida, porque en ellos cristaliza una actitud religiosa habitual, la absoluta fidelidad a ese Dios al que se dirigen. Si la oración verdadera se resuelve en “un diálogo con Dios”, su requisito principal en el orante esdejar ser lo que es a su Interlocutor. Y la instrucción de Jesús en el evangelio de hoy nos  revela cómo es Dios en esa dialéctica entre su inmanencia y su transcendencia.
I. La inmanencia de Dios: Dios está aquí. En esta certeza empieza la oración. El orante  posee una conciencia experimental de que todo, incluso él mismo, y en todo momento está habitado por la presencia de Dios: En él vivimos, nos movemos y somos(Act 11,28). San Juan de la Cruz la llama advertencia amorosa de Dios, que nos inunda por todas partes.
La oración, más como actitud que como acto, presupone que el orante percibe esaPresencia con sus tres características:
     1. Es previa y se anticipa a cualquier artificio humano. La iniciativa de estar aquídepende exclusivamente de Dios mismo. El orante no puede forzar esa Presencia, pero necesita disponerse a ella para hacerla efectiva. Y, al orar, se da cuenta que es él mismo quien está desde siempre presente a los ojos de Dios y llevado por su providencia.  
     2. Es personal. La oración es el encuentro con un Tú, sujeto absoluto, capaz de escuchar y responder, pero al mismo tiempo, como veremos, irreductible a la condición de objeto manipulable por el hombre a su capricho.
        3. Es amorosa. Dios, a quien se dirige nuestra oración, es amor; él nos amó primero (1 Jn 4,8,19). El amor configura su presencia entre nosotros. De esta certeza nace la oración confiada, a despecho de todos los temores ante nuestro pasado, nuestro presente o nuestro futuro: él está incondicionalmente a nuestro favor. Jesús pondera este amor entrañable comparándolo con dos figuras, la del padre y la delamigo.
Para entender el alcance de la paternidad de Dios, hay que adentrarse en la autoconciencia de filiación divina que domina la vida de Jesús. En los cuatro evangelios se contabilizan 142 veces en las que Jesús designa a Dios con el apelativo de Padre,incluso acompañado del posesivo mío o en su versión doméstica aramea de Abbá, llena de confianza y de cariño.
La analogía del amigo importunado se incluye en el contexto de los deberes de la hospitalidad. En nombre de una amistad verdadera, no se puede dejar sin el socorro detres panecillos al que se encuentra en una situación de urgente necesidad.
Ahora bien, dada la insuficiencia de estas imágenes en el uso social, Jesús monta un   argumento a fortiori, que funda nuestra confianza en la oración: Si vosotros actuáis así, como un padre o un amigo, ¿cuánto más vuestro Padre del cielo con vosotros? 
II. La transcendencia de Dios: el totalmente otro y no identificado del todo con ningún otro, aunque presente en todoCon Jesús, el creyente cristiano puede dirigirse a Dios en su oración con apelativos tan entrañables como Padre mío, mi amigo, mi amado, mi pastor, mi roca, mi refugio,… pero también tiene que reconocer su transcendencia con otros atributos como infinito, eterno, omnipotente, todopoderoso. Con la frase lapidaria de San Agustín hay que sentir a Dios al mismo tiempo interior intimo meo, y superior summo meo  (más íntimo que mi propia intimidad, pero más elevado que lo más alto de mí mismo). Se trata en definitiva de dejar a Dios ser lo que es, para todo y para todos, incluso para mí como sujeto orante.
A diferencia de Mateo (6,9), Lucas no recoge en su versión del Padrenuestro la expresión que estás en los cielos. Pero es preciso recordarla aquí, porque expresa mediante una metáfora local (estar en el cielo, el Dios más allá) una realidad de Dios: su transcendencia absoluta. Lo que ésta significa se comprende fácilmente por lasactitudes que exige en el creyente.
Dicho negativamente: no resta nada a la confianza en la fidelidad de Dios o en su solicitud paternal por nosotros; pero tampoco autoriza a condicionar de antemano los modos y maneras  de llevarlas a cabo en la historia humana. Como dice a través del profeta: Mis planes no son  vuestros planes; vuestros caminos no son mis caminos (Is 55,8). Dicho positivamente: la transcendencia de Dios pide que el orante se posicione ante él dúctil a su providencia imprevista, abandonado a las múltiples formas de su poder, de su sabiduría y de su amor, y por tanto, abierto a la sorpresa, (¿al escándalo quizá?).
La oración de Jesús en Getsemaní y en el Calvario es un modelo de esta actitud. Ante la muerte horrible que le amenaza, Jesús se abandona a esa imprevisibilidad de la experiencia de Dios. En un primer momento pide al Padre que pase de él ese trago sin beberlo. Pero al mismo tiempo se remite a su voluntad insondable (Lc 22,42). Y en el momento crítico de su muerte encomienda al Padre la suerte última de su misión en el mundo: En tus manos encomiendo mi espíritu (23,46). La omnipotencia transcendente del Padre puede cumplir su designio paradójicamente a través de sus contrarios, incluso a partir de la nada.
El evangelio de hoy advierte de la necesidad de adoptar esta postura en la oración de petición. En comparación con Mateo (7,11), Lucas introduce una modificación en la frase final del pasaje: ¡Cuánto más vuestro Padre dará a los que le piden (cosas buenasen Mt) el Espíritu Santo (en Lc 11,13). No es que el Espíritu Santo pueda sustituir al pan o al huevo que pide un hijo hambrientosino que la generosidad del Padre incluirá además el don supremo del Espíritu de Cristo. Este convencimiento refleja la fe de la comunidad cristiana.
Fuente: Alforjas de Pastoral

Evangelio del día 28 de julio


Evangelio según San Lucas 11,1-13. 
Un día, Jesús estaba orando en cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos". 
El les dijo entonces: "Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino; danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación". Jesús agregó: "Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a medianoche, para decirle: 'Amigo, préstame tres panes, porque uno de mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle', y desde adentro él le responde: 'No me fastidies; ahora la puerta está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos'. Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? ¿Y si le pide un pescado, le dará en su lugar una serpiente? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan". 

27 julio 2013

Nuevo libro: Ante Ti, Señor.

Os presento este nuevo libro que acabamos de publicar. Un libro para orar. Ideal para la oración personal y en grupo, para ofrecer en las hospederías de las comunidades religiosas, a los grupos de fe, un bonito regalo para quien quiere aprender a "estar con quien sabemos nos ama", para quien quiera, como decían Francisco y Clara, "mantener el espíritu de oración".
EDICIONES FRANCISCANAS ARANTZAZU

Evangelio del día, 27 de julio


Evangelio según San Mateo 13,24-30. 
Y les propuso otra parábola: "El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras todos dormían vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo y se fue. Cuando creció el trigo y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. Los peones fueron a ver entonces al propietario y le dijeron: 'Señor, ¿no habías sembrado buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que ahora hay cizaña en él?' El les respondió: 'Esto lo ha hecho algún enemigo'. Los peones replicaron: '¿Quieres que vayamos a arrancarla?' 


'No, les dijo el dueño, porque al arrancar la cizaña, corren el peligro de arrancar también el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha, y entonces diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, y luego recojan el trigo en mi granero'". 

Recursos VI: Ave María


Padre Nuestro



Un poquito de humor...





El Padrenuestro

Mª Ángeles, una feligresa y colaboradora de la parroquia nos envía la siguiente presentación:

Boletín de la Fraternidad Franciscana de San Antonio



Reflexión de Pagola para el domingo 28 de julio

JMJ 2013

Aquí os facilitamos tres links que os dirigen a la revista vida nueva para que estéis informados de todo lo que está ocurriendo en la JMJ 2013 en Brasil:

* Río 2013 abre la fiesta de la Juventud católica.
* Un Papa en la favela.
* Una llamada clara: ¡Hagan lío!
* Emoción en el Santuario de Aparecida.

Viacrucis JMJ 2013

Queridísimos jóvenes:
Hemos venido hoy aquí para acompañar a Jesús a lo largo de su camino de dolor y de amor, el camino de la Cruz, que es uno de los momentos fuertes de la Jornada Mundial de la Juventud. Al concluir el Año Santo de la Redención, el beato Juan Pablo II quiso confiarles a ustedes, jóvenes, la Cruz diciéndoles: «Llévenla por el mundo como signo del amor de Jesús a la humanidad, y anuncien a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención» (Palabras al entregar la cruz del Año Santo a los jóvenes, 22 de abril de 1984: Insegnamenti VII,1(1984)1105). Desde entonces, la Cruz ha recorrido todos los continentes y ha atravesado los más variados mundos de la existencia humana, quedando como impregnada de las situaciones vitales de tantos jóvenes que la han visto y la han llevado. Queridos hermanos, nadie puede tocar la Cruz de Jesús sin dejar en ella algo de sí mismo y sin llevar consigo algo de la cruz de Jesús a la propia vida. Esta tarde, acompañando al Señor, me gustaría que resonasen en sus corazones tres preguntas: ¿Qué han dejado ustedes en la Cruz, queridos jóvenes de Brasil, en estos dos años en los que ha recorrido su inmenso país? Y ¿qué ha dejado la Cruz en cada uno de ustedes? Y, finalmente, ¿qué nos enseña para nuestra vida esta Cruz?
1. Una antigua tradición de la Iglesia de Roma cuenta que el apóstol Pedro, saliendo de la ciudad para escapar de la persecución de Nerón, vio que Jesús caminaba en dirección contraria y enseguida le preguntó: «Señor, ¿adónde vas?». La respuesta de Jesús fue: «Voy a Roma para ser crucificado de nuevo». En aquel momento, Pedro comprendió que tenía que seguir al Señor con valentía, hasta el final, pero entendió sobre todo que nunca estaba solo en el camino; con él estaba siempre aquel Jesús que lo había amado hasta morir. Miren, Jesús con su Cruz recorre nuestras calles y carga nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos. Con la Cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia, que ya no pueden gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos; con la Cruz, Jesús se une a las familias que se encuentran en dificultad, y que lloran la trágica pérdida de sus hijos, como en el caso de los doscientos cuarenta y dos jóvenes víctimas en el incendio en la ciudad de Santa María a principios de este año. Rezamos por ellos. Con la Cruz Jesússe une a todas las personas que sufren hambre, en un mundo que, por otro lado, se permite el lujo de tirar cada día toneladas de alimentos. Con la cruz, Jesús está junto a tantas madres y padres que sufren al ver a sus hijos víctimas de paraísos artificiales, como la droga. Con la Cruz,Jesús se une a quien es perseguido por su religión, por sus ideas, o simplemente por el color de su piel; en la Cruz, Jesús está junto a tantos jóvenes que han perdido su confianza en las instituciones políticas porque ven el egoísmo y corrupción, o que han perdido su fe en la Iglesia, e incluso en Dios, por la incoherencia de los cristianos y de los ministros del Evangelio. Cuánto hacen sufrir a Jesús nuestras incoherencia. En la Cruz de Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro, y Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: ¡Ánimo! No la llevás vos solo. Yo la llevo contigo y yo he vencido a la muerte y he venido a darte esperanza, a darte vida (cf. Jn 3,16).
2. Podemos ahora responder a la segunda pregunta: ¿Qué ha dejado la Cruz en los que la han visto y en los que la han tocado? ¿Qué deja en cada uno de nosotros? Miren, deja un bien que nadie más nos puede dar: la certeza del amor fiel de Dios por nosotros. Un amor tan grande que entra en nuestro pecado y lo perdona, entra en nuestro sufrimiento y nos da fuerza para sobrellevarlo, entra también en la muerte para vencerla y salvarnos. En la Cruz de Cristo está todo el amor de Dios, está su inmensa misericordia. Y es un amor del que podemos fiarnos, en el que podemos creer. Queridos jóvenes, fiémonos de Jesús, confiemos en Él (cf. Lumen fidei16). Porque Él nunca defrauda a nadie. Sólo en Cristo muerto y resucitado encontramos la salvación y redención. Con Él, el mal, el sufrimiento y la muerte no tienen la última palabra, porque Él nos da esperanza y vida: ha transformado la Cruz de ser un instrumento de odio, y de derrota, y de muerte, en un signo de amor, de victoria, de triunfo y de vida.
El primer nombre de Brasil fue precisamente «Terra de Santa Cruz». La Cruz de Cristo fue plantada no sólo en la playa hace más de cinco siglos, sino también en la historia, en el corazón y en la vida del pueblo brasileño, y en muchos otros pueblos. A Cristo que sufre lo sentimos cercano, uno de nosotros que comparte nuestro camino hasta el final. No hay en nuestra vida cruz, pequeña o grande quesea, que el Señor no comparta con nosotros.
3. Pero la Cruz invita también a dejarnos contagiar por este amor, nos enseña así a mirar siempre al otro con misericordia y amor, sobre todo a quien sufre, a quien tiene necesidad de ayuda, a quien espera una palabra, un gesto. La Cruz nos invita a salir de nosotros mismos para ir al encuentro de ellos y tenderles la mano. Muchos rostros, lo hemos visto en el Viacrucis, muchos rostros acompañaron a Jesús en el camino al Calvario: Pilato, el Cireneo, María, las mujeres… Yo te pregunto hoy a vos: Vos, ¿como quien querés ser. Querés ser como Pilato, que no tiene la valentía de ir a contracorriente, para salvar la vida de Jesús, y se lava las manos? Decidme: Vos, sos de los que se lavan las manos, se hacen los distraídos y miran para otro lado, o sos como el Cireneo, que ayuda a Jesús a llevar aquel madero pesado, como María y las otras mujeres, que no tienen miedo de acompañar a Jesús hasta el final, con amor, con ternura. Y vos ¿como cuál de ellos querés ser? ¿Como Pilato, como el Cireneo, como María? Jesús te está mirando ahora y te dice: ¿me querés ayudar a llevar la Cruz?Hermano y hermana, con toda tu fuerza de joven ¿qué le contestás?
Queridos jóvenes, llevemos nuestras alegrías, nuestros sufrimientos, nuestros fracasos a la Cruz de Cristo; encontraremos un Corazón abierto que nos comprende, nos perdona, nos ama y nos pide llevar este mismo amor a nuestra vida, amar a cada hermano o hermana nuestra con ese mismo amor.

26 julio 2013

Oración por los abuelos, 26 de julio


Señor Jesús, tu naciste de la Virgen María,
 hija de San Joaquín y Santa Ana.
 Mira con amor a los abuelos de todo el mundo.
 ¡Protégelos! son una fuente de enriquecimiento
 para las familias, para la Iglesia
 y para toda la sociedad.
 ¡Sostenlos! Que cuando evejezcan
 sigan siendo para sus familias
 pilares fuertes de la fe evangélica,
 custodios de los nobles ideales, hogareños,
 tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas
 haz que sean maestros de sabiduría y valentía
 que transmitan a generaciones futuras los frutos
 de su madura experiencia humana y espiritual.
 Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad
 a valorar la presencia y el papel de los abuelos.
 Que jamás sean ignorados o excluidos,
 sino que encuentren respeto y amor.
 Ayúdales a vivir serenamente
 y a sentirse acogidos durante todos los años
 de vida que les concedas.
 María, Madre de todos los vivientes,
 cuida constantemente a todos los abuelos,
 acompáñalos durante su peregrinación terrena
 y con tus oraciones obten que todas las familias
 se reúnan un día en nuestra patria celestial,
 dónde esperas a toda la humanidad
 para el gran abrazo de la vida sin fin.
 Amén

Recursos V: Santa Ana

Actividades domingo 28 de julio

Día de los abuelos, 26 de julio

Recursos IV: Gloria

Recursos III: Gloria



Recursos II: La Transfiguración del señor, 6 de agosto


Recursos: La Transfiguración del señor, 6 de agosto

Carta Encíclica Lumen Fidei



Reflexión II Domingo 28 de julio

Reflexión Domingo día 28 de julio

Domingo 28 de julio

El Papa a los drogodependientes

Recursos: Abanico de los Apóstoles

Vas a necesitar...
  • Imprimir la ficha.
  • Colorear.
  • Recortar. (Se puede pegar en cartulina para darle más resistencia)
  • Una perforadora de papel de las que hacen los agujeros para los bloc de anillas.
  • Pegatinas protectoras para las perforaciones (si deseas reforzar el abanico)
  • Una chincheta de ensamblar manualidades articuladas.

Evangelio del día 26 de julio


Evangelio según San Mateo 13,18-23. 
Escuchen, entonces, lo que significa la parábola del sembrador. 
Cuando alguien oye la Palabra del Reino y no la comprende, viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en su corazón: este es el que recibió la semilla al borde del camino. 
El que la recibe en terreno pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría, 
pero no la deja echar raíces, porque es inconstante: en cuanto sobreviene una tribulación o una persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumbe. 
El que recibe la semilla entre espinas es el hombre que escucha la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas la ahogan, y no puede dar fruto. 
Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre que escucha la Palabra y la comprende. Este produce fruto, ya sea cien, ya sesenta, ya treinta por uno". 

Estamos de vuelta

Tras haber disfrutado de unos días de descanso, aquí estamos de vuelta.

14 julio 2013

Funeral Padre Felipe Oteo

Mañana lunes día 15 se llevará a cabo el funeral del Padre Felipe Oteo. Será en la Eucaristía de las 12,30 horas.

Recién llegados del campamento!!

Los chicos y chicas de los grupos de la Parroquia ya han regresado del Campamento de verano. Durante once días, Asterix y Obélix les han hecho vivir una gran aventura en la que todos han participado: Los galix-escalantorix, los capita casis, los culinirix... Todos han pasado un días entrañables y han encontrado las plantas para realizar la pócima del druida Panorámix.
Aquí os dejamos unas fotos, aunque en breves días tendréis todas las fotos del encuentro.