06 enero 2013

Érase una vez... Vivir con lo fundamental


Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
- ¿Dónde están sus muebles? -preguntó el turista.
Y el sabio, rápidamente, también preguntó:
- ¿Y dónde están los tuyos…?
- ¿Los míos? -se sorprendió el turista-. ¡Pero si yo estoy solamente de paso!
- Yo también… -concluyó el sabio.
“La vida en la tierra es solamente temporal… Sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices”. Y ten en cuenta: Al final de tu vida…
1.- Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas; te preguntará a cuánta gente ayudaste.
2.- Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.
3.- Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
4.- Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo…
5.- Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo bien y con honestidad.
6.- Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.
7.- Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.
8.- A Dios no le importará el color de tu piel; le interesará la pureza de tu alma…
9.- Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación; te llevará con amor a tu casa en el Cielo.
Recuerda: “El valor de las cosas y los momentos no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que se viven. Por eso existen momentos maravillosos, inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables”.

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