EL HIJO QUE VUELVE AL PADRE
CICLO C- SAN LUCAS 15, 1-32
PERSONAJES:
Primera Escena
Andrés: Hola niños, como están, gracias por venir al encuentro del Señor de la vida, que hoy nos va enseñar que la herencia que él nos dejó es sabernos amar de verdad y volver al Padre. Niños de que habla el Evangelio de hoy, a que nos invita… muy bien niños vamos a escuchar una historia que nos va a enseñar a ser buenos hijos de los padres y de Dios. Vamos a escuchar. (Sale)
Segunda escena
(Entra Camila)
Camila: hijo me haces un favor
Juan: (le grita diciendo) si, mamá ¿cuál?
Camila: me puedes ayudar a organizar la casa.
Juan: pero si me da plata, yo se la organizo.
Camila: mijo solo tengo cinco mil pesos, es todo lo que me acompaña.
Juan: está bien, eso me sirve para gastar con los amigos e invitarlos a jugar y pasar bueno.
Camila: mira hijo toma y disfrútalos, pero quiero que sepas; que esto no te va a durar para siempre, porque el dinero se acaba, pero el amor de una madre nunca y Dios nos da muchas fuerzas para ser pacientes con ustedes, ve, y quiero que sepas que te quiero mucho.
Juan: madre no te preocupes, me se cuidar muy bien, me voy para donde mis amigos a disfrutar y a gastarme esto con ellos.
Narrador: resulta que los amigos de Juan eran unas personas que no les gustaba estudiar y tampoco les gusta ayudar en la casa, se dedicaban a jugar nintendo, play y están a toda hora en la esquina, les sacan el dinero a la mamá para jugar en las maquinitas, entonces Juan llegando a donde sus amigos les dice:
Tercera escena
Juan: hola amigos como están
Pedro: bien, muy bien.
Juan: ¿Qué hacen?
Pedro: nada aparte de jugar y pasarla bien, sin esforzarnos mucho.
Juan: sí, y me les puedo unir.
Pedro: claro, si pone plata para el gasto.
Juan: listo
Pedro: vamos a jugar play.
Cuarta escena
Narrador: así pasaron cinco horas gastándose todo el poco dinero que su madre le había dado con sus amigos que se aprovechaban del él, cuando se le acabo el dinero sus amigos lo abandonaron y Juan se quedo pensando:
Juan: ya no tengo dinero tango hambre y por gastarme la plata en esas maquinas no comí nada, (llorando dice:) mi madre tenía razón, de que la plata se acaba y con ella se van los amigos. Señor ayúdame, no sé qué hacer yo sé que he hecho mal he desobedecido a mi madre y la he estafado quiero ser bueno y no hacer el mal.
Dios: hola hijo, me alegras que hayas recapacitado de tus faltas y de tu errores solo te pido que seas obediente, que le ayudes a tu madre en la casa y ponte las pilas a estudiar que estas flojo en matemáticas, mira tu madre te quiere mucho y quiere lo mejor para ti, ve donde ella y dile que la quieres mucho porque ella es importante para ti.
Juan: Señor Dios gracias por iluminar mi camino oscuro, solo soy un niño que se ha dejado llevar por un juego de maquinas y lo he perdido todo quiero ser responsable con mi estudio, (lo dice con una voz entre cortada) voy a donde mi madre y le pediré perdón.
Quinta escena
Narrador: Juan de inmediato se va para donde su madre, al llegar ve a su madre en la ventana esperándolo con la esperanza de que volviera y sale a su encuentro y tan solo le abraza y le dice:
Camila: hijo de mi vida, estaba tan preocupada por ti que pensé que te había pasado algo pero Dios me lo cuido y me lo trajo.
Juan: madre perdóname por ser un mal hijo, por ofenderte yo solo quiero que sepas que te quiero y te llevo en mi corazón, te prometo que voy a ser mis tareas con responsabilidad y voy ayudarte a organizar la casa.
Camila: hijo, lo importante no es que tu lo quieras hacer, si no que tu lo sientas en tu corazón, porque el tesoro más grande que tenemos las personas es que Jesús nos amó, y con misericordia nos perdonó porque todo lo que tenemos es de Dios, nuestra vida, nuestras casas, nuestras fuerzas, el estudio. Por eso niños pórtense bien quieran a sus papas y sean buenos hijos y buenas personas.
Juan: si madre, mi corazón esta alegre porque la mejor herencia que tú me puedes dejar es aprendiendo amar al otro y perdonándolo.
Narrador: bueno, aprendieron la lección niño, muy bien, así como el Evangelio de hoy nos enseña que Jesús no se complace con la muerte del pecador sino en que cambien de conducta y viva, sean felices, comparta con sus amigos, él no quiere que nadie se pierda porque nos ama mucho.
Buenos niños pórtense bien, y sepan que Dios lo quiere mucho.
Hasta luego y que Dios los bendiga.
Elaborado por: José Heriberto
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