22 febrero 2012

Reflexión: Aprendiendo a ser hijos Posted: 21 Feb 2012 06:29 PM PST Por Santiago Agrelo Si no queremos hacer de la Cuaresma un pobre Carnaval, será necesario que, quitada la máscara del hombre viejo, mostremos descubierto el rostro del hombre nuevo. Nuestro hombre viejo ha sido crucificado con Cristo, para que fuese destruido el cuerpo de pecado. “Despojaos de lo viejo” –dice el apóstol-, “renovaos en la mente y en el espíritu, revestíos de la nueva condición humana creada a imagen de Dios”. Así, revestidos de Cristo, iremos con Cristo a donde él va, seremos probados donde él es probado, aprenderemos donde él aprende, amaremos como él ama, lo seguiremos llevando tras él nuestra cruz de cada día. Que nadie renuncie a la verdad de este misterio: La Iglesia entra con Jesús en el desierto, para seguir a su Señor hasta la cruz, hasta la entrega de la vida, hasta la resurrección, hasta la gloria a la derecha de Dios. Entrando con Jesús en el desierto, abrazo lo que desprecié, aprendo lo que ignoré cuando con el hombre viejo salí del paraíso: Allí aprendo la soledad del Hijo, la pobreza del Hijo, las lágrimas del Hijo, la obediencia del Hijo, la confianza del Hijo, el amor del Hijo. Nuestra es la pobreza, del Hijo es la obediencia; nuestro el abandono, del Hijo la confianza; nuestras las lágrimas, del Hijo el amor. Empujado por el Espíritu hasta nosotros, el Hijo aprendió lo que es nuestro. Empujados por el Espíritu hacia el Hijo, nosotros aprendemos lo que es suyo. No pienses que este misterio es ajeno a las preocupaciones del hombre, a sus problemas, a la realidad de su vida, al mundo en el que el hombre se mueve. El camino que lleva al hombre nuevo, al mundo nuevo, a la ciudad de Dios, a la comunidad de los ungidos para evangelizar a los pobres, ese camino se abre hacia dentro del ser, hacia el corazón del hombre, hacia el lugar secreto donde el hombre guarda la llave del amor. Recuerda con quién comulgas y sabrás con quién eres probado, sabrás con quién vives, con quién te ofreces, con quién serás glorificado. Recuerda con quién, y sabrás que brilla sobre tu vida el signo de la alianza nueva y eterna que Dios ha puesto, no ya en las nubes del cielo, sino en su Hijo entregado por los pecadores. Tú comulgas, y Dios reconoce en ti el amor de su Hijo. Tú comulgas, y Dios recuerda su pacto de amor contigo que, por la fe y la conversión, has hacho brillar sobre tu vida la luz de Cristo. El desierto, la noche, el invierno, la cruz, la vida, ése es el lugar donde, con Cristo, aprendemos a ser hijos de Dios. Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente. MIÉRCOLES DE CENIZA. Conviértete al Señor Posted: 21 Feb 2012 06:09 PM PST Por Angel Moreno 22 DE FEBRERO, MIÉRCOLES DE CENIZA (Joel 2, 12-18; Sal 50; 2Co 5, 20-6,2; Mt 6, 1-6. 16-18) PALABRA VIVA: “Convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad, y se arrepiente de las amenazas”. MÁXIMA DE VIDA: “Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”. ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL: No dudes en comenzar de nuevo. No te instales en la mala memoria. No ofrezcas resistencia, fijándote en el comportamiento de los que obran mal. Por el contrario, fíjate en los buenos y muévete hacia el bien. Levántate. Son muchos los que hoy inician el camino hacia la Pascua con propósitos de conversión. Únete, en especial, a quienes recibirán el bautismo en la noche pascual. Hoy es un día propicio para volver al Señor. TESTIMONIO: El rey David, el ungido del Señor, cayó al dar rienda suelta a sus instintos de poder y de placer. Advertido por el profeta, reconoció su pecado, se humilló, pidió perdón, y gozó de la misericordia y de la fidelidad de Dios. ENSEÑANZA: “Renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual” (Benedicto XVI, Mensaje de Cuaresma, 2012). ORACIÓN: “Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa, lava del todo mi delito, limpia mi pecado”. Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente. Miercoles de Cenizas (Mateo 6, 1, 1-6.16-18) - Ciclo B: EL SEÑOR LO MERECE Posted: 21 Feb 2012 05:59 PM PST Por Javier Leoz Recientemente nos conmocionaba el trágico accidente del encallamiento de un crucero con cerca de 5.000 personas a bordo. El gusto por el riesgo, la excesiva confianza o seguridad en el mando humano, la cercanía del litoral hizo que, lo que pudo haber sido un feliz viaje, se convirtiera en horas amargas, en un triste final. 1.- La cuaresma nos alienta a caminar hacia la Pascua. Es una travesía de cuarenta días que nos puede aportar mucho y bueno si lo sabemos aprovechar. Y, por qué no decirlo, nuestra vida puede encallar o desviarse si no utilizamos todos los medios a nuestro alcance para disfrutar –y digo disfrutar- de este tiempo de gracia y de conversión que iniciamos hoy con la imposición de la Santa Ceniza. 2.- ¿Hacia dónde vamos? ¡La Pascua nos espera! Será el colmo y la dicha final de nuestro viaje cuaresmal. Cristo, porque subirá con la cruz sobre sus hombros y luego con su cuerpo al madero, se merece que preparemos esos días con intensidad; sin nada que distorsione la grandeza de esas jornadas; con el corazón repleto de sentimientos de reconciliación, paz y agradecimiento. Sería bueno, como si fuésemos veleros, que en estas semanas nos dejemos empujar por el viento del Espíritu. Que nos sacudamos nuestras perezas y tentaciones. Que saquemos a flote nuestra vida. La Pascua, porque es el paso de Dios por nuestra existencia, requiere que nos pongamos en marcha; que nos sintamos peregrinos; que busquemos a Dios no cerca de las costas de nuestro mundo y sí desde la distancia y seguridad que nos marcan la oración, el silencio o el sacrificio personal en algo o por algo. 3.- ¿Quién nos acompaña? ¡No vamos solos! El Señor, con el timón en sus manos, sigue dirigiendo la nave de su Iglesia. Merece, por lo tanto, que todo lo que acontezca en nuestro interior esté a la altura. Cada uno tendríamos que hacer una pequeña reflexión ¿Cómo voy a prepararme al acontecimiento de la Pascua? ¿Con el Señor o sin el Señor? ¿Mirando siempre a las orillas del mundo (y a veces tropezando con ellas) o dejándome guiar por la fuerza de la Palabra de Dios? Este Miércoles de Ceniza nos pone en el punto de salida. ¿Quién ha dicho que en sí mismo este tiempo de cuaresma no es un fin? ¡Claro que lo es! -Puede ser un final a nuestra piedad inconsistente. El desierto (la oración personal, la eucaristía de cada día, la lectura de la Palabra de Dios, el rezo del vía crucis) nos puede llevar a una comunión perfecta con el Padre. -Puede ser un final a nuestros pecados, reticentes e inconscientes. La confesión sacramental, individual y contrastada con el sacerdote, nos hará sentir la infinita misericordia de Dios. ¡Él es más grande que nuestras faltas! ¿Por qué nos cuesta tanto acudir al médico de almas cuando, bien sabemos, nuestro interior está necesitado de un soplo, de un consejo o de una corrección fraterna? -Puede ser un final de nuestra comodidad. Si Dios, en Cristo, se hace gigantesca caridad (se da al cien por cien), en la cuaresma no podremos olvidar que el amor nos define. No está de moda el esfuerzo personal y mucho menos la penitencia. ¿Qué escalador que pretenda subir a una cumbre de miles de metros no batalla por conseguirlo? La comodidad, en este tiempo de cuaresma, ha de dar lugar a otra palabra: “como- di- dad” Como yo me di, vosotros dad también. 4.- Inclinemos nuestras cabezas para que (sintiéndonos llamados a la conversión, al encuentro personal con Cristo en esta peregrinación cuaresmal) lleguemos a la Semana Santa dispuestos a vivir con emoción, veneración y agradecimiento las horas que más Pasión, Muerte y Resurrección puso Dios en la tierra: su Hijo Jesucristo. ¿Estamos dispuestos a emprender este crucero hacia la Pascua? ¡Distanciémonos un poco de tierra! ¡No encallemos en lo superficial, en el todo vale, en el “yo soy así” o en ausencia de oración, piedad o compromiso personal con el Reino de Dios! 5.- PORQUE TE NECESITO Me colocas, Señor, en el inicio de este camino para que, sintiéndome con todo y a la vez sin nada, sepa distinguir lo eterno de lo efímero. Me instalas, Señor, en mi propia indigencia: ¿Quieres ser rico? ¡Sígueme y te daré Vida Eterna! ¿Quieres ser pobre? ¡Quédate donde te parece seducirte el oro! PORQUE TE NECESITO Me llamas a iniciar este sendero de oración y de penitencia a levantar las antenas de mi mente para que, a través de ella, pueda yo sentirte; para que, con ellas, sepa cómo mejor servirte PORQUE TE NECESITO Me convocas a este tiempo de gracia y de búsqueda de prueba y de discernimiento, de austeridad y de conversión ¡Gracias, oh Cristo! Porque, ante tu Pasión, me convidas a no ser indiferente a vivir, tus grandes horas, desde mi pequeñez humana Me llamas, oh Señor, porque quieres librarme de tantos eslabones que, en apariencia parecen ser hilos, y no me dejan vivir mirándote frente a frente Hilos que son cadenas que me esclavizan y endurecen mis entrañas y me hacen sentirme poderoso y casi dios cuando, bien sé, que soy tierra, poco y casi nada PORQUE TE NECESITO No dejes que, la barca de mi existencia, vaya perdida que seas Tú, Cristo sufriente, quien me levante en mis caídas que seas Tú, Cristo con la cruz, quien me ayude a llevar la mía que seas Tú, Cristo Redentor, quien me abra los ojos ante tanto misterio que aguarda. PORQUE TE NECESITO, SEÑOR Inclino mi cabeza y digo que…sólo Tú eres grande Abro mi corazón y confieso que…necesito cambiar Pienso en mi interior y te pido….que vengas a redimirme Escucho tu Palabra y creo que sólo ellas son únicas y verdaderas Quiero subir contigo, Jesús, al Monte Santo Y si faltan cirineos, intentar con tu cruz ayudarte Y si una cruz queda vacía, desde ella, poder yo gritarte: ¡Acuérdate de mí, cuando estés en tu Reino! Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente. Miercoles de Cenizas: Comienzo de la Cuaresma Posted: 21 Feb 2012 05:53 PM PST Publicado por Encuentra.com El miércoles de Ceniza es el principio de la Cuaresma; un día especialmente penitencial, en el que manifestamos nuestro deseo personal de conversión a Dios. Al acercarnos a los templos a que nos impongan la ceniza, expresamos con humildad y sinceridad de corazón, que deseamos convertirnos y creer de verdad en el Evangelio. El origen de la imposición de la ceniza pertenece a la estructura de la penitencia canónica. Empieza a ser obligatorio para toda la comunidad cristiana a partir del siglo X. La liturgia actual, conserva los elementos tradicionales: imposición de la ceniza y ayuno riguroso. La bendición e imposición de la ceniza tiene lugar dentro de la Misa, después de la homilía; aunque en circunstancias especiales, se puede hacer dentro de una celebración de la Palabra. Las fórmulas de imposición de la ceniza se inspiran en la Escritura: Génesis, 3, 19 y Marcos 1, 15. La ceniza procede de los ramos bendecidos el Domingo de la Pasión del Señor, del año anterior, siguiendo una costumbre que se remonta al siglo XII. La fórmula de bendición hace relación a la condición pecadora de quienes la recibirán. El simbolismo de la ceniza es el siguiente: a) Condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte; b) Situación pecadora del hombre; c) Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda; d) Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo; La ceniza es el residuo de la combustión por el fuego de las cosas o de las personas. Este símbolo ya se emplea en la primera página de la Biblia cuando se nos cuenta que "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gen 2,7). Eso es lo que significa el nombre de "Adán". Y se le recuerda enseguida que ése es precisamente su fin: "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19). Por extensión, pues, representa la conciencia de la nada, de la nulidad de la creatura con respecto al Creador, según las palabras de Abrahán: "Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Señor" (Gn 18,27). Esto nos lleva a todos a asumir una actitud de humildad ("humildad" viene de humus, "tierra"): "polvo y ceniza son los hombres" (Si 17,32), "todos caminan hacia una misma meta: todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo" (Qo 3,20), "todos expiran y al polvo retornan" (Sal 104,29). Por lo tanto, la ceniza significa también el sufrimiento, el luto, el arrepentimiento. En Job (Jb 42,6) es explícítamente signo de dolor y de penitencia. De aquí se desprendió la costumbre, por largo tiempo conservada en los monasterios, de extender a los moribundos en el suelo recubierto con ceniza dispuesta en forma de cruz. La ceniza se mezcla a veces con los alimentos de los ascetas y la ceniza bendita se utiliza en ritos como la consagración de una iglesia, etc. La costumbre actual de que todos los fieles reciban en su frente o en su cabeza el signo de la ceniza al comienzo de la Cuaresma no es muy antiguo. En los primeros siglos se expresó con este gesto el camino cuaresmal de los "penitentes", o sea, del grupo de pecadores que querían recibir la reconciliación al final de la Cuaresma, el Jueves Santo, a las puertas de la Pascua. Vestidos con hábito penitencial y con la ceniza que ellos mismos se imponían en la cabeza, se presentaban ante la comunidad y expresaban así su conversión. En el siglo XI, desaparecida ya la institución de los penitentes como grupo, se vio que el gesto de la ceniza era bueno para todos, y así, al comienzo de este período litúrgico, este rito se empezó a realizar para todos los cristianos, de modo que toda la comunidad se reconocía pecadora, dispuesta a emprender el camino de la conversión cuaresmal. En la última reforma litúrgica se ha reorganizado el rito de la imposición de la ceniza de un modo más expresivo y pedagógico. Ya no se realiza al principio de la celebración o independientemente de ella, sino después de las lecturas bíblicas y de la homilía. Así la Palabra de Dios, que nos invita ese día a la conversión, es la que da contenido y sentido al gesto. Además, se puede hacer la imposición de las cenizas fuera de la Eucaristía -en las comunidades que no tienen sacerdote-, pero siempre en el contexto de la escucha de la Palabra. Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente. LECTIO: MIÉRCOLES DE CENIZA: Cómo utilizar bien el tiempo de la Cuaresma Posted: 21 Feb 2012 04:36 PM PST Publicado por Los Carmelitas Lectio: Miércoles, 22 Febrero, 2012 El significado de la oración, de la limosna y del ayuno 1. Oración inicial Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección. Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren. Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén. 2. Lectura a) Clave de lectura: El evangelio de este Miércoles de Ceniza está sacado del Sermón de la Montaña y quiere ofrecernos una ayuda para hacernos entender cómo practicar las tres obras de piedad: oración, limosna y ayuno y cómo utilizar bien el tiempo de Cuaresma. El modo de cumplir estas tres obras ha cambiado mucho a través de los siglos, según las culturas y costumbres de los pueblos y la salud de las personas. Hoy las personas más ancianas recuerdan el ayuno severo y obligatorio de cuarenta días durante toda la cuaresma. A pesar de los cambios en el modo de practicar las obras de piedad, queda la obligación humana y cristiana (i) de compartir nuestros bienes con los pobres (limosna), (ii) de vivir en contacto con el Creador (oración) y (iii) de saber controlar nuestro ímpetu y nuestros deseos (ayuno). Las palabras de Jesús que meditamos pueden hacer surgir en nosotros la creatividad necesaria para encontrar nuevas formas para vivir estas tres prácticas tan importantes de la vida cristiana. b) Una división del texto para ayudarnos en su lectura: Mateo 6,1: La clave general para entender la enseñanza que sigue Mateo 6, 2: Cómo no hacer limosna Mateo 6,3-4: Cómo hacer limosna Mateo 6,5: Cómo no orar Mateo 6,6: Cómo orar Mateo 6,16. Cómo no hacer ayuno Mateo 6,17-18: Cómo hacer ayuno c) Texto: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. «Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. «Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto, no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. 3. Un momento de silencio orante para que la Palabra de Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida. 4. Algunas preguntas para ayudarnos en la meditación y en la oración. a) ¿Cuál es el punto del texto que más te ha llamado la atención o que te ha gustado más? b) ¿Cómo entender la advertencia inicial hecha por Jesús? c) ¿Qué critica y qué enseña Jesús sobre la limosna? Haz un resumen para ti d) ¿Qué critica y qué enseña Jesús sobre la oración? Haz un resumen para ti e) ¿Qué critica y que enseña Jesús sobre el ayuno? Haz un resumen para ti 5. Para aquellos que quisieran profundizar más en el tema a) Contexto: Jesús habla de tres cosas: la limosna (Mt 6,1-6), la oración (Mt 6,5-15) y el ayuno (Mt 6,16-18). Eran las tres obras de piedad de los judíos. Jesús critica el hecho de que practican la piedad para ser vistos de los hombres (Mt 6,1). No permite que la práctica de la justicia y de la piedad se use como un medio de promoción social en la comunidad (Mt 6,2.5.16). En las palabras de Jesús aparece un nuevo tipo de relación con Dios que se abre para nosotros. Él dice: “Tu Padre que ve en el secreto te recompensará” (Mt 6,4). “Vuestro Padre que conoce vuestras necesidades antes de que le pidáis cualquier cosa” (Mt 6,8). “Si perdonáis a los hombres sus faltas, también vuestro Padre celestial os perdonará” (Mt 6,14). Jesús nos ofrece un nuevo camino de acceso al corazón de Dios. La meditación de sus palabras referentes a las obras de piedad podrá ayudarnos a descubrir este nuevo camino. b) Comentario del texto Mateo 6,1: La clave general para entender la enseñanza que sigue Jesús dice: “Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”. La justicia de la que habla Jesús consiste en conseguir el lugar donde Dios nos quiere. El camino para llegar allí está expresado en la Ley de Dios. Jesús avisa del hecho de que no se debe observar la ley para ser elogiados de los hombres. Antes había dicho: “Si vuestra justicia no supera la justicia de los doctores de la ley y de los fariseos, no entraréis en el Reino de los cielos” (Mt 5,26). Cuando leemos esta frase, no debemos pensar sólo en los fariseos del tiempo de Jesús, sino más bien en el fariseo que duerme en cada uno de nosotros. Si José, esposo de María, hubiese seguido la justicia de la ley de los fariseos, hubiera debido denunciar a María. Pero él era “justo” (Mt 1,19), poseía ya la nueva justicia anunciada por Jesús. Por esto transgredió la antigua ley y salva la vida de María y de Jesús. La nueva justicia anunciada por Jesús reposa sobre otra base, sale de otra fuente. Debemos construir nuestra seguridad desde dentro, no en lo que nosotros hacemos por Dios, sino en lo que Dios hace por nosotros. Y esta es la clave principal para entender la enseñanza de Jesús sobre las obras de piedad. En todo lo que sigue, Mateo aplica este principio general a la práctica de la limosna, de la oración y del ayuno. Desde el punto de vista didáctico, primero dice cómo no debe ser, y luego enseguida enseña cómo debe ser. Mateo 6,2: Cómo no hacer limosna El modo errado de hacer limosna, sea en tiempos pasados como hoy, es el de usar un modo vistoso, para ser reconocido y aclamado por los otros. A veces sobre los bancos de la iglesia se ven escritas estas palabras: “Obsequio de la familia tal”. En televisión, a los políticos les gusta mostrarse como grandes benefactores de la humanidad en las inauguraciones de obras públicas al servicio de la comunidad. Jesús dice: “ Aquellos que así obran, ya han recibido su recompensa”. Mateo 6,3-4: Cómo hacer limosna El modo correcto de hacer limosna es éste: “Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha”. O sea, debo dar limosna de tal modo que ni yo tenga la sensación de estar haciendo una cosa buena, que merece una recompensa por parte de Dios y elogio por parte de los hombres. La limosna es una obligación. Es una forma de compartir algo que tengo, con aquéllos que no tienen nada. En una familia, lo que es de uno es de todos. Jesús elogia el ejemplo de la viuda, que daba hasta lo que le era necesario (Mc 12,44). Mateo 6,5: Cómo no orar Hablando de algunos modos equivocados de orar, Jesús menciona algunos usos y costumbres raras de aquella época. Cuando se tocaba la trompeta para la oración de la mañana, del mediodía o de la tarde, había gente que le gustaba encontrarse en mitad de la calle para orar solemnemente con los brazos abiertos haciéndose así ver de todos y ser considerados, de esta forma, como gente piadosa. Otros en la sinagoga, asumían posturas extravagantes, para llamar la atención de la comunidad. Mateo 6,6: Cómo orar Para no dejarnos dudas, Jesús exagera sobre cómo orar. Dice que se necesita orar, en secreto, solo delante de Dios Padre. Ninguno te verá. Incluso, para los otros, tú serás alguien que no reza. ¡No importa! También de Jesús dijeron: “No es de Dios”. Y esto porque Jesús oraba mucho de noche y no le importaba la opinión de los demás. Lo que importa es tener la conciencia en paz y tener la certeza de que Dios es el Padre que me acoge y no a partir de lo que hago por Dios o a partir de la satisfacción que busco en el hecho de que otros me aprecian como una persona pía que ora. Mateo 6,16: Cómo no ayunar Jesús critica las prácticas equivocadas del ayuno. Había gente que se desfiguraban el rostro, no se lavaban, usaban vestidos rotos, no se peinaban, de modo que todos pudiesen ver que estaban ayunando y de un modo perfecto. Mateo 6,17-18: Cómo ayunar Jesús recomendaba lo contrario. Cuando tú ayunes derrama perfume sobre tu cabeza, lávate la cara, de modo que ninguno se dé cuenta de que estás ayunando, sino sólo tu Padre que está en los cielos. Como decíamos antes, se trata de un camino nuevo de acceso al corazón de Dios que se abre delante de nosotros. Jesús, para asegurarnos interiormente, no pide lo que nosotros hacemos por Dios, sino más bien lo que Dios hace por nosotros. La limosna, la oración y el ayuno no son dineros para comprar el favor de Dios, sino sólo la respuesta de gratitud al amor recibido y experimentado. c) Ampliando conocimientos: i) El contexto más amplio del Evangelio de Mateo El Evangelio de Mateo ha sido escrito para una comunidad de judíos convertidos que estaban atravesando una crisis profunda de identidad, con relación a su pasado. Después de convertirse a Jesús, habían continuado viviendo según sus antiguas tradiciones y frecuentaban las sinagogas, junto con los parientes y amigos, como antes. Pero sufrían, a causa de una fuerte presión por parte de los amigos judíos que no aceptaban a Jesús como Mesías. Esta tensión aumentó después de los años setenta. Cuando, en el 66 d. de Cristo, explotó la revuelta de los judíos contra Roma, dos grupos no quisieron participar, el grupo de los fariseos y el grupo de los judíos cristianos. Ambos grupos sostenían que ir contra Roma no tenía nada que ver con la venida del Mesías, como otros defendían. Después de la destrucción de Jerusalén por parte de los romanos en el 70, los otros grupos judíos desaparecieron todos. Quedaron sólo los fariseos y los judíos cristianos. Ambos pretendían ser los herederos de las promesas de los profetas, y por esto, aumentaba la tensión entre los hermanos a causa de la herencia. Los fariseos reorganizaron el resto del pueblo y tomaron posición cada vez más encontrada contra los cristianos, que acabaron por ser excomulgados de la sinagoga. Esta excomunicación reabrió todo el problema de la identidad. Ahora los cristianos eran de modo oficial y formal separados del pueblo de las promesas. No podían frecuentar más sus sinagogas y sus rabinos. Y ellos se preguntaban: “¿Quién es el verdadero pueblo de Dios ellos o nosotros?” ¿Es Jesús verdaderamente el Mesías? Mateo, por tanto, escribe su evangelio (1) para este grupo de cristianos, como un evangelio de consolación para aquéllos que estaban excomulgados y perseguidos por los judíos: ayudándoles a superar el trauma de la rotura; (2) como un evangelio de revelación, mostrando que Jesús es el verdadero Mesías, el nuevo Moisés, que cumple las promesas; (3) como un evangelio de nueva práctica, mostrando cómo deben hacer para llegar a la verdadera justicia, mucho mayor que la justicia de los fariseos. ii) Una clave para el Sermón de la Montaña El Sermón de la Montaña es el primero de los cinco discursos del Evangelio de Mateo. Describe las condiciones que permiten a una persona el poder entrar en el Reino de Dios: la puerta de entrada, la nueva lectura de la ley, el modo nuevo de ver y practicar las obras de piedad; el modo nuevo de vivir en comunidad. En una palabra, en el Sermón de la Montaña, Jesús comunica el modo nuevo de mirar las cosas de la Vida y del Reino. Se trata de una división que sirve de clave de lectura: Mt 5,1-16: La puerta de entrada Mt 5,1-10: Las ocho Bienaventuranzas ayudan a percibir donde el Reino está ya presente (Mt entre los pobres y perseguidos) y donde estará en breve (Mt entre los otros seis grupos). Mt 5,12-16: Jesús dirige palabras de consuelo a los discípulos y avisa: aquél que viva las bienaventuranzas será perseguido (Mt 5,11-12), pero su vida tendrá un sentido, un significado, porque será sal de la tierra (Mt 5,13) y luz del mundo (Mt 5,14-16). Mt 5,17 al 6,18: La nueva relación con Dios: Una nueva Justicia Mt 5,17-48: La nueva justicia debe superar la justicia de los fariseos Jesús radicalizaba la ley, o sea, la llevaba a su raíz, a su objetivo principal y último que es servir la vida, la justicia, el amor y la verdad. Los mandamientos de la ley indican un nuevo camino de vida, evitado por los fariseos (Mt 5,17-20). De pronto Jesús presenta varios ejemplos de cómo deben ser entendidos los mandamientos de la Ley de Dios dada por Moisés: antiguamente se os dijo, pero yo os digo ((Mt 5,21- 48). Mt 6,1-18: La nueva justicia no debe buscar recompensa o mérito (Es el evangelio de este Miércoles de Ceniza) Mt 6,19-34: La nueva relación con los bienes de la tierra: una nueva visión de la creación Afronta las necesidades primarias de la vida: alimentos, vestidos, casa, salud. Es la parte de la vida que produce más angustias en las personas. Jesús enseña cómo relacionarse con los bienes materiales y con las riquezas de la tierra: no acumular bienes (Mt 6,19-21), no mirar al mundo con mirada afligida (Mt 6,22-23), no servir a Dios y al dinero al mismo tiempo (Mt 6, 24), no preocuparse por lo que comeremos o beberemos (Mt 6,23-34). Mt 7,1-29: La nueva relación con las personas: una nueva vida en comunidad No buscar la paja en el ojo de tu hermano (Mt 7,1-15), no echar las perlas a los puercos (Mt 7,6); no tener miedo de buscar las cosas de Dios (Mt 7,7-11); la regla de oro (Mt 7,12); escoger el camino estrecho y difícil (Mt 7, 13-14) ; poner atención a los falsos profetas (Mt 7,15-20); no sólo hablar sino obrar (Mt 7,21-23); la comunidad construida sobre esta base estará segura, en pie, a pesar de la tempestad (Mt 7,24-27) . El resultado de estas palabras es una nueva conciencia delante de los escribas y fariseos (Mt 7,28-29). 6. Oración de un Salmo: Salmo 40 (39) Dichoso será el hombre que pone en Yahvé su confianza, Anunciar la gran justicia de Dios Yo esperaba impaciente a Yahvé: hacia mí se inclinó y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso; asentó mis pies sobre roca, afianzó mis pasos. Puso en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro Dios; muchos verán y temerán, y en Yahvé pondrán su confianza. y no se va con los rebeldes que andan tras los ídolos. ¡Cuántas maravillas has hecho, Yahvé, Dios mío, cuántos designios por nosotros; nadie se te puede comparar! Quisiera publicarlos, pregonarlos, mas su número es incalculable. No has querido sacrificio ni oblación, pero me has abierto el oído; no pedías holocaustos ni víctimas, dije entonces: «Aquí he venido». Está escrito en el rollo del libro que debo hacer tu voluntad. Y eso deseo, Dios mío, tengo tu ley en mi interior. He proclamado tu justicia ante la gran asamblea; no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahvé. No he callado tu justicia en mi pecho, he proclamado tu lealtad, tu salvación; no he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea. Y tú, Yahvé, no retengas tus ternuras hacia mí. Que tu amor y lealtad me guarden incesantes. Pues desdichas me envuelven en número incontable. Mis culpas me dan caza y ya no puedo ver; más numerosas que mis cabellos, y me ha faltado coraje. los que me insultan: «Ja, ja». ¡En ti gocen y se alegren ¡Dígnate, Yahvé, librarme; Yahvé, corre en mi ayuda! ¡Queden confusos y humillados los que intentan acabar conmigo! ¡Retrocedan confundidos los que desean mi mal! Queden corridos de vergüenza todos los que te buscan! ¡Digan sin cesar: «Grande es Yahvé» los que ansían tu victoria! Aunque soy pobre y desdichado, el Señor se ocupará de mí. Tú eres mi auxilio y libertador, ¡no te retrases, Dios mío! 7. Oración final Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre. Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha hecho ver. Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén. Blog católico de oraciones y reflexiones pastorales sobre la liturgia dominical. Para compartir y difundir el material brindado. Crremos que Dios regala Amor y Liberación gratuita e incondicionalmente. Miercoles de Cenizas (Mateo 6, 1, 1-6.16-18) - Ciclo B: Kilometro 0




Por P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

Dígame su edad y le diré su visión de la Cuaresma.
Los Católicos de más de 50 años vivimos ayunos obligatorios, silencios impuestos, iglesias cubiertas de morado... y aún tenemos las cejas socarradas por el fuego del infierno de la Santa Misión.
Paisaje de museo que, contemplado con los ojos de hoy, se nos antoja estéril y cruel.
Los túneles modernos están muy iluminados y bien oxigenados. Y el túnel de la Cuaresma del 2012 pide a gritos nueva iluminación y completa oxigenación.
Ya Nietzsche acusaba a los cristianos de ser gente triste, tal vez, por no estar suficientemente redimida. Y algunos impíos de hoy prefieren, dicen, el infierno de los pecadores divertidos al cielo de los santos aburridos. Pero Jerry Clower, comediante cristiano, dice que está convencido de que el único lugar donde no hay risas es el infierno y ya ha hecho todos los arreglos para no ir a él.
Los católicos celebramos con alegría más piadosa que profunda la Navidad y la Pascua y cuando en la autopista de la vida aparece el túnel de la Cuaresma es como un jarro de agua fría que nos devuelve a la realidad: seriedad, ayunos, pecados, cita con la muerte... Para algunos, peor para ellos, todos los días del año son cuaresmales.
El túnel de la Cuaresma no es ni triste ni oscuro ni interminable. Iluminado por el foco poderoso y victorioso de la Pascua es alegre y ligero, es sereno y firme, atrás queda el fardo insufrible de la culpabilidad y la maldición.
Es tiempo bautismal. Los catecúmenos, adultos que se bautizarán la noche de Pascua, han revitalizado y reorientado este tiempo. Ellos, y con ellos la comunidad, vibran como guitarras tocadas por el Espíritu y, sin mirar atrás, sueñan con el nuevo nacimiento y la alegría de una vida nueva entregada a un nuevo Señor.
Tiempo bautismal para todos. No somos seres amenazados de muerte sino salvados. No hace falta despedir a don carnal, la Cuaresma es tiempo de reír. Debemos demostrar al mundo que no somos un montón de gente triste y que, como el rey Midas, todo lo que tocamos lo convertimos en alegría.
El Miércoles de Ceniza marca el kilómetro 0, la entrada en el túnel. Ceniza y "Recuerda que eres polvo" y feliz viaje.
Los de más de 50 años, curtidos por la adversidad y la austeridad, lo aceptan con resignación. Pero los hombres sin raíces, del aquí y ahora, del no a la trascendencia, los jóvenes del botellón... ¿cómo recordarles que el hombre es más que polvo, más que carne, más que un yo sin deudas con nadie?
Durante 40 días los cristianos, alegres y optimistas, viajamos por el túnel de la Cuaresma con el perfume de la sonrisa, la oración de la bendición, el ayuno de toda maldición y la limosna de la responsabilidad a la tierra. Y testigos del día más joven, la Pascua, podemos y debemos reír y estar alegres también en la Cuaresma.
A tiempos nuevos, ayunos nuevos.
Un día sin televisión, sin teléfono, sin bar, sin compras, sin riñas, sin tacos...
Un día con la Biblia, con donación de sangre, con el desconocido vecino, con la escucha del silencio, con un email a Dios@cielo.com, con una carta de gracias a su Obispo, a su párroco, a su suegra, a su enemigo... o simplemente fregando los platos.

Feliz Viaje.